Parece, por lo que se ve en la calle, que en los últimos años se ha extendido tremendamente la afición a tatuarse. Hasta hace relativamente pocos años, al menos en estas islas turísticas, casi los únicos tatuajes que veía estaban en las pieles de guiris mayoritariamente británicos y mayoritariamente de baja extracción social, cultural, etc. Ahora en cambio un porcentaje altísimo de gente joven (pongamos menores de 30) tiene algún tatuaje; y muchos son tatuajes grandes y llamativos, por no hablar de quienes llevan cubierta de tinta una altísima proporción de su piel.
Busco en Internet donde, como no podía ser de otro modo, hay infinidad de páginas sobre tatuajes. Parece ser que el interés de la gente joven por el tatuaje se inicia en España en la década de los 80, asociado a “culturas urbanas” específicas. Puede ser, pero yo, que a inicios de los 80 estaba en mis primeros 20, no recuerdo que fuera un fenómeno muy generalizado. En aquellos años de la “movida madrileña” (era en esa ciudad donde estaba) había ciertamente chavales que se vinculaban a estéticas concretas (asociadas con su correspondiente estilo musical) y que recurrían a tatuajes. Pero creo (así lo recuerdo) que quienes se tatuaban eran minoría y, además, los tatuajes eran relativamente discretos.
Por tanto, lo que tengo bastante claro es que la proliferación del tatuaje, que haya pasado a ser algo habitual (una opción frecuente y bastante generalizada) no ha coincidido con la etapa juvenil de mi generación. Aclaro esto porque con toda seguridad mi disgusto estético ante el tatuaje se explica por las connotaciones negativas que el mismo tenía en mi juventud. Pero, sea por lo que sea, lo cierto es que la mayoría de los tatuajes me parecen un afeamiento del cuerpo que los porta. Supongo que quien se tatúa lo hace, entre todas las demás y múltiples motivaciones que pueda tener, porque se gusta más con el tatuaje y supongo también que porque la gente de su entorno gusta de los tatuajes. Efectivamente, en uno de los foros de tatuaje que he visitado, algunos usuarios se refieren al tatuaje como elemento embellecedor, incluso como que contribuye a la atracción sexual. En mi caso (y salvo muy contadas excepciones) no es así. Veo una chica que me erotiza, le descubro un tatuaje y ... No es que deje de gustarme, pero me quedo con una sensación de rabia, de que han estropeado algo tan bonito.
Pero en fin, cada uno puede tener sus gustos, aunque tengo muy claro que los gustos, como casi todo, está condicionado exteriormente, así que cabría dudar hasta que punto nuestros gustos son de verdad nuestros ... ¡Qué más da! Lo que de verdad me intriga es la atracción que causan los tatuajes; es decir, por qué atrae tanto marcarse de forma indeleble. Está bastante claro que no se trata simplemente de decorar tu cuerpo con fines estéticos o de identificación grupal (tribal) o cualesquiera otros. Si así fuera, los que proliferarían serían los tatuajes temporales (los de henna, las calco o los más recientes solares). No, de lo que se trata es de marcarte para siempre y, además, mediante un proceso doloroso (aunque bastante soportable).
E intuyo que esa atracción por marcarse indeleblemente obedece en el fondo a motivaciones muy emparentadas con las de los primeros pueblos que se tatuaban. Y esas motivaciones (fueran ceremoniales, de identificación grupal, supersticiosas-religiosas, etc) están, a su vez, muy relacionadas con el miedo existencial del individuo humano. El tatuaje, como tantos otros comportamientos y prácticas simbólicas, es (me parece) un medio para no afrontar la individualidad.
Se me dirá que estoy desbarrando, imagino. Como es probable que algún lector esté tatuado, estoy seguro de que me dirá que sus motivaciones para nada tienen que ver con lo que digo. Tampoco me siento ahora con gana ni capacidad de extenderme en la argumentación; sin embargo, no creo que ande muy errado. Aun así, me encantaría que quienes estén tatuados y tengan ganas de reflexionar sobre sí mismos, me expliquen sus motivaciones. Y, en especial, el por qué han querido hacerse una marca permanente en la piel.
A mí es justamente el carácter de indeleble lo que me repugna. El decidir voluntariamente, en un momento de tu vida, llevar algo para siempre. Para mí es simbolizar la inmovilidad, echarte un lastre (simbólico, que a veces son los más pesados) sobre tu individualidad, limitar tu evolución, tu crecimiento. ¿Qué necesidad hay de imponerse uno mismo algo así? Ninguna, me dirán, pero ahí está la fuerza atractiva del tatuaje ... Pues para mí, ninguna atracción, más bien al contrario. Pero tiene que haber gente pa todo ...
Busco en Internet donde, como no podía ser de otro modo, hay infinidad de páginas sobre tatuajes. Parece ser que el interés de la gente joven por el tatuaje se inicia en España en la década de los 80, asociado a “culturas urbanas” específicas. Puede ser, pero yo, que a inicios de los 80 estaba en mis primeros 20, no recuerdo que fuera un fenómeno muy generalizado. En aquellos años de la “movida madrileña” (era en esa ciudad donde estaba) había ciertamente chavales que se vinculaban a estéticas concretas (asociadas con su correspondiente estilo musical) y que recurrían a tatuajes. Pero creo (así lo recuerdo) que quienes se tatuaban eran minoría y, además, los tatuajes eran relativamente discretos.
Por tanto, lo que tengo bastante claro es que la proliferación del tatuaje, que haya pasado a ser algo habitual (una opción frecuente y bastante generalizada) no ha coincidido con la etapa juvenil de mi generación. Aclaro esto porque con toda seguridad mi disgusto estético ante el tatuaje se explica por las connotaciones negativas que el mismo tenía en mi juventud. Pero, sea por lo que sea, lo cierto es que la mayoría de los tatuajes me parecen un afeamiento del cuerpo que los porta. Supongo que quien se tatúa lo hace, entre todas las demás y múltiples motivaciones que pueda tener, porque se gusta más con el tatuaje y supongo también que porque la gente de su entorno gusta de los tatuajes. Efectivamente, en uno de los foros de tatuaje que he visitado, algunos usuarios se refieren al tatuaje como elemento embellecedor, incluso como que contribuye a la atracción sexual. En mi caso (y salvo muy contadas excepciones) no es así. Veo una chica que me erotiza, le descubro un tatuaje y ... No es que deje de gustarme, pero me quedo con una sensación de rabia, de que han estropeado algo tan bonito.
Pero en fin, cada uno puede tener sus gustos, aunque tengo muy claro que los gustos, como casi todo, está condicionado exteriormente, así que cabría dudar hasta que punto nuestros gustos son de verdad nuestros ... ¡Qué más da! Lo que de verdad me intriga es la atracción que causan los tatuajes; es decir, por qué atrae tanto marcarse de forma indeleble. Está bastante claro que no se trata simplemente de decorar tu cuerpo con fines estéticos o de identificación grupal (tribal) o cualesquiera otros. Si así fuera, los que proliferarían serían los tatuajes temporales (los de henna, las calco o los más recientes solares). No, de lo que se trata es de marcarte para siempre y, además, mediante un proceso doloroso (aunque bastante soportable).
E intuyo que esa atracción por marcarse indeleblemente obedece en el fondo a motivaciones muy emparentadas con las de los primeros pueblos que se tatuaban. Y esas motivaciones (fueran ceremoniales, de identificación grupal, supersticiosas-religiosas, etc) están, a su vez, muy relacionadas con el miedo existencial del individuo humano. El tatuaje, como tantos otros comportamientos y prácticas simbólicas, es (me parece) un medio para no afrontar la individualidad.
Se me dirá que estoy desbarrando, imagino. Como es probable que algún lector esté tatuado, estoy seguro de que me dirá que sus motivaciones para nada tienen que ver con lo que digo. Tampoco me siento ahora con gana ni capacidad de extenderme en la argumentación; sin embargo, no creo que ande muy errado. Aun así, me encantaría que quienes estén tatuados y tengan ganas de reflexionar sobre sí mismos, me expliquen sus motivaciones. Y, en especial, el por qué han querido hacerse una marca permanente en la piel.
A mí es justamente el carácter de indeleble lo que me repugna. El decidir voluntariamente, en un momento de tu vida, llevar algo para siempre. Para mí es simbolizar la inmovilidad, echarte un lastre (simbólico, que a veces son los más pesados) sobre tu individualidad, limitar tu evolución, tu crecimiento. ¿Qué necesidad hay de imponerse uno mismo algo así? Ninguna, me dirán, pero ahí está la fuerza atractiva del tatuaje ... Pues para mí, ninguna atracción, más bien al contrario. Pero tiene que haber gente pa todo ...
CATEGORÍA: Todavía no la he decidido
POST REPUBLICADO PROVENIENTE DE YA.COM
Estoy de acuerdo en que cada quien tiene sus gustos, pero me parece que aun asi estas algo cerrad@ en cuanto al porque la gente se tatua, como todo hay gente que lo hace sin algun sentido logico, pero no tienes en cuenta el significado que estoy segura para muchos tiene ese tatuaje, para mi es algo simbolico algo que quieres recordar y llevar siempre con tigo, eso no tiene nada que ver con evolucion, no te limitas de nada, quienes te limitan son la gente cerrada, todos tenemos criterios distintos y como me percato es obvio no te gustan, pero creo no se trata solo de un gusto si no algo aunque paresca ilogico, mas espiritual, no es pensar solo en lo fisico si no lo que simboliza para la persona, por mi parte ami me llena, pero hay otras maneras de modificar tu cuerpo que ami parecer son mas vanales y egocentricas como las operaciones para cambiar tu cuerpo, con mas bubis mas pompis, etc, creeme que no digo esto jusgando, no tengo un hermoso cuerpo no estoy conforme sin embargo tengo que tener amor por mi misma lo que soy y tengo, y aunque no lo creas cuando miro mi tatuaje me gusto mas, me recuerda porque me lo hice que es lo que llevo conmigo y me agrada. Al final de todo lo unico que es necesario es la tolerancia no crees?? aunque no entiendas porque la gnt lo hace, aunque se que a muchos no les gusta simplemente es respetar ese pensamiento disitinto solo eso, veo que eres tolerante sin embargo tal vez te hace falta conocer gente que lleve tatuajes que aprecien por aquel significado que un dia los motivo a realizarlo. :)
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