lunes, 17 de septiembre de 2007

El carné de identidad chipuno (Escenas chipunas)

La idea, consejera, es empezar de una vez por todas a traducir nuestros principios ideológicos en actos de gobierno.

Te entiendo, Aquilino, y no vayas a pensar que me disgusta la iniciativa. Pero no sé si ahora, a principios de la legislatura, con un gobierno que no es mayoritario, sea el mejor momento, si es políticamente conveniente.

Se trata de plantearlo inteligentemente, de modo tal que los del partido moralista, por más que sean una organización estatal, no puedan oponerse abiertamente. He pensado enfocarlo como una mera medida administrativa, para facilitar la gestión de los servicios de nuestra competencia.

¿Cómo que los servicios de nuestra competencia? Constitucionalmente estamos obligados a dar esos servicios a todo el que resida en Chipunia, sea o no chipuno. Así que, ¿cómo ibas a justificar la conveniencia de un carné de identidad chipuno?

Pues justamente mediante argumentos de eficiencia, al margen de cualquier alusión a la chipuneidad de los residentes. En la exposición de motivos del decreto se dirá que, para una mejor gestión pública, hay que montar una base de datos centralizada de los habitantes de Chipunia. Oficialmente hay que mantener que es una mera medida técnica; además, para evitar críticas políticas, se planteará con carácter experimental y, desde luego, voluntario.

Me parece, Aquilino, un uso peligroso del cinismo y del doble lenguaje que podría volverse en contra nuestra.

Te equivocas, consejera. Todos los chipunos entenderán perfectamente que actuamos coherentemente con nuestros principios, pero respetando el corsé que nos impone el colonialismo cascaterrano. El acto en sí mismo se inscribe plenamente dentro de la legalidad y, al mismo tiempo, es una de las pocas opciones de que disponemos para posibilitar que los chipunos expresen su voluntad identitaria.

Sin duda, a nuestros simpatizantes les agradará esta especie de guiño ideológico; pero, ¿no crees que encone a quienes no son nacionalistas, incluso a quienes pueden mantenerse más o menos neutros en este debate?

Pienso que no, siempre que mantengamos desde el gobierno la naturaleza técnica de la medida. Por supuesto, el partido y los medios afines pueden (yo diría que conviene que lo hagan) resaltar las connotaciones nacionalistas del Decreto y alimentar el debate social. Pero, ante éste, el Gobierno, sin renegar de su posición nacionalista, mantendrá un mensaje lo más neutro posible, insistiendo en que es poco más que un ensayo que no obliga a nadie.

De todos modos, no puedes negarme que estás deseando que la aprobación del Decreto suscite un buen revuelo social.

Por supuesto que no te lo voy a negar; de hecho, implícitamente he empezado reconociéndotelo. Nunca te he engañado ni voy a hacerlo, consejera. Mi misión, tú lo sabes, es colaborar a que este Gobierno desarrolle la identidad y la soberanía chipuna. Imagino que no tengo que justificarme ante ti, cuando se supone que compartimos ideología.

No te cuestiono tus planteamientos ideológicos. Simplemente, te advierto que debemos ser conscientes de que la consecución de la soberanía chipuna es un proceso largo y peligroso. Ahora controlamos el Gobierno, pero no podemos arriesgarnos a perderlo con frivolidades separatistas.

Claro que no; pero tampoco caigamos en el error opuesto que sería fundirnos con cualquiera de los otros partidos. Nuestra fuerza política radica en ser los voceros de la chipuneidad, exagerando la nuestra en sentido positivo y, en el negativo, desmereciendo la de los rivales por vendidos al centralismo de Cascaterra. No me interesa nada discutir si el Gobierno debe ser un instrumento del nacionalismo o el nacionalismo un instrumento para mantener el poder desde el Gobierno; para mí ambos factores están en una relación circular causa-efecto, reforzándose mutuamente. Por eso, lo que tengo claro es que lo peor que podemos hacer, lo que más pone en riesgo nuestra propia supervivencia política, es renunciar a alimentar el debate nacionalista. Pero voy más allá: no se trata de generar un debate abierto, sino de dirigirlo hacia nuestras posiciones, de consolidar como cimientos sólidos nuestros principios ideológicos.

Te reconozco que sabes cómo desperezarme; cuando una está con la cotidianeidad de la gestión política es bueno que personas como tú te recuerden para qué estamos aquí. Vamos pues a trabajar tu idea: daremos a luz, por Decreto, el carné de identidad chipuno. Algún día quizás se hable de este acto como uno de los pasos para alcanzar nuestra plena soberanía.

No te quepa duda, consejera. Esta es una medida minúscula, pero con una tremenda carga simbólica. ¿Qué vamos a hacer? Sencillamente, dar a los chipunos la oportunidad de declararse libremente chipunos. Un primer paso que, justamente por su carácter voluntario, será enormemente significativo para empezar a definir quienes formamos el pueblo chipuno.

Pero cualquiera puede obtener el carné, sea nacionalista o no ...

Ya, pero solicitarlo equivaldrá a una declaración voluntaria de pertenencia a Chipunia, a una manifestación espontánea de lealtad patriótica. Fíjate cómo, en las conversaciones del año pasado para la reforma del Estatuto, las autoridades centrales de Cascaterra se negaron en redondo a admitir cualquier medida que mínimamente insinuara una definición autonomista de la chipuneidad. Con esa actitud miope, nuestros opresores contribuyen decisivamente a nuestra unidad nacional. Ningún chipuno, da igual su ideología, desconocerá el carácter reivindicativo del carné (por muy simbólico que sea), de modo tal que sólo lo pedirán quienes quieran subrayar la chipuna como su identidad primigenia.

Si, la verdad es que la intransigencia del Estado nos amplía el margen de maniobra sin necesidad de mostrar ninguna cara radical.

En efecto, piensa que quien posea el carné no necesariamente niega ser cascaterrano (de hecho, jurídicamente, seguirá siendo tan cascaterrano como antes), pero sí supedita su vinculación con Cascaterra a su lealtad básica hacia Chipunia. Digamos, por usar las distinciones tan del gusto de los sociólogos, que tendrán el carné quienes se sientan ante todo chipunos, tanto los que además (y en segundo lugar) se siente cascaterranos como los que no se sienten cascaterranos en absoluto. En cambio, quienes se sientan cascaterranos y además (en segundo lugar) chipunos no pedirán el carné o lo rechazarán cuando se les ofrece.

¿Cómo que cuándo se les ofrezca?

Bueno, estoy pensando en una segunda fase. Ya tendremos ocasión de hablar de ella, a la vista de cómo se vayan sucediendo los acontecimientos. Ten en cuenta que lo de medida experimental es cierto en todos los sentidos. Estamos dando los primeros pasos de un trayecto cuyo camino para nada está trazado, aunque sepamos adónde queremos llegar; así que habrá que desbrozar el sendero a medida que lo andamos. De momento, si te parece, revisemos un poco más en detalle el texto del Decreto.

CATEGORÍA: Política y Sociedad

9 comentarios:

  1. Al final los chipunos centralistas no sois mejores que los cascaterranos.

    Desde la chipunia periférerica oriental (origen de la auténtica nación chipuna según atestiguan algunos manuscritos medievales que encontramos hace cinco años) nunca aceptaremos un carnet de identidad "chipuno" que además estará escrito en esa especie de mezcla bastarda de jergas que es el chipuski, supuesta lengua oficial que machaca nuestra bendita lengua chipuska.

    FD: MACHO (Movimiento para la Autodeterminación de CHipunia Oriental).

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  2. Yo mejor no hablo de los nacionalistas porque me enervo y prefiero no enervarme. Bueno, vale, que por mí los chipunos se podrían meter los carneses..mmmmpfffff... lo siento, me temo que la censura nacionalista que no me deja hablar en su contra.

    Besos

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  3. De toda la vida me he sentido cascaterrana y además chipuna de corazón. ¿A qué hora se puede pedir número?

    Besos

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  4. ¿Un D.I. Chipuno?

    Por favor que perdida de tiempo y lo mismo digo con las banderas.
    ¡Qué memez perder el tiempo en discutir si tienen que ondear 1, 2, 3 o todas las del mundo!

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  5. Y este documento chipuno ¿te permite más servicios a cambio de colaboraciones menores o es sólo para que Aquilino y Consejera me cuenten como una más?

    Creo que necesito un borrador del Decreto

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  6. ¿Y qué has hecho con aquello de que ojalá no existieran los nacionalismos? ;).

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  7. Tito: Creo que el MACHO yerra gravemente enfrentándose a nuestro Partido Identitario Chipuno (el PICHI) que, gracias a la confianza del pueblo chipuno (y también, para qué negarlo, a una hábil política pactista poselectoral) dirige nuestro gobierno autónomo, aunque sea con el apoyo coyuntural del partido moralista de Cascaterra. Permíteme que te aconseje que unáis vuestras minoritarias fuerzas al único auténtico y viable proyecto nacionalista para nuestra tierra; con vuestra táctica equivocada solo conseguís dar alas al opresor colonialista. Saludos (Aquilino).

    Nanny: Hay un momento en la vida, querida amiga, en que debemos optar por ser fieles a los esfuerzos que la patria oprimida exige de sus hijos. Tú, quizás más que otros, debieras saberlo. No obstante, si ahora te quejas de censura nacionalista (cuando somos los sufridos luchadores por la libertad quienes la padecemos), espera a que empecemos a conseguir darle la vuelta a esta tortilla. Quizás entonces te arrepientas de no haber solicitado tu carné. Aquilino.

    Zafferano: Espera unos días a que en el Boletín Oficial de Chipunia se publique el Decreto de cuyo texto me honro en ser el principal artífice. Entonces podrás enterarte de los pasos que has de dar para solicitar ese documento. De momento, bastará que te sientas chipuna y, por supuesto, de corazón. ¿Cómo, si no? Ya irás comprobando que las lealtades no pueden ser compartidas en las etapas de liberación nacional. Pero no desesperes, simplemente te falta algo de formación nacional. Saludos patrióticos.

    Júlia: Lamento disentir con usted y no creo que sea este el lugar para explicarle la importancia de los símbolos en la construcción nacional como tampoco recordarle que es de justicia recuperar los derechos de los pueblos oprimidos. No obstante, de momento, nadie le impedirá seguir en Chipunia aunque no desee obtener nuestro DNI.

    Bella cobarde: Me temo que no puedo responderle de momento a esa pregunta que, confío, no haya formulado con ánimos insidiosos. Espere a ver cómo transcurren los acontecimientos. En cuanto a facilitarle un borrador del Decreto, habrá de entender que no lo haga. En tanto no sea sancionado por nuestro Gobierno, no conviene que lo conozcan salvo personas de acendrada actitud nacionalista.

    Amy: ¿Que ojalá no existieran los nacionalismos? Jamás Aquilino Jambón proferiría tamaña blasfemia. No dudo que tales sean las ideas del absurdo Panciutti, pero peor para él.

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  8. ¿Por qué razón cada vez que pones Chipuno leo "chupino"?

    ... ¡Este inconsciente mío me va a meter en un lío un día de estos!

    Besos de una maia.

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  9. Hombre, si por cada carné chipuno invitáis a un chupito, yo me saco seis. ¿Eso puede hacerse? Si además me pagas el alquiler, me das una paga por cada churumbel, y me convidas a un chute, lo llevas fácil conmigo.

    Mezquina Chascarrillo (alias La Oveja Dolly).

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