Esta mañana he asistido a una reunión de trabajo. Nada distinta a tantas otras que a lo largo de ya demasiados años he vivido. Y sin embargo, al acabar, a raíz del comentario de un chaval joven que lleva poco tiempo trabajando con nosotros, me he dado cuenta de que he cambiado; también de que los demás me perciben de otra forma. Pero lo más curioso es que veo el panorama con una absoluta indiferencia, como si no fuera conmigo; seguramente ese es el cambio que más me impresiona. Pero tengo que pensar sobre lo ocurrido y sobre las sensaciones e ideas que me ha suscitado; así que, en vez de hablar de esa reunión, contaré algo más reciente, de hace apenas cuatro horas.
Pues érase que estaba yo sufriendo en el gimnasio (aunque reconozco que me sienta bien) y con mi Ipod a toda máquina. En esta semana lo he puesto siempre en aleatorio; es decir que va reproduciendo al azar una cualquiera de las casi mil canciones que tengo grabadas. Pues bien, todas las veces que estoy en el gimnasio sigo la misma rutina: primero corro en la cinta, luego pesas, luego estiramientos y acabo echándome unos diez minutos y procurando respirar y desconectarme. El caso es que tenía la vaga sensación de que la música que sonaba parecía acompañar adecuadamente al tipo de ejercicio que hacía en cada momento; hoy quise verificar esa impresión.
Y me he quedado alucinado. Mientras corría en la cinta han sonado Up! (Shania Twain), Rock and Roll Music (Beatles), Pulled Up (Talking Heads), Dressed for Success (Roxette), Jones Crusher (Frank Zappa) y Saturday Night's Alright (The Who); es decir, todas canciones bastante marchosas (sobre todo con el volumen a tope) y, además, sucediéndose en orden creciente como si la música fuera ajustándose al incremento de la velocidad de la cinta (desde luego se corre mejor así).
Durante el tiempo de las pesas ha habido un poco de todo: varias de Dylan, otra de Amaral, Demasiado Corazón de Willy Deville, una de los Rolling y la genial 7 seconds de Neneh Cherry con Youssou N'Dour. Digamos que en general movidillas pero no tanto como mientras corría, más cambio de estilos y de ritmos ... como había cambios de aparatos y de grupo muscular.
En los estiramientos va y me suena la Overture (instrumental) de Tommy de los Who que me pareció que ni a propósito mientras me flexionaba tratando de agarrarme los pies. Completé esta parte con Madness de Marlango, quizás no tan ajustada pero tampoco puede decirse que no fuera adecuada para esos ejercicios.
Pero el summun fue lo que ocurrió durante la relajación. Mientras empezaba a concentrarme en la respiración apareció la voz tranquila de Aute con nada más que un piano cantando Volver a verte; a continuación, cuando ya estaba casi dejando mis pensamientos en el stand-by tan perseguido, oigo entre brumas la espléndida voz de Norah Jones (otro piano) cantando Don't miss you at all; y para acabar mi ratito de desconexión (los diez minutos los aproximo con tres canciones) me llega otra mujer, la argentina Sandra Mihanovich y la maravillosa Te Quiero (poema de Benedetti), nuevamente (y van tres seguidas) sólo voz y piano.
Habrá quien no me crea, pero aquí estoy dándole al Ipod hacia atrás y comprobando que éstos, efectivamente, han sido los temas que "aleatoriamente" me han acompañado los 80 minutos de gimnasio de esta tarde. Si los hubiera programado no habría conseguido acertar tanto como el azar. ¿Será que habremos de dejar que sea él quien tome las decisiones?
Pues érase que estaba yo sufriendo en el gimnasio (aunque reconozco que me sienta bien) y con mi Ipod a toda máquina. En esta semana lo he puesto siempre en aleatorio; es decir que va reproduciendo al azar una cualquiera de las casi mil canciones que tengo grabadas. Pues bien, todas las veces que estoy en el gimnasio sigo la misma rutina: primero corro en la cinta, luego pesas, luego estiramientos y acabo echándome unos diez minutos y procurando respirar y desconectarme. El caso es que tenía la vaga sensación de que la música que sonaba parecía acompañar adecuadamente al tipo de ejercicio que hacía en cada momento; hoy quise verificar esa impresión.
Y me he quedado alucinado. Mientras corría en la cinta han sonado Up! (Shania Twain), Rock and Roll Music (Beatles), Pulled Up (Talking Heads), Dressed for Success (Roxette), Jones Crusher (Frank Zappa) y Saturday Night's Alright (The Who); es decir, todas canciones bastante marchosas (sobre todo con el volumen a tope) y, además, sucediéndose en orden creciente como si la música fuera ajustándose al incremento de la velocidad de la cinta (desde luego se corre mejor así).
Durante el tiempo de las pesas ha habido un poco de todo: varias de Dylan, otra de Amaral, Demasiado Corazón de Willy Deville, una de los Rolling y la genial 7 seconds de Neneh Cherry con Youssou N'Dour. Digamos que en general movidillas pero no tanto como mientras corría, más cambio de estilos y de ritmos ... como había cambios de aparatos y de grupo muscular.
En los estiramientos va y me suena la Overture (instrumental) de Tommy de los Who que me pareció que ni a propósito mientras me flexionaba tratando de agarrarme los pies. Completé esta parte con Madness de Marlango, quizás no tan ajustada pero tampoco puede decirse que no fuera adecuada para esos ejercicios.
Pero el summun fue lo que ocurrió durante la relajación. Mientras empezaba a concentrarme en la respiración apareció la voz tranquila de Aute con nada más que un piano cantando Volver a verte; a continuación, cuando ya estaba casi dejando mis pensamientos en el stand-by tan perseguido, oigo entre brumas la espléndida voz de Norah Jones (otro piano) cantando Don't miss you at all; y para acabar mi ratito de desconexión (los diez minutos los aproximo con tres canciones) me llega otra mujer, la argentina Sandra Mihanovich y la maravillosa Te Quiero (poema de Benedetti), nuevamente (y van tres seguidas) sólo voz y piano.
Habrá quien no me crea, pero aquí estoy dándole al Ipod hacia atrás y comprobando que éstos, efectivamente, han sido los temas que "aleatoriamente" me han acompañado los 80 minutos de gimnasio de esta tarde. Si los hubiera programado no habría conseguido acertar tanto como el azar. ¿Será que habremos de dejar que sea él quien tome las decisiones?
Te quiero - Sandra Mihanovich & Celeste Carballo (Mucho más que dos, 1988)
PS: Aquí pongo la última canción que sonó; es una versión distinta de la que tengo en el Ipod: a dos voces y alguito más llena de instrumentación, pero sigue siendo fantástica. Espero que una argentina que vive en Nueva York disfrute oyéndola.
POST REPUBLICADO PROVENIENTE DE YA.COM
Oye pues me he quedado muy relajada después de leerte, ;).
ResponderEliminarPublicado Viernes, 9 Febrero 2007 08:51
Justo mañana voy a comprarme el iPod, que hasta ahora he estado esperando desde diciembre a que llegue el de 80 megas.
ResponderEliminarPero en el MP3, que es lo que he usado hasta el momento, como las tengo ordenadas por título, se mezclan que es un gusto. Así que es casi como si sonaran aletoriamente.
Publicado Viernes, 9 Febrero 2007 09:37
Me encanta esta canción. Me encanta Benedetti.
ResponderEliminarLo del azar... mmm.. no sé yo. Para teorías sobre el azar dirigirse a mi husband y si quieres un ejemplo de una vida regida por el azar lee "El hombre de los dados" de Luke Rhinehar.
Besos
Publicado Viernes, 9 Febrero 2007 11:47
mmm... eso del Ipod es cosa e'mandinga!! (como dirian mis paisanos gauchos...)
ResponderEliminarme encanta esa cancion, letra de Benedetti y musica de Favero (ex marido de Nacha Guevara), cantada tan excepcionalmente por Sandra, acompanada por la hermosa voz de otra gran cantante argentina, Celeste Carballo (y para seguir con el chisme, en esa epoca de la grabacion ellas eran pareja... )
gracias por los recuerdos...
(tambien me hiciste acordar de "7 seconds"...me encanto esa cancion cuando salio, alla a los comienzos de los 90' .... que epocas...)
un beso grande...
Publicado Viernes, 9 Febrero 2007 17:41
Querido Milo, me encantan tus gustos musicales. Desde luego es cosa de meigas pero ¡nunca se sabe con el azar!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por descubrirme ese poema de Benedetti.
Un beso
Publicado Sábado, 10 Febrero 2007 23:36