El sábado este blog cumplió cuatro añitos. O sea que es un mes y cuatro días más joven que el del Júbilo, lo que tiene su gracia porque la proporción entre nuestros blogs no debe distar mucho de la que hay entre nuestras edades. Y me he acordado del cumpleaños porque hace un momento he ido al blog de Júbilo (a ver si había publicado algo nuevo, pero qué va) y he vuelto a releer su último post en el que se refería precisamente a su 4,05 aniversario.
Así que he pensado que no voy yo a ser menos y heme aquí empeñado en redactar mi pertinente manifiesto bloguero en descarada emulación del suyo. Pero el empeño decae enseguida ante lo absurdo de mi pretensión. En primer lugar, porque si el título de este blog es desconciertos (pues conciertos pocos habréis de encontrar) resultaría fuera de lugar cualquier asomo de manifiesto, que sabido es que los manifiestos han de proclamarse desde las más convencidas certezas (o quizá mejor sería decir convincentes). También porque no me apetece nada repasar los posts que he escrito durante estos 1.463 días y evocar las correspondientes sensaciones, tanto al confeccionarlos como al recibir algunos comentarios a los mismos (siempre menos de los que me gustaría pero entiendo que, como ya me dijeron una vez, me enrollo demasiado y le quito las ganas a cualquiera). Y, last but not least, como gustan de afirmar enfáticamente los bereberes del Atlas, ya me gustaría a mí ser capaz de escribir un post tan ejemplar y redondo como el de Júbilo pero no, lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible, sentencia que yo atribuía de siempre a El Gallo y ahora voy y leo en la Wiki que es de Talleyrand (aunque tras un par de búsquedas más, resulta que la Wikiquote también se la atribuye a Rafael Guerra Guerrita, tocayo y colega del Gallo, quien, a su vez, aparece citado en varias webs como el autor de la frasecita; verdad es que en ninguno de los tres casos he encontrado la fuente original así que sumo una duda más a la inmensidad de mis desconciertos).
Pero me voy del tema y es que, como también me repite infatigable un buen amigo, abuso de las digresiones con el agravante antiestético de encerrarlas entre paréntesis. Citaba como dernier motif mis evidentes limitaciones para emular la prosa jubileña, y no hay falsa modestia en afirmarlo sino, por el contrario, signo de madurez y sabiduría; así que, si no me va a salir (tan) bien, ocioso sería colgar aquí una estéril coda y por eso no lo hago. También es verdad que no lo hago porque además estoy muy vago (y la consonante es intencionada, no creáis pillarme en un renuncio), pero mi vagancia no es manifestación de un carácter perezoso como el de Júbilo quien, olvidando sus estudios infantiles del Catecismo, se atreve heréticamente a enorgullecerse del pecado capital al que hasta da patente de nobleza. No, la mía proviene del cansancio que llevo acumulando durante demasiados meses con perseverancia de hormiguita pero sin esperar, a diferencia de ésta, sustanciosas recompensas. Y no es que me queje, no vaya a pensarse.
Por lo tanto, hago saber que llevo cuatro años y dos días en esto de la blogosfera, tiempo que no parece demasiado desde la escala humana pero que para una mosca equivale a unas cien vidas, dato curioso éste del que cabe deducir que ninguna mosca habrá leído mi blog completo, y no las culpo pues si yo tuviera quince días de vida que te crees tú que iba a ponerme a esa tarea. Y comunicado al respetable tan jubiloso aniversario (y en especial a Júbilo, a cuyo blog declaro hermano mayor del mío) sin necesidad de añadidas justificaciones, invito a mis lectores (que son legión, claro está) a pasar a tomarse una copita y picotear algo (todo muy sencillo, eh, sin pretensiones) y, ya de paso, a dejarme el pertinente regalito cumpleañero, que hay que ver cómo se pierden las buenas costumbres.
Hasta los Beatles felicitan al blog ...
CATEGORÍA: Blogs e Internet
Y en vidas de tortuga, ¿cuánto sería? :-)
ResponderEliminarFeliz cumpleaños
Es un placer leerte, siempre,
ResponderEliminarMuchas felicidades.
Un beso
Felicidades
ResponderEliminar¿El regalo que te hemos de hacer también ha de ser sin pretensiones???... Un beso muy grande.
ResponderEliminarMuchas felicidades, en primer lugar, oh hermano mío menor, en edad, que no en ninguna otra característica. Y mil gracias inmediatamente después, tanto por la dedicatoria como por los inmerecidos y numerosos elogios que escancias a mi blog a lo largo de todo el post, aderezados aquí y allá con pequeñas pullas contra mi supuesta pereza para actualizarlo. Coligo de estas últimas que mi manifiesto bloguero, que dices emular, fue menos eficaz de lo que pensaba, pues creí que tras su lectura debía quedar claro para cualquiera que mi parsimonia bloguera es una virtud encomiable y veo, sin embargo, que tú sigues empeñado en reprochármela y en considerarla como un pecado capital. Sorprendente que, al contrario que en otros terrenos, en este seas tú quien se mantenga más fiel a la letra de nuestros estudios infantiles del Catecismo. Se ve que yo, asimilándolos, pude evolucionar desde ellos y hacerlos crecer conmigo, mientras que a tí se te atascaron y se han quedado, obturándote el gañote mental, en las mismas infantiles dimensiones de aquel entonces -permítaseme la metáfora de dudoso gusto como explicación algo simple, pero eficaz, de la diferencia entre nuestras respectivas posturas, tan parecidas en muchas cuestiones y tan distintas en lo que se refiere al entendimiento del Catecismo y al ritmo adecuado de publicación de un blog-.
ResponderEliminarEs sorprendente lo que ocurre, en otro orden de cosas, con Guerrita y con el Gallo: hace tiempo que descubrí que se atribuye a ambos (ora a uno, ora al otro) la frase "hay gente pa tó" con la que alguno de ellos, pero sin duda no los dos, respondió a la noticia de que Ortega y Gasset se dedicaba a la filosofía: y hoy me entero por ti de que sucede lo mismo con esta otra cita sobre lo que no puede ser, que además de no poder ser es imposible. ¿Si serían un solo torero entre los dos, y de ahí la autoría compartida? Porque de quien no creo que sea la frase, sinceramente, es de Talleyrand, diga la wiki lo que diga.
No estoy de acuerdo con tu amigo en lo de que abusas de las digresiones, y menos aún con lo de que encerrarlas entre paréntesis sea un agravante, y aún menos con el calificativo "antiestético". A mí me parece que las digresiones son algo de lo que nunca se puede abusar, igual que no se puede ser excesivamente bueno. Las digresiones son la esencia del arte de escribir -la literatura toda no es sino una fundamental digresión respecto de la prosaica y central tarea de vivir- y no se me ocurre nada mejor que decir de tu blog sino que es un maravilloso compendio de estupendas digresiones. Me enorgullecería que del mío pudiera decirse con justicia otro tanto. (Y los paréntesis, como sus hermanos casi -solo casi- gemelos, los guiones, embellecen notablemente los textos en los que aparecen, siempre, eso sí, que se empleen con la sabiduría y la discreción con que tú lo haces).
Que a tí te haya llevado cien vidas de mosca escribir tu blog no implica que una sola vida no le baste a una mosca para leerlo, tarea notablemente más rápida incluso aunque las moscas lean despacito.
A modo de regalo final, hablando ya en serio y como fundamental correspondencia y matización a tu declaración de mi blog como hermano mayor del tuyo, declaro solemnemente lo que creo haber dicho ya alguna otra vez: sin este blog, sin su ejemplo, sin su empujón en un momento concreto de su historia y sin el aporte de lectores y de ánimo que ese empujón le supuso, es más que probable que el mío no existiera ya. De manera que, querido Miroslav, MUCHAS GRACIAS y un abrazo enorme de parte de ambos.
No sé cómo lo hago que no me pierdo una fiesta...¡felicidades blogueras!
ResponderEliminar(Pd. el regalo te lo entrego en cuanto me pases los canapés)
Toda la literatura es una enorme disgresión, una larga cadena de textos entre paréntesis entre el 'había una vez' y el 'Fin'
ResponderEliminarY dais verdadero asco, Vanbrugh y tu con tanto elogio mutuo. Es posible que os merezcáis unas hostias. Ahí va una: repartírosla.
(Anda, Miroslav, elogia un poco a Lansky, anda, que al pobre se le ve algo envidioso y yo ahora no estoy en voz...)
ResponderEliminarBueno después de lo dicho por Vanbrugh ya... qué decir? Sólo que tu blog me gusta, que te leo a diario y que lo haces muy bien. No tienes que envidiar nada a Vanbrugh porque son estilos diferentes y cada uno aporta cosas enriquecedoras para los que entramos por aquí. Lansky dejalos tranquilos que se elogien lo que quieran, no ves lo felices que estan, eso repercutirá en que sigan con ganas de seguir aquí deleitándonos con sus post.
ResponderEliminarYo me tomo un vinito y sigilosa sin que nadie me vea me voy.
Felicidades.
Nora
En fin Miroslav, ¡¡¡FELICIDADES!!! Pero te has equivocado de año... menos mal que por una vez te puedo enseñar algo yo a ti...(bueno...) Señor mío, ¡que estamos en 2010! No en 4005! Que ya sabemos que 4 es doble de 2 y 5 mitad de 10!
ResponderEliminarQué...! Acerté algo? Como me gustan tus adivinanzas...
Al grano, ¿qué es lo que se celebra? Cuenta conmigo en la fiesta!
Alicia: Oues para una tortuga, el tiempo de este blog apenas sería un 3 o 4% de su vida. Poquito, ¿verdad? A lo mejor las tortugas sí me leen, ya que no las moscas. Gracias por la felicitación y un beso.
ResponderEliminarMalvaloca: Muchas gracias y otro beso.
Lansky: Gracias.
Amaranta: Por supuesto, sin pretensiones. Puedes consultar la lista que he puesto en el Corte Inglés. Un beso.
Júbilo Matinal/Vanbrugh: No te elogiaré porque se nos enfada Lansky. En cuanto a lo del Guerrita y el Gallo, lo que parece fuera de dudas es que eran dos toreros diferentes. En cuanto a la frase (que a mí tampoco me pega en boca de Talleyrand) sería interesante que alguien descubriera el autor, aportando las pertinentes pruebas de convencimiento. Ah, y me alegra que mi hiperbólica tendencia a la digresión te parezca virtuosa.
Marguerite: ¡Qué desaparecida andas! Venga, deja ya de zamparte todos los canapés y dame el regalo. Un beso.
Lansky: Hasta la vida no deja de ser una digresión, cierto. Y no te me pongas celosillo ni te de tanto asco, hombre, que me vas a obligar a dedicarte un post (además te debo una dedicatoria), pero es que éste tenía que ser para Júbilo. De hecho tenía que haberte dedicado el cuentito del otro día que, como bien me hiciste notar, pertenece a tu especialidad; lo malo es que ahora, a toro pasado, quedaría feo.
NoraGracias por tus felicitaciones, pero no seas tan sigilosa, que ni sabía que pasabas por aquí (y esa alegría que me perdía).
Zafferano: Pues eso, que si cuatro es doble y cinco mitad el doble de la mitad es lo mismo, así que no, no está mal. Y vente para la fiesta que ya estás tardando. Un beso.
No es envidia, par de palurdos, es higiene y salud. Simplemente, hay que vigilar el nivel de azucar.
ResponderEliminarMe sumo a las felicitaciones y os recomiendo que esas dudas sobre la paternidad de las frases hay gente pa to y lo que no pue sé... ni se os ocurra plantearlas en determinados sitios de Córdoba en voz alta, en particular en las tabernas de paredes recamadas de vírgenes enjoyadas y matarifes finos a riesgo de que os agrien el salmorejo: las dijo Guerrita y punto.
ResponderEliminarSólo un cordobés imbuido de senequismo (la forma local de la malafollá granaína) pudo haber parido semejantes esaboriuras.
Salud y que escampe.
Muchas felicidades y que cuuuuuumplas muuuuuuchos máaaaaaaas!
ResponderEliminarY como me ha pillado de sorpresa, te dejo esto:
"Vale por un regalo de cumpleaños bloguero".
Un besazo.
¡Felicidades! ¡Larga vida a tu blog!
ResponderEliminarUn beso