miércoles, 23 de abril de 2008

Por la creación del Instituto Volcanológico de Canarias

Tras la erupción, en noviembre de 1985, del volcán colombiano Nevado del Ruiz (que supuso más de 25.000 muertes, entre ellas la de Omayra Sánchez, esa niña a cuya estremecedora agonía asistimos en directo), una misión científica española que allí fue elaboró un informe al Gobierno español con unas recomendaciones para prevenir los riesgos volcánicos en el único territorio de nuestro país en donde existen, que es Canarias. Una de las medidas propuestas era la creación de un instituto vulcanológico, centro científico con la función de recabar datos, interpretarlos y asesorar a la Administración respecto a las políticas de protección civil. Entre todos los especialistas en esta materia hay completa unanimidad en la conveniencia, necesidad e incluso urgencia de constituir este centro y dotarle de medios que lo hagan efectivo.

Sin embargo, no pasa nada hasta enero de 1996, cuando el Consejo de Ministros aprueba una directriz básica de planificación de protección civil ante el riesgo volcánico, que ordena a los Gobiernos del Estado y de la Comunidad Autónoma que elaboren sendos planes y organicen sistemas de información, seguimiento y coordinación. Parece ser, no obstante, que en la práctica estas iniciativas no se mantuvieron con la constancia deseable y, en todo caso, no mejoraron la situación de descoordinación e indefensión que se sigue teniendo frente a una eventual erupción volcánica. Así las cosas, durante la pasada legislatura, y durante unos meses de cierta alarma social en esta Isla ante síntomas y rumores de que el Teide parecía con ganas de marcha, distintos representantes de las Instituciones Canarias iniciaron reclamaron al Gobierno del Estado actuaciones concretas en esta materia.

En su sesión plenaria de 2 de noviembre de 2005, por asentimiento unánime de todos sus miembros, el Senado aprobó una moción instando al Gobierno de la Nación a la creación del Instituto Volcanológico de Canarias (me suena fatal “volcanológico”, pero así está escrito). Este acuerdo fue aplaudido por todos, en Canarias, en España y fuera de ellos. Poco después, en enero de 2006, el Parlamento de Canarias aprobó una Proposición no de Ley que decía “que se tomen las medidas precisas para que, con carácter urgente e inaplazable, se proceda a la creación del Instituto Volcanológico de Canarias (IVC), financiado principalmente por la Administración del Estado y de la Comunidad Autónoma de Canarias, con el apoyo de los Cabildos Insulares” además de detallar sus funciones principales. Por parte del Gobierno español todo son siempre buenas palabras, pero lo cierto es que no hace nada. Casi dos años después del acuerdo del Senado que tantas ilusiones había despertado, el presidente del Cabildo de Tenerife, como senador, vuelve a solicitar en la Cámara Alta “por quinta vez” que se constituya urgentemente el Instituto. La ministra de Educación y Ciencia (quien, por cierto, proviene por parte paterna de familia canaria) se limitó en su respuesta a alabar las distintas iniciativas que el Gobierno había llevado a cabo para mejorar la investigación en materia vulcanológica, sin responder en absoluto a la pregunta concreta que se le había hecho.

Y se acabó la pasada legislatura y nada de nada. Llegan las elecciones y el PSC-PSOE presenta un anexo canario a su propaganda (“Motivos para creer”), porque Canarias tiene “personalidad propia” en su programa electoral. Comienzan diciendo que los socialistas están orgullosos de los logros obtenidos para Canarias como región ultra-periférica y que se comprometen a continuar impulsando iniciativas en la misma línea. Entre éstas, señalan que “todas las estrategias que nacen de un profundo y riguroso análisis ... apuntan claramente a la necesidad de la creación, con el concurso y la colaboración de todas las Administraciones Públicas, de un Instituto Vulcanológico en Canarias, concebido como una de las piezas claves de las que debe disponer la sociedad para cumplimentar eficientemente las acciones destinadas a la reducción del riesgo volcánico en nuestro país, además de asegurar una mejor gestión de los recursos públicos que, en la actualidad, se destinan a la reducción del riesgo volcánico en España”. Aunque no lo terminen de decir expresamente, parece lícito interpretar que ZP se ha comprometido electoralmente a crear el tan largamente reclamado Instituto. ¿O no? Pues no lo sé. Pero uno tiende a pensar que hay algún gato encerrado, porque llama la atención que algo sobre lo que hay un absoluto y generalizado acuerdo (al menos aparente) tarde tanto en ponerse en marcha. He leído algunas declaraciones de vulcanólogos que hablan de intereses ocultos que no quieren que se cree el Instituto, pero tampoco aclaran cuáles son esos intereses.

Yo no sé mucho del asunto, pero sí comparto una opinión que he oído por ahí y es la de que no hay suficiente conciencia pública de que vivimos en un territorio con vulcanismo activo. Si no hay suficiente conciencia en estas islas, no es de extrañar que mucho menos la haya en la península. Creo que es muy importante que se den todos los pasos necesarios para contar con la información y estrategias más adecuadas para prevenir y/o minimizar los riesgos; cualquier otra actitud sería la suicida del avestruz. Esta mañana me han hecho llegar otra petición por correo electrónico: que suscriba un manifiesto ciudadano que reclama la urgente e inaplazable creación del Instituto Volcanológico de Canarias en este 2008, Año Internacional del Planeta Tierra. Esta sí la he firmado, en primer lugar por evidente interés personal. Me permito pedir a mis lectores, aunque no vivan en Canarias, que también la apoyen. Gracias de antemano.

CATEGORÍA: Política y Sociedad

7 comentarios:

  1. No he tenido aun tiempo de leer tus nuevos posts ... pero wow, vaya que estas productivo ultimamente chico ...
    un beso,

    ResponderEliminar
  2. Es que ese instituto tendria caracter preventivo y eso de prevención es algo que no cuadra con la indiosincrasia española.

    Lo más seguro es que la gente diga.. total pa que?, despues cuando haya alguna erupción se hará. A no ser que aún se encuentren a alguien que diga.. pero bueno, si una erupción ya es dificil, que haya dos es casi imposible.

    Yo he contado alguna vez como conocí a una comercial que vendía soluciones de sistemas de copia de seguridad para grandes empresas. Vendía en todo el mundo. En España no consiguió vender ni una.

    ResponderEliminar
  3. "las revoluciones, como los volcanes, tienen días de llamas y años de humo"

    Victor Hugo; por eso Iturralde es tituló la, para mí, mejor novela de la Guerra Civil española "Días de llamas"

    Tiporaro: Reducir el vulcanismo a prevención es como reducir la entomología a lucha contra plagas.

    ResponderEliminar
  4. Tipo raro y Lansky: ¿suscriben el manifiesto? Se lo agradecería

    ResponderEliminar
  5. Ya he mandado mi firma para el Manifiesto. Si no fuera bastante tu opinión, que lo es, me bastaría con ver la firma de Eduardo Martínez de Pisón para comprender que hay que secundarlo.

    ResponderEliminar
  6. http://unahijadeputaconclase.blogspot.com/2008/05/chiste.html

    ResponderEliminar