Plegarias como ésta, sólo por su belleza, hacen que añore la fe que tuve. Lástima que ningún Dios hará que salgamos del infierno, que acabe la noche; por más que recemos, esa es tarea que nos toca a nosotros.
Si es tu voluntad que no hable más, que mi voz sea silencio como antes era, no hablaré más y esperaré hasta que me digas; si es esa tu voluntad.
Si es tu voluntad que mi voz sea auténtica, cantaré para ti desde esta colina destrozada; desde esta colina destrozada resonarán todas tus alabanzas si es tu voluntad permitirme cantar.
Si es tu voluntad, si hubiera alguna oportunidad, deja que los ríos se llenen, deja que las colinas se regocijen, vierte tu compasión sobre todos los corazones que arden en este infierno; si es tu voluntad hacernos el bien.
Y acércanos y átanos fuerte a tus hijos de aquí, todos en harapos de luz, en nuestros harapos de luz, vestidos para matar. Y haz que acabe esta noche, si es tu voluntad. Si es tu voluntad.
Si es tu voluntad que mi voz sea auténtica, cantaré para ti desde esta colina destrozada; desde esta colina destrozada resonarán todas tus alabanzas si es tu voluntad permitirme cantar.
Si es tu voluntad, si hubiera alguna oportunidad, deja que los ríos se llenen, deja que las colinas se regocijen, vierte tu compasión sobre todos los corazones que arden en este infierno; si es tu voluntad hacernos el bien.
Y acércanos y átanos fuerte a tus hijos de aquí, todos en harapos de luz, en nuestros harapos de luz, vestidos para matar. Y haz que acabe esta noche, si es tu voluntad. Si es tu voluntad.
Se trata de una canción de Leonard Cohen, publicada originalmente en el disco de 1984, Various Positions. No es el único tema de tintes teológicos de este poeta canadiense que anda ya cerca de los tres cuartos de siglo. De sangre y religión judías, profesa también el budismo, lo cual, según sus propias palabras, es perfectamente compatible. Se me ocurre que quizá el budismo le permita endulzar al severo Dios veterotestamentario. Como sea, el video que acompaña este post es un fragmento de un maravilloso concierto en Londres el 31 de marzo del año pasado. Quienes cantan esta preciosa canción son las hermanas Webb, dos inglesitas que se sumaron al equipo vocal de Leonard Cohen junto a su colaboradora de ya tantos años, Sharon Robinson.
Disfruten la canción.
PS: Este post es una excusa para dos experimentos que han requerido unos cuantos intentos fallidos. El primero, cortar un trocito de un video largo, en este caso, el concierto de Leonard Cohen. El segundo, subir directamente a blogger mi propio video (el extracto), lo que, por cierto, tarda un rato largo. Siempre hay una primera vez para todo.
Disfruten la canción.
PS: Este post es una excusa para dos experimentos que han requerido unos cuantos intentos fallidos. El primero, cortar un trocito de un video largo, en este caso, el concierto de Leonard Cohen. El segundo, subir directamente a blogger mi propio video (el extracto), lo que, por cierto, tarda un rato largo. Siempre hay una primera vez para todo.
CATEGORÍA: Canciones y otras líricas
Esa es tarea que nos toca a nostros, sí. Se puede creer que es nuestra tarea y, al tiempo creer en un Dios que nos acompaña y nos apoya en esa tarea. Y se puede rezar a ese Dios sin que ello signifique descuidar la tarea, ni pretender que sea Él quien la haga por nosotros.
ResponderEliminarPreciosa oración, preciosa canción y estupendo experimento.
Leonard Cohen tiene dos cosas irrepetibles y dificilmente encontrables uhidas: una voz bellísma y un talento de poeta, sin más: poeta, acojonante. En cualquier caso, como buen budista, Cohen debe saber que si Dios existe no se ocupa de nosotros ni nosotros deberíamos ocuparnos de Él.
ResponderEliminarAl margen de la letra... la canción es preciosa.
ResponderEliminarGracias y besos.
pues gracias por la excusa.. porque las letras de las cansiones de Cohen son fantasticas
ResponderEliminarsaludos
Mucho tiempo estuve leyendo los poemarios y novelas de Leonard Cohen.
ResponderEliminarMis amigos se reían de mi cuando intentaba imitar su profunda voz y sus fraseos de guitarra.
En el fondo todos somos unos hermosos vencidos, como se titulaba aquel curioso libro suyo a mitad de camino entre autobiografía y relato de una época.
Impecable el magnífico concierto conmemorativo que ofrecieron el otro día por la tele.
Oh the wind the wind is blowing----through the graves the wind is blowing----- freedom soon will come? ----
ResponderEliminarPeregrino, a los inicios te has ido. Y, por cierto, el partisano, oyendo el viento ulular entre las tumbas de todos sus muertos, tantos, no pregunta, sino que afirma, que la libertad vendrá pronto. ¿Acaso tú lo dudas? Un saludo
ResponderEliminarEstupenda exusa para poner una hermosa canción de un gran poeta.
ResponderEliminarBesos
Vaya, si ya tiene el pelo blanco y todo.
ResponderEliminarPues si éste va viejo, yo ni te cuento cómo voy...
Por todas partes oigo hablar de Leonard Cohen, cosa muy de agradecer.
ResponderEliminarLa canción oración es magnífica.
Gracias
Cohen es un Cappo. Un Maese.
ResponderEliminarLo es.
Gracias
No estoy tan segura de lo que dices... la poesía tiene que ser cuestión divina.
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