La crisis económica ha puesto en evidencia la insostenibilidad del modelo laboral español. Los problemas del mercado de trabajo lejos de ser coyunturales son estructurales, afectan a los fundamentos mismos de nuestro modelo sociolaboral ... La gravedad de la situación económica y del empleo descrita exige adoptar una reforma inmediata que proporcione a los operadores económicos y laborales un horizonte de seguridad jurídica y confianza en el que desenvolverse con certeza para conseguir recuperar el empleo ... El Gobierno encarna y sirve a los intereses generales y tiene la obligación de garantizar y satisfacer los intereses de todos aquellos que estén buscando un empleo. La reforma propuesta trata de garantizar tanto la flexibilidad de los empresarios en la gestión de los recursos humanos de la empresa como la seguridad de los trabajadores en el empleo y adecuados niveles de protección social. Esta es una reforma en la que todos ganan, empresarios y trabajadores, y que pretende satisfacer más y mejor los legítimos intereses de todos.
De la Exposición de Motivos del Real Decreto-Ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral
Tesis
Quienes crean la riqueza son los empresarios. Las empresas son las que producen los bienes y servicios que se ponen en el mercado y que son consumidos en base al equilibrio entre la oferta y la demanda en cada momento. Para sobrevivir, obteniendo los beneficios legítimos que motivan la actividad empresarial, cada empresa debe ajustar sus costes, sean de insumos como de mano de obra, a las coyunturas del mercado. El mercado de trabajo (en el que la "mercancía" es la actividad productiva realizada por el trabajador) ha de ser, en consecuencia, lo más "flexible" posible. Si se suprimen (o reducen significativamente) las rigideces laborales se estará fomentando que los empresarios creen puestos de trabajo, al disminuir su "miedo razonable" a asumir costes desproporcionados y perder capacidad de maniobra ante las coyunturas de la economía, máxime en situaciones de crisis como la presente. Ergo, las medidas de "flexibilización" del mercado laboral contribuyen positivamente a la creación de empleo. Esta conclusión viene avalada por el Pacto del Euro, que nos advierte de la necesidad de que las empresas europeas deben ser más competitivas, lo que exige salarios más bajos y condiciones laborales más flexibles, única manera de crear empleo.
Antítesis
La creación de empleo depende en muchísima menor medida de las condiciones laborales que de la demanda que exista de bienes y servicios; si no hay demanda (o es muy escasa) simplemente no hay trabajo (ni empresas). La demanda, por su parte, depende principalmente de la capacidad adquisitiva de la población y ésta, obviamente, depende de que tengan trabajo (con seguridad y salarios suficientes). En consecuencia, la "flexibilización" laboral contribuye inexorablemente al decaimiento de la demanda y, por ende, al agravamiento de la crisis económica. En la disminución del paro poco influyen las reformas del mercado laboral; lo que hay que reformar es el sistema económico y, sobre todo, el criminal, absurdo e improductivo predominio desproporcionadísimo de la economía financiera. Justo lo que no sólo no se toca, sino que se defiende y se socorre a costa de los recursos públicos.
Si no estuviera más que demostrado desde Keynes que este dogma neoliberal (que quizá he caricaturizado un poquillo con fines didácticos) es una falacia teórica, la tozuda realidad histórica se ha encargado repetidamente de demostrar lo mismo. Resulta que hay una correlación positiva entre nivel de salarios y empleo (a salarios más altos más empleo, a salarios más bajos más paro), que los países en los que más "desregulado" está el mercado de trabajo (Estados Unidos) más ha aumentado el desempleo con la crisis y viceversa (Alemania), que las políticas de "endurecimiento" de las condiciones laborales en épocas de depresión han agravado las crisis.
Conclusión
Como hace el más novato de los detectives en una novela policiaca, hay que preguntarse a quién beneficia la desregulación laboral. ¿De verdad, como asegura el reciente Real Decreto-Ley, con esta reforma todos ganamos? Puede que haya motivos justificados para sospechar que no se trata tanto de crear empleo como de avanzar un pasito más en la estrategia del capital, ésa que nos va a llevar (también a ellos) irremediablemente a la catástrofe.
Lies - The Rolling Stones (Some Girls, 1978)
Exactamente.
ResponderEliminarY uno se pregunta ¿son tan tontos como para preferir naufragar en primera clase (los demás hacinados en la sentina)que capear el temporal en un bote salvavidas compartido, más o menos por todos? Pues, sí, prefieren mantener los privilegios del capital y su lema no confeso es "después de mí, el diluvio'
Sonará a discurso trasnochado, pero, hoy en día es evidente que las políticas de los gobiernos están al servicio del capital y no al servicio del pueblo, cuando debería ser lo segundo y no primero lo que justifique su mera existencia y su necesidad.
ResponderEliminarEs un gran error considerar el trabajo o la mano de obra como coste. El trabajo como el capital son siempre bienes de inversión porque ambos producen intereses. Y hasta que no se acepte esto como tal, el capitalismo estará cavando su propia zanja, una zanja revestida de lujos para sus dueños y otra más chunga para nosotros, pero zanja al fin y al cabo.
ResponderEliminarAmaranta.
No sé por qué lo llamas “mentiras neoliberales”, esa ideología siempre lo dejó bien clarito: menos Estado y más libertad económica. Los mentirosos son los políticos y los medios de comunicación que ante tamaña monstruosidad intentan un burdo maquillaje que por lo que se ha visto y asombrosamente: ¡funciona! No obstante, algunos políticos han intentado ser honestos —Sarkozy: “debemos refundar el capitalismo”—, pero más bien parece ser que será el capitalismo el que nos va a refundar a nosotros.
ResponderEliminarAtman: Las llamo "mentiras" porque son sentencias falsas que quienes las enuncian (los neoliberales) lo hacen con la intención de engañarnos. Y, en gran medida, lo consiguen porque incrustan esos "dogmas" como parte del pensamiento único dominante. Por ejemplo, el enunciado oficialmente asumido como dogma por todos los dirigentes económicos al que (oportunistamente) dedico este post -Para crear empleo es necesario "flexibilizar" el mercado de trabajo- se lo cree mucha gente pero es mentira. Una de las muchas mentiras (no errores) de los que se han dado en llamar "neoliberales".
ResponderEliminarEspero que hayas entendido por qué las llamo mentiras.
Cualquier niño de 10 años, con un ejemplo sensillo, entendería la escencia de tu justa antitesis.
ResponderEliminarEchemos a dos empleados mayores de 55 años de la empresa (tienen demasiados derechos laborales y son caros).
En su lugar empleemos a un joven ( si puede ser a un maghrebi o sudamericano; mejor, son aun más baratos) con un contrato precario de 6 meses. Hagamoslo trabajar más horas (está acojonado, no protestará).
Este joven no se casará. No amueblará ni comprará piso ni coche ni ningún extra. Y por supuesto no tendrá los hijos que tanto necesitamos. La espada del paro cuelga encima de su cabeza.
Tampoco habrá consumo por parte de los dos "añejos", está bien claro.
¿ Es que esos imbéciles no llegan a la capacidad mental de un niño de 10 años ?
C.C: Tu conclusión de que quienes nos gobiernan son imbéciles con capacidad mental inferior a la de un niño de 10 años, para ser correcta, tendría que asumir la premisa previa de que con estas reformas del mercado laboral pretenden reducir el paro. Yo creo, sin embargo, que dicha premisa previa es falsa; esos señores no quieren en absoluto reducir el paro (les basta con que los gobernados sean suficientemente imbéciles para creérselo). Por eso, en mi opinión, no son imbéciles, sino mentirosos y malvados.
ResponderEliminarVale, Miroslav. En realidad me refería más bien a los patrones quienes a través de sus lobiistas consiguieron quebrantar derechos adquiridos por los trabajadores a fuerza de luchas por generaciones durante decadas. Como bien dices, el paro les da igual, por eso echan a dos empleados a cambio de uno. La pregunta es ¿ quién les va a comprar sus productos ? Aquí en mi pueblo hasta los chinos están cerrando tiendas.
ResponderEliminarY ahora, para divertirte, lo que acabo de leer en una cadena alemana de noticias ; sabes, donde te ponen una banda abajo de la pantalla con la información más reciente. Ponía : La Deutsche Bahn (ferrocarriles alemanes) informa que en el 2011 2 mil millones de PERSONAS (sic) viajaron con ellos. Para una población de 82 millones, no está nada mal.