Me veo en el doloroso deber moral de dejar constancia de mi indignación ante la descarada injusticia perpetrada ayer sábado por los miembros del Comité Olímpico Internacional. La candidatura de Madrid para sede de las olimpiadas de 2020 fue eliminada en la primera votación cuando es absolutamente incuestionable que era de lejos la mejor, la más merecedora de ser la elegida. Pues no, sin necesidad de ninguna justificación, los señores del COI (banda mafiosa de oligarcas impresentables y decadentes aristócratas) prefirieron primero a Estambul y finalmente a Tokio. Daos cuenta: antes a turcos y orientales que a la histórica capital de la noble raza española. Y es el tercer desprecio consecutivo por lo que ya a nadie pueden quedarle dudas sobre el contundente mensaje: no se quiere a España.
Naturalmente, la explicación es obvia. Envidia, nada más que envidia, de nuestra grandeza. Miserables y ruines, los miembros del COI obedecen fielmente las consignas de nuestros enemigos seculares, demostrándose de modo fehaciente que la vieja conspiración judeo-masónica de la que algunos ingenuos se burlan sigue plenamente activa. Todos los males de nuestra patria tienen sus raíces en este odio secular de tantas ratas envidiosas. ¿Acaso no veis que la profunda crisis –y no sólo económica– que nos atenaza ha sido cuidadosamente diseñada por nuestros enemigos foráneos? Y como palanca para salir de ella, somos tan primaveras de solicitar con humillante insistencia la sede olímpica. Hiervo de rabia al imaginar la vil alegría con la que esas serpientes nos la denegaron, mientras se refocilaban gozosos viéndonos en rastrera súplica.
Porque –y ésta es la cara más dolorosa de la reciente escena– nos hemos arrastrado vilmente ante nuestros verdugos, les hemos regalado la mayor de las satisfacciones olvidando el orgullo hispánico en el que radica el núcleo de nuestra dignidad nacional. ¿Qué queda del espíritu inmortal de España que tantos próceres han encarnado hasta sus consecuencias últimas? Un presidente de la candidatura lloroso, una alcaldesa ridícula, un príncipe de opereta, tales son los principales símbolos del fracaso, de la traición a las esencias patrias. Más de 50 votos garantizados, nos decían los voceros de esta estúpida campaña; Felipe se ha dejado la piel convenciendo a los miembros del COI ... Y que vayan todos los madrileños a la Puerta de Alcalá para que se les quede cara de bobos con esta burla inadmisible.
Pero apelando a la vieja consigna leninista de "cuanto peor, mejor" cabe atisbar en esta nueva humillación el lado positivo: que sea la gota que colma el vaso de nuestra paciencia, que nos haga de una vez por todas despertar nuestra ira y acabar con tantas complacencias cobardes, empezando desde luego por esta monarquía corrupta e inservible (cuyo gran "prestigio" ni siquiera vale para conseguir una denominación olímpica) y siguiendo, como huracán que barre tanta iniquidad, por los gobernantes que, siervos de los amos del mundo, nos venden y traicionan por platos de lentejas y por la extensa chusma de corifeos indignos de habitar esta tierra. Que la vergüenza del sábado nos traiga la purificación de España. Así sea.
PS: Aunque esta aclaración no sea necesaria para mis lectores habituales, me decido a hacerla por si algún desavisado lee este post: va completamente de coña. No vaya a ser que me meta en algún lío.
¿A quién vas a culpar? - Siniestro Total (La Historia del Blues, 2000)
PS: Aunque esta aclaración no sea necesaria para mis lectores habituales, me decido a hacerla por si algún desavisado lee este post: va completamente de coña. No vaya a ser que me meta en algún lío.
Es obvio que vas de coña, Miroslav, pero yo, hablando en serio, te diré que estoy muy feliz de que tampoco le hayan ‘dado’ esta vez los juegos (¡del 20201) a Madrid, primero porque de momento vivo en esa ciudad y sería lo que ‘nos faltaba’, segundo, porque esta es una ciudad con un déficit brutal de instalaciones para deportes de base, que además se han encarecido (subidas de precios municipales), tercero, porque me encanta que se les jodan los negocietes a unos cuantos listos.
ResponderEliminarAhora bien, tras este tercer fracaso, espero que dejen ya de presentar la candidatura madrileña, un poco de dignidad por favor (los del COI son también una panda de chorizos que fingen tomar las decisiones sin ninguna ‘presión’: ¡Ja!), sobre todo porque cada vez que se presentan se gastan unos millones en la promoción de la candidatura dichosa.
Propongo que nos presentemos para las olimpiadas de un año…impar (y rojo)
Me encanta tu ironía.
ResponderEliminarEso es, no hay derecho, y encima con todos los miles de millones que nos sobran... Es que es incomprensible.
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