Estos días de Semana Santa, a diferencia de otros años, no he salido de viaje, pero como una forma entretenida de desconectar, estoy haciendo turismo mediante GoogleEarth e Internet. No es lo mismo, desde luego, pero no deja de ser tremendamente interesante descubrir y curiosear sobre sitios que es bastante probable que no visite nunca. Se me ocurre que podría abrir una sección del blog dedicada a estas excursiones exóticas. Aunque los míos no sean viajes tan extraordinarios como los de Verne, compartirán la misma naturaleza virtual (en mi caso, con la enorme ventaja que da internet, de la que no pudo disfrutar el bretón si bien llegó a imaginarla). Así, por ejemplo, decido desplazarme a la isla que ostenta el curioso título de ser el lugar poblado más remoto del mundo. Me refiero a Tristán da Cunha, la mayor de las tres que conforman el archipiélago de su mismo nombre, situada en el medio del Atlántico Sur, a 37ºS y 12ºW. Como se ve en el mapa de situación que adjunto, dista unos 2.800 km de Ciudad del Cabo y 3.300 km de Río de Janeiro; algo más cerca, a unos 2.400 al norte, está la isla de Santa Helena (en la que murió Napoleón), la capital administrativa del Territorio británico de Ultramar del que forma parte Tristán da Cunha.
Se trata de una isla sensiblemente redonda, de unos diez kilómetros de diámetro, que no llega a alcanzar los 100 km2. Es un volcán, con un cono central pelado (el pico se llama Queen Mary, de 2062 m) y unas laderas boscosas que llegan hasta el borde marino con acantilados. En este esquema geomorfológico general destacan algunas pequeñas plataformas de isla baja, tendidas hacia el mar, como la situada al noroeste, que es donde se dispone el asentamiento humano, que tiene el pomposo nombre de Edimburgo de los siete mares (271 habitantes). Aunque estamos a más de siete mil kilómetros, la apariencia de la isla, en fotografías tanto aéreas como "pedestres", me ha recordado a las Canarias occidentales. De hecho, esta misma impresión le debieron transmitir a Edgar Allan Poe y así la plasmó en el relato de su intrépido Arthur Gordon Pym (1838):
Este archipiélago, ya muy conocido y que consta de tres islas circulares, fue descubierto primeramente por los portugueses, y visitado después por los holandeses en 1643 y por los franceses en 1767. Las tres islas forman en conjunto un triángulo, y distan unas de otras como diez millas, existiendo entre ellas anchos pasos. La costa en todas ellas es muy alta, especialmente en la de Tristán de Cunha propiamente dicha. Ésta es la más grande del grupo, pues tiene quince millas de circunferencia, y tan elevada que se la puede divisar, con tiempo claro, a una distancia de ochenta o noventa millas. Una parte de la costa hacia el norte se eleva a más de trescientos metros perpendicularmente sobre el mar. A esta altura una meseta se extiende casi hasta el centro de la isla, y desde esa meseta se alza un elevadísimo cono como el de Tenerife. La mitad inferior de este cono está cubierta de árboles de gran tamaño; pero la región superior es roca desnuda, por lo general oculta entre las nubes y cubierta de nieve durante la mayor parte del año. No hay bajos fondos ni otros peligros en los alrededores de la isla, siendo las costas notablemente escarpadas y de profundas aguas. En la costa del noroeste se halla una bahía, con una playa de arena negra donde puede efectuarse con facilidad un desembarco con botes, siempre que sople viento del sur. Allí se puede uno procurar en seguida gran cantidad de agua excelente, y también se pesca con anzuelo y caña bacalao y otros peces.
Este pedacito de tierra en medio de la inmensidad marina estuvo deshabitado (me refiero a nuestra especie) hasta principios del siglo XIX. Durante los últimos casi doscientos años un pequeño grupo de personas, de un todavía menor número de familias, han logrado sobrevivir y constituir una comunidad estable que se muestra orgullosa de ello (y supongo que no les falta razón). Me llama la atención, por ejemplo, que desde sus orígenes, los tres primeros colonos (sólo de uno de ellos perviven descendientes) sellaron un acuerdo mediante el cual la comunidad se regiría por una especie de comunismo cooperativo, carente de estructuras jerárquicas de autoridad (aunque no se abolía la propiedad privada). En la actualidad, según dicen en su página web, se siguen manteniendo esas reglas igualitarias, lo que se traduce en un reparto equitativos de las parcelas de cultivo, así como de la cabaña y los pastos, y en la existencia de una especie de pluriempleo generalizado con una organización muy flexible del tiempo. Agricultura, ganadería, caza y pesca de supervivencia; manufactura para la exportación de langostas; edición de sellos para coleccionistas; algo de turismo y comercio; trabajos asalariados entre ellos y para el gobierno; remesas que llegan desde el exterior ... Una economía mixta muy diversificada; muchos poquitos que parece que bastan (en la actualidad) para mantener al pequeño grupo humano contento y boyante.
La administración de la Isla se ajusta a las leyes británicas y cuenta con un representante de su graciosa majestad que las aplica, pero también hay leyes propias (que en caso de conflicto prevalecen sobre las inglesas), así como un consejo de isleños de trece miembros que comparten las tareas de gobierno. Una de las funciones que compete a este Consejo Insular de gobierno es, por ejemplo, autorizar el acceso de visitantes a Tristán. Si uno quiere ir a la isla no puede plantarse en Ciudad del Cabo (que es de donde salen los barcos) y viajar allí, sino que previamente ha de solicitarlo al administrador aportando información personal y esperar la aceptación de los isleños. No parece que tengan muchas ganas de convertirse en un destino turístico, aunque cuentan con seis pequeñas casas destinadas al alojamiento de visitantes (a 20 libras por persona y noche; muy barato) y presumen de ser muy hospitalarios. De otra parte, no se permite a ningún foráneo adquirir propiedades inmuebles en Tristán ni establecerse de forma definitiva, aunque (según dicen) muchos lo hayan intentado envidiosos de una organización social a la que califican de utópica. En este sentido, los últimos habitantes del exterior que llegaron a la isla fueron dos italianos en 1892. A partir de entonces, parece que no ha habido aportación genética exterior; curioso, ¿verdad?
Como he dicho, he pasado un buen tiempo fisgando virtualmente esta isla y leyendo sobre ella y sus habitantes (al final del post dejo una lista de las páginas web referidas a Tristan da Cunha). El sitio posee una naturaleza -fauna, flora y gea- espléndida (véanse esos pingüinos autóctonos que parecen punkies) y un clima bastante privilegiado. La "antropización" del territorio, dado el pequeño número de habitantes, es obviamente limitada; además, los resultados de la actividad humana son de alto interés etnológico, tales como, por ejemplo, los campos de patatas (Potato Patches). Pero lo que a mí me asombra sobre todo es el empeño y constancia de ese pequeño grupo de humano de sobrevivir en ese volcán aislado en el océano. Uno se lee la historia de estos últimos dos siglos y no hace falta tener demasiada imaginación para entender lo duras que han tenido que ser las vidas de estas gentes (y, aunque menos, deben seguirlo siendo; en ese sentido es relevante el dato del consumo de whisky: 300 botellas a la semana). En fin, aunque como ya he dicho no creo que nunca llegue a visitar este archipiélago (suponiendo que me autorizasen), lo que desde luego tengo claro es que no sería capaz de vivir en esas condiciones.
PÁGINAS DE INTERNET PARA QUIEN QUIERA CURIOSEAR SOBRE TRISTAN DA CUNHA
En primer lugar, las inevitables de la Wikipedia, que ya enlazo más arriba. Por supuesto, las de la wiki inglesa dan más información: la de Tristan de Cunha y la de Edimburgo de los Siete Mares.
Sin duda, la web con más información es la elaborada por la Asociación Tristan da Cunha del Reino Unido en colaboración con la propia comunidad isleña. Supongo que se puede considerar la Web Oficial de la Isla. Cuenta con un montón de secciones que dan una idea bastante detallada de cómo es la Tristán y la vida allí. Por supuesto, está en inglés; los capítulos a través de los cuales sintetizan la historia de la isla, como me han parecido especialmeente interesantes, los he traducido (sin excesivo rigor, he de reconocer) y están disponibles aquí.
Tristan da Cunha cuenta también, desde 2007, con un periódico online, el Tristan Times. Parece que la encargada es Sarah Glass, descendiente del primero de los colonos.
Hay una web muy curiosa (y muy bien diseñada) dedicada a las Islas del Atlántico Sur y subantárticas, con abundantes secciones dedicadas a Tristan da Cunha. Su autor es Paul Carroll, un inglés de 55 años que se ha dedicado durante muchos años a la sperforaciones petrolíferas en muchas partes del mundo y a quien le interesan estas islas remotas y también el rugby. La web me parece muy buena, sólo que me da la impresión que lleva tiempo sin actualizarse.
Si lo que se quiere es ver fotos, la mejor web es una llamada Tristan da Cunha 500 years, con 180 imágenes, de no demasiada alta resolución. En esta otra página se recoge una selección de fotografías de Roland Svensson, un artista que visitó la isla durante los 60, los 70 y los 80. Naturalmente, se pueden ver las fotos (no demasiadas) que aloja Panoramio y que están referenciadas en GoogleEarth. También se pueden encontrar algunas en Flickr si se escribe Tristan da Cunha (aparecerán varias de un grupo musical con ese nombre).
Por último (hay más, pero esto no es una tesis doctoral) he encontrado un blog ciertamente entretenido dedicado a cosas raras que el 29 de noviembre pasado, bajo el título ¿dónde exiliarías al líder inepto que ha arruinado tu país?, presenta un post sobre Tristan da Cunha.
Se trata de una isla sensiblemente redonda, de unos diez kilómetros de diámetro, que no llega a alcanzar los 100 km2. Es un volcán, con un cono central pelado (el pico se llama Queen Mary, de 2062 m) y unas laderas boscosas que llegan hasta el borde marino con acantilados. En este esquema geomorfológico general destacan algunas pequeñas plataformas de isla baja, tendidas hacia el mar, como la situada al noroeste, que es donde se dispone el asentamiento humano, que tiene el pomposo nombre de Edimburgo de los siete mares (271 habitantes). Aunque estamos a más de siete mil kilómetros, la apariencia de la isla, en fotografías tanto aéreas como "pedestres", me ha recordado a las Canarias occidentales. De hecho, esta misma impresión le debieron transmitir a Edgar Allan Poe y así la plasmó en el relato de su intrépido Arthur Gordon Pym (1838):
Este archipiélago, ya muy conocido y que consta de tres islas circulares, fue descubierto primeramente por los portugueses, y visitado después por los holandeses en 1643 y por los franceses en 1767. Las tres islas forman en conjunto un triángulo, y distan unas de otras como diez millas, existiendo entre ellas anchos pasos. La costa en todas ellas es muy alta, especialmente en la de Tristán de Cunha propiamente dicha. Ésta es la más grande del grupo, pues tiene quince millas de circunferencia, y tan elevada que se la puede divisar, con tiempo claro, a una distancia de ochenta o noventa millas. Una parte de la costa hacia el norte se eleva a más de trescientos metros perpendicularmente sobre el mar. A esta altura una meseta se extiende casi hasta el centro de la isla, y desde esa meseta se alza un elevadísimo cono como el de Tenerife. La mitad inferior de este cono está cubierta de árboles de gran tamaño; pero la región superior es roca desnuda, por lo general oculta entre las nubes y cubierta de nieve durante la mayor parte del año. No hay bajos fondos ni otros peligros en los alrededores de la isla, siendo las costas notablemente escarpadas y de profundas aguas. En la costa del noroeste se halla una bahía, con una playa de arena negra donde puede efectuarse con facilidad un desembarco con botes, siempre que sople viento del sur. Allí se puede uno procurar en seguida gran cantidad de agua excelente, y también se pesca con anzuelo y caña bacalao y otros peces.
Este pedacito de tierra en medio de la inmensidad marina estuvo deshabitado (me refiero a nuestra especie) hasta principios del siglo XIX. Durante los últimos casi doscientos años un pequeño grupo de personas, de un todavía menor número de familias, han logrado sobrevivir y constituir una comunidad estable que se muestra orgullosa de ello (y supongo que no les falta razón). Me llama la atención, por ejemplo, que desde sus orígenes, los tres primeros colonos (sólo de uno de ellos perviven descendientes) sellaron un acuerdo mediante el cual la comunidad se regiría por una especie de comunismo cooperativo, carente de estructuras jerárquicas de autoridad (aunque no se abolía la propiedad privada). En la actualidad, según dicen en su página web, se siguen manteniendo esas reglas igualitarias, lo que se traduce en un reparto equitativos de las parcelas de cultivo, así como de la cabaña y los pastos, y en la existencia de una especie de pluriempleo generalizado con una organización muy flexible del tiempo. Agricultura, ganadería, caza y pesca de supervivencia; manufactura para la exportación de langostas; edición de sellos para coleccionistas; algo de turismo y comercio; trabajos asalariados entre ellos y para el gobierno; remesas que llegan desde el exterior ... Una economía mixta muy diversificada; muchos poquitos que parece que bastan (en la actualidad) para mantener al pequeño grupo humano contento y boyante.
La administración de la Isla se ajusta a las leyes británicas y cuenta con un representante de su graciosa majestad que las aplica, pero también hay leyes propias (que en caso de conflicto prevalecen sobre las inglesas), así como un consejo de isleños de trece miembros que comparten las tareas de gobierno. Una de las funciones que compete a este Consejo Insular de gobierno es, por ejemplo, autorizar el acceso de visitantes a Tristán. Si uno quiere ir a la isla no puede plantarse en Ciudad del Cabo (que es de donde salen los barcos) y viajar allí, sino que previamente ha de solicitarlo al administrador aportando información personal y esperar la aceptación de los isleños. No parece que tengan muchas ganas de convertirse en un destino turístico, aunque cuentan con seis pequeñas casas destinadas al alojamiento de visitantes (a 20 libras por persona y noche; muy barato) y presumen de ser muy hospitalarios. De otra parte, no se permite a ningún foráneo adquirir propiedades inmuebles en Tristán ni establecerse de forma definitiva, aunque (según dicen) muchos lo hayan intentado envidiosos de una organización social a la que califican de utópica. En este sentido, los últimos habitantes del exterior que llegaron a la isla fueron dos italianos en 1892. A partir de entonces, parece que no ha habido aportación genética exterior; curioso, ¿verdad?
Como he dicho, he pasado un buen tiempo fisgando virtualmente esta isla y leyendo sobre ella y sus habitantes (al final del post dejo una lista de las páginas web referidas a Tristan da Cunha). El sitio posee una naturaleza -fauna, flora y gea- espléndida (véanse esos pingüinos autóctonos que parecen punkies) y un clima bastante privilegiado. La "antropización" del territorio, dado el pequeño número de habitantes, es obviamente limitada; además, los resultados de la actividad humana son de alto interés etnológico, tales como, por ejemplo, los campos de patatas (Potato Patches). Pero lo que a mí me asombra sobre todo es el empeño y constancia de ese pequeño grupo de humano de sobrevivir en ese volcán aislado en el océano. Uno se lee la historia de estos últimos dos siglos y no hace falta tener demasiada imaginación para entender lo duras que han tenido que ser las vidas de estas gentes (y, aunque menos, deben seguirlo siendo; en ese sentido es relevante el dato del consumo de whisky: 300 botellas a la semana). En fin, aunque como ya he dicho no creo que nunca llegue a visitar este archipiélago (suponiendo que me autorizasen), lo que desde luego tengo claro es que no sería capaz de vivir en esas condiciones.
PÁGINAS DE INTERNET PARA QUIEN QUIERA CURIOSEAR SOBRE TRISTAN DA CUNHA
En primer lugar, las inevitables de la Wikipedia, que ya enlazo más arriba. Por supuesto, las de la wiki inglesa dan más información: la de Tristan de Cunha y la de Edimburgo de los Siete Mares.
Sin duda, la web con más información es la elaborada por la Asociación Tristan da Cunha del Reino Unido en colaboración con la propia comunidad isleña. Supongo que se puede considerar la Web Oficial de la Isla. Cuenta con un montón de secciones que dan una idea bastante detallada de cómo es la Tristán y la vida allí. Por supuesto, está en inglés; los capítulos a través de los cuales sintetizan la historia de la isla, como me han parecido especialmeente interesantes, los he traducido (sin excesivo rigor, he de reconocer) y están disponibles aquí.
Tristan da Cunha cuenta también, desde 2007, con un periódico online, el Tristan Times. Parece que la encargada es Sarah Glass, descendiente del primero de los colonos.
Hay una web muy curiosa (y muy bien diseñada) dedicada a las Islas del Atlántico Sur y subantárticas, con abundantes secciones dedicadas a Tristan da Cunha. Su autor es Paul Carroll, un inglés de 55 años que se ha dedicado durante muchos años a la sperforaciones petrolíferas en muchas partes del mundo y a quien le interesan estas islas remotas y también el rugby. La web me parece muy buena, sólo que me da la impresión que lleva tiempo sin actualizarse.
Si lo que se quiere es ver fotos, la mejor web es una llamada Tristan da Cunha 500 years, con 180 imágenes, de no demasiada alta resolución. En esta otra página se recoge una selección de fotografías de Roland Svensson, un artista que visitó la isla durante los 60, los 70 y los 80. Naturalmente, se pueden ver las fotos (no demasiadas) que aloja Panoramio y que están referenciadas en GoogleEarth. También se pueden encontrar algunas en Flickr si se escribe Tristan da Cunha (aparecerán varias de un grupo musical con ese nombre).
Por último (hay más, pero esto no es una tesis doctoral) he encontrado un blog ciertamente entretenido dedicado a cosas raras que el 29 de noviembre pasado, bajo el título ¿dónde exiliarías al líder inepto que ha arruinado tu país?, presenta un post sobre Tristan da Cunha.
CATEGORÍA: Sitios que probablemente no visitaré nunca
Queda patente que a veces la distancia no se mide en kilómetros...
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con las peculiaridades de esta isla.
Saludos
Sombra
Cuantos lugares curiosos esconde nuestro mundo!!! Tu post no es una tesis doctoral pero está muy bien documentado y explicado de forma atractiva. Me ha gustado descubrir este lugar que ni sabía de su existencia. Muy curiosa la forma de organización de la economía cooperativa.
ResponderEliminarBesos,
Una especie de comuna de doscientos años. Magnífico.
ResponderEliminarLos nombres son de lo mas curioso, por destacar algo de tan fantástico lugar.
¡Hay que ver qué cosas se te ocurren cuando estás ocioso !
Una pregunta:¿la última foto es de tu cara, al imaginarte allí viviendo?
Un beso, no te enfades
Hay un reportaje sobre estas islas, que emitieron en la televisión catalana (programa THALASSA, dedicado a reportajes sobre temas marinos) y que explicaba todo lo que tú explicas (y muy bien, por cierto).
ResponderEliminarLas imágenes eran de un sitio hasta cierto punto idílico, porque yo tampoco se si podría vivir en un sitio tan apartado (los barcos de Ciudad del Cabo sólo llegan de tanto en tanto), pero para unas vacaciones quizás.....
El caso es que debe enganchar porque durante los años 60-70, más o menos, toda la gente de la isla se tuvo que exiliar por la actividad volcánica a las Islas Británicas y la mayoría, una vez pasado el peligro en unos cinco años, volvieron, contra la opinión de la administración británica.
Ni sabía que existiera este lugar. Ha resultado un "viaje" de lo más ameno y agradable. Si haces una sección con estos "viajes virtuales" creo que voy a disfrutarlo mucho :)
ResponderEliminarBesos
miros.. helous...
ResponderEliminarno tenia ni idea de estas tierras.. buen post..
independientemente de esto... dos cosas..
1) tenes facebook ese?? tu eres ese Xavier????
2) pos el mensaje en mi post de ayer deduzco que ha sido tu cumple??? que ya me alcanzaste??? pos si fue asi..
feliz cumple atrasado....o es el 4 de agosto???
bss
Sombra y Adela : Sí que es un lugar curioso. Me alegro de que les haya interesado.
ResponderEliminarMery: No te puedes ni imaginar la de cosas que se me ocurren cuando estoy ocioso (y hasta cuando no lo estoy); ojalá pudiera multiplicar el tiempo de que dispongo. Y sí, te has dado cuenta, puse mi foto, aunque es de hace algunos años, en mi época punki.
Silvia: Desconocía que la tele catalana hubiera emitido un reportaje sobre esas islas. Lo que sí sabía era lo del volcán; lo cuentan en la parte histórica de su web, que traduje al castellano.
Nanny: Pues no descarto que algún que otro viajecillo virtual venga a parar al blog. Me alegro de que éste te resultara ameno.
MarieLu: No no fue mi cumple (¿te di a entender eso?). En todo lo de más tu información es correcta, pero no me seas indiscreta, please.
¡Wow! No sabía nada de esa isla y me has dado ganas de conocerla. Sobre todo me encantaría ver en vivo a esos pingüinos punkies, je, je.
ResponderEliminarA mí también me da por viajar virtualmente con Google Earth. Y de hecho me gusta volver a hacer viajes que ya hice en la vida real. Como el Camino de Santiago que hice hace un par de años y recientemente volví a recorrer virtualmente. ;)
Un beso