Bob Dylan - Winterlude (New Morning, 1970)
El tiempo pasa lentamente aquí arriba. Hay pocas cosas que hacer: sentarse en el porche de cara al puente que nunca nadie cruza, remontar el arroyo hasta el manantial de la cascada, atrapar los peces que se empeñan en nadar contra corriente. El tiempo pasa muy lentamente si te has enredado en un sueño.
Pienso en ella (a veces, con frecuencia, siempre). Fue hace tanto o quizá no. Era mi novia: tierna, tan hermosa como sólo pueden serlo las primeras novias con dieciséis años. Nos sentábamos muy juntos, en las viejas sillas de anea de la cocina de su casa, mientras su madre preparaba eternos potajes. Mirábamos con una sola mirada hacia el cielo estrellado, hacia lo más alto, lo más lejano ... El tiempo también pasa lentamente cuando estás enamorado.
Ahora, aquí arriba, no escucho el fragor del infierno. Hablo con ella (a veces, con frecuencia, siempre); le consulto si convendría bajar, acercarse hasta la ciudad, visitar los viejos lugares, sentir la velocidad del tiempo. No me contesta, claro, ¿por qué habría de hacerlo? No hay ninguna razón para moverse, ni para ir hacia un lado o hacia el otro. Somos piedras, depósitos del tiempo.
El sueño, aquí arriba, es dulce, de colores pastel, con gusto a melancolía acaramelada. No queda ya casi nada de los dolorosos zarpazos de aquellas pesadillas, la hoja del cuchillo ensangrentada, lluvia de langostas, el odio que todo lo devora, el abrazo que se quiebra. Anhelo (a veces, con frecuencia, siempre) los besos que no pudimos a darnos, pero no me quedan lágrimas para llorarlos.
Huí aterrado a esconderme en las montañas. Fue hace tanto o quizá no. Era mía y me la arrebataron pero es que todo ocurrió tan deprisa. No es así aquí arriba, donde cada día florece una rosa roja, borbollón de sangre, y donde las noches son del color negro que es el de la muerte, pero también el del odio. Donde el tiempo pasa lentamente para que en él se desvanezcan los recuerdos.
Pienso en ella (a veces, con frecuencia, siempre). Fue hace tanto o quizá no. Era mi novia: tierna, tan hermosa como sólo pueden serlo las primeras novias con dieciséis años. Nos sentábamos muy juntos, en las viejas sillas de anea de la cocina de su casa, mientras su madre preparaba eternos potajes. Mirábamos con una sola mirada hacia el cielo estrellado, hacia lo más alto, lo más lejano ... El tiempo también pasa lentamente cuando estás enamorado.
Ahora, aquí arriba, no escucho el fragor del infierno. Hablo con ella (a veces, con frecuencia, siempre); le consulto si convendría bajar, acercarse hasta la ciudad, visitar los viejos lugares, sentir la velocidad del tiempo. No me contesta, claro, ¿por qué habría de hacerlo? No hay ninguna razón para moverse, ni para ir hacia un lado o hacia el otro. Somos piedras, depósitos del tiempo.
El sueño, aquí arriba, es dulce, de colores pastel, con gusto a melancolía acaramelada. No queda ya casi nada de los dolorosos zarpazos de aquellas pesadillas, la hoja del cuchillo ensangrentada, lluvia de langostas, el odio que todo lo devora, el abrazo que se quiebra. Anhelo (a veces, con frecuencia, siempre) los besos que no pudimos a darnos, pero no me quedan lágrimas para llorarlos.
Huí aterrado a esconderme en las montañas. Fue hace tanto o quizá no. Era mía y me la arrebataron pero es que todo ocurrió tan deprisa. No es así aquí arriba, donde cada día florece una rosa roja, borbollón de sangre, y donde las noches son del color negro que es el de la muerte, pero también el del odio. Donde el tiempo pasa lentamente para que en él se desvanezcan los recuerdos.
Bob Dylan - Time passes slowly (New Morning, 1970)
PS: Por supuesto, un plagio casi literal de esta segunda canción de Dylan.
Todo lo que no es tradición es plagio, y esto es tradición, de la mejor, la de la música del pasado siglo. Y muy bien recreada, contada, narrada, ya sabes, my friend, the anser is blowing in the...
ResponderEliminarFantástico.
ResponderEliminarIncluso con un poco de imaginación podría algún lector iamaginar que el monologuista/narrador habla desde una especie de 'cielo' u otra dimensión.
Muy sugerente, Miroslav. A veces, con frecuencia, siempre, te sale la vena poética, la inspiración te da un toque.
[Estoy pergeñando y dudando si colgar un post - nada poético - al que posiblemente y con suerte prestarías un comentario miroslaviano. El resto de la troupe me caerá encima a gorrazos.]