Hay quienes creen que todo lo que sucede se comporta según una ley, obedece a alguna regla, aunque todavía no se conozca. Naturalmente, quienes esto creen piensan que la ley que explica el comportamiento de cada acontecimiento es lógica, científica. La ciencia es pues el refugio de nuestra incomprensión, en donde encontramos las explicaciones, aunque haya que seguir profundizando en su conocimiento (progreso científico).
Con frecuencia, estas actitudes científicas se presentan enfrentadas a las llamadas "creencias" y, muy en especial, a todos los fenómenos denominados paranormales, espirituales, mágicos, esotéricos ... Sin embargo, en mi humilde opinión, no hay tal contradicción (al menos en el plano lógico-formal); simplemente son discursos paralelos, empeñados en no tocarse ni escucharse.
La lógica (y el método científico que en ella se apoya) es nuestro sistema operativo para entender el mundo. Por supuesto es una herramienta tremendamente práctica porque, entre otras cosas, nos permite predecir el devenir de los acontecimientos. Observamos fenómenos y buscamos su "lógica"; cuando "descubrimos" la ley que los rige, somos capaces de saber lo qué ha de ocurrir cuando se verifican las premisas correspondientes; incluso podemos hacer que ocurra.
Claro que a veces las reglas tienen excepciones. Es decir, hemos comprobado que dados A y B siempre se sigue C y establecemos la Ley A ^ B --> C, hasta que un día aparece D. Entonces, científicamente, hemos de revisar la Ley, porque puede que además de A y B se haya metido X que desvirtúa sus efectos, o que A y B no sean tan A y B como otras veces, o que siempre con A y B estaba Z y esta vez le ha dado por ausentarse ... O que la Ley esté mal.
Pero puede que la Ley no esté del todo mal; es decir, que sea "casi" siempre válida, porque en la mayoría de los casos no sale D sino C. Entonces se puede enunciar como que dados A y B casi siempre sigue C, aunque a veces, no sabemos todavía por qué, ocurre D (o E o F). Esto ha ocurrido con frecuencia en la Física y ha obligado a generalizar las teorías (cuando se ha logrado enunciar una teoría más general).
Afortunadamente para el progreso material de la humanidad, la mayoría de lo que conforma el "mundo exterior" tiende a comportarse de forma que, en algún momento, somos capaces de modelizar con una Ley. Pero eso no demuestra demasiado, ni siquiera demuestra la existencia autónoma de lo que creemos explicar.
Me apetece evocar ahora las ya tan viejas alucinaciones de la realidad como sueño pero, para actualizarlas algo, aludiré a Matrix (que viene a ser lo mismo). Supongamos pues que el mundo que vivimos es virtual, un sueño, un programa de simulación en el que estamos. Lógicamente, lo que ocurre en este entorno es muy lógico y nosotros, criaturas de esa lógica, jugamos a descubrir la lógica del sistema, superando niveles de dificultad.
Puestos a desbarrar, podría haber otros entornos con otros tipos de lógicas, incluso podría haber mundos exteriores no virtuales. En todo caso, ¿habría realmente diferencias entre virtual y real? Conste que esto de los universos paralelos no es una simple alucinación tras el canuto del sábado noche; hay algunos "locos", y pese a ellos físicos, que elucubran sobre teorías derivadas de la relatividad que transitan por estos parajes. Por supuesto, incomprobables empíricamente.
Lo cierto que la lógica (y el método científico) es una herramienta y vale para lo que vale (que es muchísimo). Toda herramienta sabe (desde el saber de su propia esencia) que hay cosas para las que no vale. La humildad necesaria consiste en asumir que no se es la medida de la realidad. Una hipótesis absolutamente lógica es que puede haber cosas que no sean lógicas, que no obedezcan a ninguna Ley. No que no conozcamos todavía la Ley a que obedecen, sino que no la tienen. (Aun así seguiremos buscándola porque, como el escorpión de la ranita, está en nuestra naturaleza, afortunadamente).
En algunas metafísicas (no me estoy refiriendo a los escritos esotéricos que en los últimos tiempos han dado en así llamarse, sino a la tradicional rama de la filosofía) se discutía sobre que la mera enunciación de la posibilidad implicaba la existencia. Luego venía todo el rollo de la potencialidad del ser y si derivábamos hacia la escolástica (con todos sus neos) se iniciaba casi siempre un sesgo hacia el concepto de Dios. En fin, no iré por ahí (entre otras cosas, porque me pierdo), pero sí apunto que la propia idea de Dios, a partir de los avances de la informática, podría replantearse en términos bastante sugerentes. Sí es más pertinente recordar que la reflexión sobre el alcance de la ciencia, sobre si ésta es capaz de conocer (y explicar) la realidad, es en sí misma una rama de la filosofía (y de la propia ciencia) nada desdeñable: la epistemología.
Y como he mencionado a Dios, aprovecharé para decir, a modo de ejemplo, que soy ateo; es decir, que creo que Dios no existe (¿y qué es Dios?). Sin embargo, he de admitir que es posible que Dios exista, a pesar de ser, a mi modo de ver la negación de cualquier Ley lógica (o justamente por eso, como diría el de Aquino). O sea que cabe tanto que Dios sea real como que también estemos en el universo informático de Matrix; y en ambos casos, hay una imposibilidad ontológica de conocerlo (y mucho menos explicarlo) desde nuestra amadísima lógica.
Y a pesar de la radical anti-lógica de Dios, este concepto (y especialmente sus múltiples derivadas religiosas) resulta bastante respetable en nuestro mundo tan científico. Confíamos en Dios (in God we trust) y también en la Ciencia. No así en otras creencias, al menos hasta que la lógica las haga respetables.
Concluyendo (hasta yo me aburro de lo que escribo), que creo que creer que las cosas ocurren obedeciendo leyes científicas (aunque todavía las desconozcamos) es también una creencia. Y que creo que creerlo cumple, al igual que en el caso de Dios, una función psicológica tranquilizante, porque nuestra psique está diseñada para necesitar explicaciones. No obstante, la ciencia, a diferencia de Dios, funciona en muchísimas más ocasiones y sobre todo (también a diferencia de Dios) resulta mucho más beneficiosa para la humanidad (no siempre).
Pero también creo que puede haber realidades no lógicas.
Con frecuencia, estas actitudes científicas se presentan enfrentadas a las llamadas "creencias" y, muy en especial, a todos los fenómenos denominados paranormales, espirituales, mágicos, esotéricos ... Sin embargo, en mi humilde opinión, no hay tal contradicción (al menos en el plano lógico-formal); simplemente son discursos paralelos, empeñados en no tocarse ni escucharse.
La lógica (y el método científico que en ella se apoya) es nuestro sistema operativo para entender el mundo. Por supuesto es una herramienta tremendamente práctica porque, entre otras cosas, nos permite predecir el devenir de los acontecimientos. Observamos fenómenos y buscamos su "lógica"; cuando "descubrimos" la ley que los rige, somos capaces de saber lo qué ha de ocurrir cuando se verifican las premisas correspondientes; incluso podemos hacer que ocurra.
Claro que a veces las reglas tienen excepciones. Es decir, hemos comprobado que dados A y B siempre se sigue C y establecemos la Ley A ^ B --> C, hasta que un día aparece D. Entonces, científicamente, hemos de revisar la Ley, porque puede que además de A y B se haya metido X que desvirtúa sus efectos, o que A y B no sean tan A y B como otras veces, o que siempre con A y B estaba Z y esta vez le ha dado por ausentarse ... O que la Ley esté mal.
Pero puede que la Ley no esté del todo mal; es decir, que sea "casi" siempre válida, porque en la mayoría de los casos no sale D sino C. Entonces se puede enunciar como que dados A y B casi siempre sigue C, aunque a veces, no sabemos todavía por qué, ocurre D (o E o F). Esto ha ocurrido con frecuencia en la Física y ha obligado a generalizar las teorías (cuando se ha logrado enunciar una teoría más general).
Afortunadamente para el progreso material de la humanidad, la mayoría de lo que conforma el "mundo exterior" tiende a comportarse de forma que, en algún momento, somos capaces de modelizar con una Ley. Pero eso no demuestra demasiado, ni siquiera demuestra la existencia autónoma de lo que creemos explicar.
Me apetece evocar ahora las ya tan viejas alucinaciones de la realidad como sueño pero, para actualizarlas algo, aludiré a Matrix (que viene a ser lo mismo). Supongamos pues que el mundo que vivimos es virtual, un sueño, un programa de simulación en el que estamos. Lógicamente, lo que ocurre en este entorno es muy lógico y nosotros, criaturas de esa lógica, jugamos a descubrir la lógica del sistema, superando niveles de dificultad.
Puestos a desbarrar, podría haber otros entornos con otros tipos de lógicas, incluso podría haber mundos exteriores no virtuales. En todo caso, ¿habría realmente diferencias entre virtual y real? Conste que esto de los universos paralelos no es una simple alucinación tras el canuto del sábado noche; hay algunos "locos", y pese a ellos físicos, que elucubran sobre teorías derivadas de la relatividad que transitan por estos parajes. Por supuesto, incomprobables empíricamente.
Lo cierto que la lógica (y el método científico) es una herramienta y vale para lo que vale (que es muchísimo). Toda herramienta sabe (desde el saber de su propia esencia) que hay cosas para las que no vale. La humildad necesaria consiste en asumir que no se es la medida de la realidad. Una hipótesis absolutamente lógica es que puede haber cosas que no sean lógicas, que no obedezcan a ninguna Ley. No que no conozcamos todavía la Ley a que obedecen, sino que no la tienen. (Aun así seguiremos buscándola porque, como el escorpión de la ranita, está en nuestra naturaleza, afortunadamente).
En algunas metafísicas (no me estoy refiriendo a los escritos esotéricos que en los últimos tiempos han dado en así llamarse, sino a la tradicional rama de la filosofía) se discutía sobre que la mera enunciación de la posibilidad implicaba la existencia. Luego venía todo el rollo de la potencialidad del ser y si derivábamos hacia la escolástica (con todos sus neos) se iniciaba casi siempre un sesgo hacia el concepto de Dios. En fin, no iré por ahí (entre otras cosas, porque me pierdo), pero sí apunto que la propia idea de Dios, a partir de los avances de la informática, podría replantearse en términos bastante sugerentes. Sí es más pertinente recordar que la reflexión sobre el alcance de la ciencia, sobre si ésta es capaz de conocer (y explicar) la realidad, es en sí misma una rama de la filosofía (y de la propia ciencia) nada desdeñable: la epistemología.
Y como he mencionado a Dios, aprovecharé para decir, a modo de ejemplo, que soy ateo; es decir, que creo que Dios no existe (¿y qué es Dios?). Sin embargo, he de admitir que es posible que Dios exista, a pesar de ser, a mi modo de ver la negación de cualquier Ley lógica (o justamente por eso, como diría el de Aquino). O sea que cabe tanto que Dios sea real como que también estemos en el universo informático de Matrix; y en ambos casos, hay una imposibilidad ontológica de conocerlo (y mucho menos explicarlo) desde nuestra amadísima lógica.
Y a pesar de la radical anti-lógica de Dios, este concepto (y especialmente sus múltiples derivadas religiosas) resulta bastante respetable en nuestro mundo tan científico. Confíamos en Dios (in God we trust) y también en la Ciencia. No así en otras creencias, al menos hasta que la lógica las haga respetables.
Concluyendo (hasta yo me aburro de lo que escribo), que creo que creer que las cosas ocurren obedeciendo leyes científicas (aunque todavía las desconozcamos) es también una creencia. Y que creo que creerlo cumple, al igual que en el caso de Dios, una función psicológica tranquilizante, porque nuestra psique está diseñada para necesitar explicaciones. No obstante, la ciencia, a diferencia de Dios, funciona en muchísimas más ocasiones y sobre todo (también a diferencia de Dios) resulta mucho más beneficiosa para la humanidad (no siempre).
Pero también creo que puede haber realidades no lógicas.
Aunque no venga demasiado a cuento, me apetecía poner esta imagen. Es que hace pocos días la contemplé restaurada (mi anterior visita tenía ya 12 años) apretujado entre una multitud.
Actualización 1 (Oren): Por supuesto que se me ha ocurrido. Las creencias están justamente para dar sentido al Todo (o, al menos, a la parte del Todo que para cada uno es Todo). Pero que algo (o todo) tenga sentido no quiere decir que sea Verdad, aunque para nosotros no pueda ser verdad lo que no tiene sentido. En todo caso, lo que quería decir, es que dudo mucho que seamos capaces de estar seguros de la Verdad, pero tampoco me parece un drama: conformémonos con nuestras verdades particulares y tengamos suficiente humildad para admitir (aunque sea a modo de hipótesis provisional, entre otras si queremos) que la Realidad puede no obedecer a nuestras exigencias lógicas. Por eso, en cuanto a las creencias (y uso este término en su más amplia acepción) no estaría mal quedarnos con la expresión italiana: non è vero, ma ben trovato.
Actualización 2 (Titobeno): Salvo con tu primera frase (todo sigue reglas) estoy de acuerdo con lo que dices. Cuando escribí lo de que a veces daba D en vez de C, estaba justamente pensando en el caso más obvio de las leyes de la gravedad, que tú citas, como ejemplo de la metodología (científica) de revisión y/o generalización de las teorías.
Pero aun así, la pretensión de que todo obedece a la lógica (tiene explicación científica) sigue siendo para mí un salto en el vacío, no es una conclusión lógica, por muchos éxitos que en ese esfuerzo obtengamos. Por eso digo que es una creencia; una creencia anhelada por nuestra necesidad de que haya un sentido lógico. Por supuesto, que sea una creencia no quiere decir que no sea verdad, simplemente que a través de la lógica no podemos demostrar que es verdad, no podemos asegurar que todo obedece a la lógica (explicar bien esta imposibilidad me resulta demasiado árido). Y, en todo caso, aunque yo no crea (al menos no del todo, como tú) que todo puede ser explicable, sí comparto que los humanos debemos actuar como si así fuera y, por ende, empeñarnos en buscar las explicaciones ... lo que no obsta para mantener una cierta reserva de humildad ante la posibilidad de que estemos en un sinsentido cósmico.
Ya sé que sobre este tema escribiste un post y, de hecho, lo publicaste, porque lo leí y fue el detonante para escribir este mío. Y para nada me pareció aburrido; la verdad es que muchos de tus posts me sugieren comentarios, despiertan reflexiones viejas que me agrada retomar.
Actualización 3 (Amaranta): Para mí, demostrar a través de la lógica la existencia (o la inexistencia) de Dios es en sí mismo un absurdo. O, si lo prefieres, puedes decir que Dios es la primera premisa de toda lógica (la causa primera, que decía Santo Tomás), lo que viene a ser lo mismo. Es decir, Dios, por su propia definición conceptual (exista o no) está al margen de la lógica. Por tanto, pienso que los debates en términos lógicos sobre Dios (y sobre muchas creencias) resultan inútiles.
Cosa distinta es que las creencias se refieran a aspectos muy concretos perfectamente encajables en el ámbito de la ciencia. Por ejemplo, la teorías creacionistas (Dios creó al hombre tal como somos en la actualidad; a la mierda Darwin y sus herejías) que se siguen defendiendo por muchas autoridades estadounidenses. Habría que distinguir entre creencias y creencias.
Yendo al terreno personal, mi ateismo proviene de que me cuesta creer en algo que resulta tan "útil" para explicarlo todo, para darle a todo sentido. Es tan útil que cuesta no pensar que nos lo hemos inventado para acallar nuestros miedos (a la muerte y la nada, sobre todo). También en mi caso hay una componente anticlerical conociendo el comportamiento de nuestra Iglesia Católica (aunque como dijo alguien, que mejor prueba de la existencia de Dios que la permanencia de la Iglesia).
Ahora, como yo también le tengo miedo a la nada tras la muerte (ojalá logre superarlo), me ocurre un poco lo que a Unamuno: que me gustaría creer que hay Dios (eso sí, revisando un poquillo su descripción cristiana), pero no puedo.
Actualización 1 (Oren): Por supuesto que se me ha ocurrido. Las creencias están justamente para dar sentido al Todo (o, al menos, a la parte del Todo que para cada uno es Todo). Pero que algo (o todo) tenga sentido no quiere decir que sea Verdad, aunque para nosotros no pueda ser verdad lo que no tiene sentido. En todo caso, lo que quería decir, es que dudo mucho que seamos capaces de estar seguros de la Verdad, pero tampoco me parece un drama: conformémonos con nuestras verdades particulares y tengamos suficiente humildad para admitir (aunque sea a modo de hipótesis provisional, entre otras si queremos) que la Realidad puede no obedecer a nuestras exigencias lógicas. Por eso, en cuanto a las creencias (y uso este término en su más amplia acepción) no estaría mal quedarnos con la expresión italiana: non è vero, ma ben trovato.
Actualización 2 (Titobeno): Salvo con tu primera frase (todo sigue reglas) estoy de acuerdo con lo que dices. Cuando escribí lo de que a veces daba D en vez de C, estaba justamente pensando en el caso más obvio de las leyes de la gravedad, que tú citas, como ejemplo de la metodología (científica) de revisión y/o generalización de las teorías.
Pero aun así, la pretensión de que todo obedece a la lógica (tiene explicación científica) sigue siendo para mí un salto en el vacío, no es una conclusión lógica, por muchos éxitos que en ese esfuerzo obtengamos. Por eso digo que es una creencia; una creencia anhelada por nuestra necesidad de que haya un sentido lógico. Por supuesto, que sea una creencia no quiere decir que no sea verdad, simplemente que a través de la lógica no podemos demostrar que es verdad, no podemos asegurar que todo obedece a la lógica (explicar bien esta imposibilidad me resulta demasiado árido). Y, en todo caso, aunque yo no crea (al menos no del todo, como tú) que todo puede ser explicable, sí comparto que los humanos debemos actuar como si así fuera y, por ende, empeñarnos en buscar las explicaciones ... lo que no obsta para mantener una cierta reserva de humildad ante la posibilidad de que estemos en un sinsentido cósmico.
Ya sé que sobre este tema escribiste un post y, de hecho, lo publicaste, porque lo leí y fue el detonante para escribir este mío. Y para nada me pareció aburrido; la verdad es que muchos de tus posts me sugieren comentarios, despiertan reflexiones viejas que me agrada retomar.
Actualización 3 (Amaranta): Para mí, demostrar a través de la lógica la existencia (o la inexistencia) de Dios es en sí mismo un absurdo. O, si lo prefieres, puedes decir que Dios es la primera premisa de toda lógica (la causa primera, que decía Santo Tomás), lo que viene a ser lo mismo. Es decir, Dios, por su propia definición conceptual (exista o no) está al margen de la lógica. Por tanto, pienso que los debates en términos lógicos sobre Dios (y sobre muchas creencias) resultan inútiles.
Cosa distinta es que las creencias se refieran a aspectos muy concretos perfectamente encajables en el ámbito de la ciencia. Por ejemplo, la teorías creacionistas (Dios creó al hombre tal como somos en la actualidad; a la mierda Darwin y sus herejías) que se siguen defendiendo por muchas autoridades estadounidenses. Habría que distinguir entre creencias y creencias.
Yendo al terreno personal, mi ateismo proviene de que me cuesta creer en algo que resulta tan "útil" para explicarlo todo, para darle a todo sentido. Es tan útil que cuesta no pensar que nos lo hemos inventado para acallar nuestros miedos (a la muerte y la nada, sobre todo). También en mi caso hay una componente anticlerical conociendo el comportamiento de nuestra Iglesia Católica (aunque como dijo alguien, que mejor prueba de la existencia de Dios que la permanencia de la Iglesia).
Ahora, como yo también le tengo miedo a la nada tras la muerte (ojalá logre superarlo), me ocurre un poco lo que a Unamuno: que me gustaría creer que hay Dios (eso sí, revisando un poquillo su descripción cristiana), pero no puedo.
CATEGORÍA: Creencias y descreencias
POST REPUBLICADO PROVENIENTE DE YA.COM
Querido Miro,
ResponderEliminarAdoro que me hagan pensar y tus escritos lo hacen. Por desgracia mis cinco minutos de ataque al ordenador de mi family no me permiten alargarme todo lo que me gustaría pero prometo hacerlo tan pronto instale ordenador en mi casa.
Un beso
Comentado el Sábado, 12 Agosto 2006 23:47
No se te ha ocurrido pensar que fruto del azar, alguna creencia haya dado en el blanco y haya acertado con el sentido del Todo y que debido al escepticismo lo hemos pasado por alto.
ResponderEliminarComentado el Domingo, 13 Agosto 2006 00:40
Bueno, pues aquí tienes uno que piensa que todo sigue reglas.
ResponderEliminarY los ejemplos que pones (eso de casi siempre C pero a veces D) se dan continuamente en la ciencia "conocida". Por ejemplo en las leyes de la gravedd, que aún despues de Newton y Einstein todavía no cuadran.
Y exactamente mi "creencia" es que si hay algo "inexplicable" es simplemente porque aún no se conoce o es imposible conocer la regla que lo controla. O lo que sucede a menudo que es que en la regla aparecen tantos factores que el resultado parece aleatorio.
De hecho, en matemática nadie ha conseguido generar un algoritmo que produzca números aleatorios.
Pero sobre las reglas hay una idem: si una vez falla es que no es una regla.
De hecho es un tema sobre el que escribí un post pero yo mismo me cansé al releerlo y no lo publiqué.
Comentado el Domingo, 13 Agosto 2006 09:40 (Web)
He hablado con más de un ateo, la mayoría científicos, porque el ateo que actúa por pura fe de lo que oye hablar no me interesa conforma simplemente otra religión más, en este caso esa paraciencia que cala en la sociedad de la sintesis. Los ateos piden que el creyente prueben la afirmación de la que hacen alarde sin tener que recurrir a la fe. El creyente afirma que existe Dios y ellos piden que lo prueben si quieren que ellos asientan con tal afirmación. Simplemente para ellos Dios tan sólo es un concepto que carece de significado. Y eso en sí tiene lógica. Y lo lógico no seré yo quien lo rebata. Luego he encontrado ateos que prueban la inexistencia de Dios. A éstos ya no les he encontrado tanta lógica en sus exposiciones, son tan fácilmente rebatibles como las de cualquier creyente fanático. Lo que sí he aprendido es que se pueden utilizar las mismas armas, la lógica, la ciencia para desmontar y montar conceptos como el de Dios.
ResponderEliminarComentado el Domingo, 13 Agosto 2006 20:51
No crees que creer es irrelevante para la realidad???. A lo único que no le tengo miedo es a la muerte, antes sí por aquello de que es un camino que hay que hacer en soledad, sin embargo me he sentido tan sola redeada de gente que la muerte ya hasta me resulta menos desconocida. Qué tétrico ha quedado no?.
ResponderEliminarComentado el Lunes, 14 Agosto 2006 17:01