Ibarretxe saluda al modo de Star Trek y bromea con su parecido con Mr. Spock, ayer, en una concentración de fans de la serie.
Tal es el pie de la foto de portada de El País de hoy (edición Canarias). Me dije: vaya, ya el lehendakari tiene asegurado el voto de los frikis startrekianos, que hasta le invitan a sus reuniones. Pero no, El País mentía (o erraba). Se trataba de un acto electoral en la sede de las juventudes del PNV quienes, aprovechando el carnaval y las cejas de su líder, se disfrazaron de tal guisa. ¡Qué pena! Pero tal como va la política, todo se andará.
Garzón sale del hospital y se recupera en su domicilio.
Me entero de que el famoso juez salió el viernes de la Audiencia Nacional con una severa congestión y con la mano en el pecho. Le ingresaron en el Ruber con la tensión muy alta y estuvo hasta el mediodía del sábado en observación. Por lo visto, ha sido una crisis de ansiedad, debido probablemente a lo mal que lo tratan los peperos. Hace quince días también yo tuve un subidón de tensión y también fue una "crisis de ansiedad" por lo mal que me tratan (aunque no los peperos). Le digo a Balta lo que me han han dicho a mí: hay que aprender a no tomarse las cosas demasiado a pecho.
El triste negocio de Jade Goody. Tiene 27 años, cáncer terminal y un objetivo: salvar a sus dos hijos de la pobreza. El caso de la británica que quiso vender su muerte destapa las miserias del circo mediático.
Parece que la muchacha esta ha propiciado un nuevo matiz en el eterno (e inútil) debate sobre la ética en los medios de comunicación. Si ética y estética van de la mano, habremos de convenir que no es para nada ético. Claro que, entonces, hace mucho que se han dinamitado cualesquiera límites en la comunicación de masas. Por lo visto, la desafortunada Jade, llevaba desde 2002 apostando por la fama mediática (empezó en el Gran Hermano británico). Desde luego, no es justo que se aproveche de esa visibilidad para beneficiar a sus hijos (cuantos se mueren sin esa oportunidad porque, al no salir en la tele, no existen), pero desde su posición me parece totalmente legítimo.
Cayo Lara, el nuevo coordinador general de Izquierda Unida, comenzó su discurso ante el Consejo Político leyendo una cita supuestamente extraída de El Capital, de Karl Marx. La cita entusiasmó a los dirigentes de la formación y sirvió a Lara para subrayar la actualidad del pensamiento marxista, porque parecía una profecía exacta de la crisis actual de la economía. La cita, sin embargo, era falsa. Provenía de una página de cachondeo de internet y, en su versión inglesa, llevaba ya bastante tiempo circulando por Estados Unidos.
Moraleja: aunque internet es una maravillosa fuente de información, hay que saber contrastar los datos. Otra moraleja: los dirigentes de IU no tiene demasiadas frescas sus lecturas marxistas, si es que las hicieron alguna vez. Una más: es bastante frivolón proclamar la actualidad de un pensador a partir de una cita (sobre todo si es espuria). Además de la sonrisa, esta noticia me ha permitido descubrir una web que parece interesante: malaprensa.com.
A un paso del Óscar. Penélope Cruz, la gran favorita en la categoría de actriz de reparto.
La chica está nominada por Vicky Cristina Barcelona, sin ninguna duda la peor película con diferencia de todas las de Woody Allen. Una sarta insoportable de tópico tras tópico, sin intentar siquiera disimular los patéticos esfuerzos de promoción turística (de Barcelona y de Oviedo), con una historia estúpida, unos personajes de encefalogramas planos y nada creíbles, y un narrador absurdo. La Pene está en la línea de sus compañeros de reparto; o sea, pésima. Por el bien del cine, ojalá que no le den el Óscar (y sí, me da igual que sea española). Por cierto, en El País ponen una foto de la señorita Cruz que es un poema excelso a la horterada.
Comí la placenta de mi hija a la naranja.
Lo dice Andrés Madrigal, cocinero del restaurante Alborque de Madrid (no he tenido el gusto). Cuando, la pasada navidad, nació su hija, cocinó la placenta. Cito sus palabras: "Me recordaba al hígado de cualquier animal de caza. Hice placenta en reducción de naranja y le eché caramelo y un poco de pimienta para que desapareciera la hiel y el posible sabor a caza, y la trituré. Como un batido. La comimos entre ocho. Es España no es normal, pero sí en el centro y norte de Europa. Tiene muchísimas vitaminas. Y fue algo espiritual". Lo de la espiritualidad coincide con lo que dijeron los supervivientes de los Andes. A lo mejor es ya tiempo de romper tabúes anacrónicos y comer alimentos humanos; ¿y es normal en el centro y norte de Europa?
Hace casi dos años, publiqué un post con este mismo título. Entonces las noticias las obtuve de internet; hoy provienen todas del diario El País. La conclusión, en todo caso, se mantiene idéntica: con tantas cosas que ocurren en este mundo, ¿cómo es posible que haya quien se aburre? Hay tanto que ver, oír, leer; tantas personas que conocer; tantos paisajes que descubrir ... tanto, tanto, tanto; y tenemos tan poco tiempo.
Tal es el pie de la foto de portada de El País de hoy (edición Canarias). Me dije: vaya, ya el lehendakari tiene asegurado el voto de los frikis startrekianos, que hasta le invitan a sus reuniones. Pero no, El País mentía (o erraba). Se trataba de un acto electoral en la sede de las juventudes del PNV quienes, aprovechando el carnaval y las cejas de su líder, se disfrazaron de tal guisa. ¡Qué pena! Pero tal como va la política, todo se andará.
Garzón sale del hospital y se recupera en su domicilio.
Me entero de que el famoso juez salió el viernes de la Audiencia Nacional con una severa congestión y con la mano en el pecho. Le ingresaron en el Ruber con la tensión muy alta y estuvo hasta el mediodía del sábado en observación. Por lo visto, ha sido una crisis de ansiedad, debido probablemente a lo mal que lo tratan los peperos. Hace quince días también yo tuve un subidón de tensión y también fue una "crisis de ansiedad" por lo mal que me tratan (aunque no los peperos). Le digo a Balta lo que me han han dicho a mí: hay que aprender a no tomarse las cosas demasiado a pecho.
El triste negocio de Jade Goody. Tiene 27 años, cáncer terminal y un objetivo: salvar a sus dos hijos de la pobreza. El caso de la británica que quiso vender su muerte destapa las miserias del circo mediático.
Parece que la muchacha esta ha propiciado un nuevo matiz en el eterno (e inútil) debate sobre la ética en los medios de comunicación. Si ética y estética van de la mano, habremos de convenir que no es para nada ético. Claro que, entonces, hace mucho que se han dinamitado cualesquiera límites en la comunicación de masas. Por lo visto, la desafortunada Jade, llevaba desde 2002 apostando por la fama mediática (empezó en el Gran Hermano británico). Desde luego, no es justo que se aproveche de esa visibilidad para beneficiar a sus hijos (cuantos se mueren sin esa oportunidad porque, al no salir en la tele, no existen), pero desde su posición me parece totalmente legítimo.
Cayo Lara, el nuevo coordinador general de Izquierda Unida, comenzó su discurso ante el Consejo Político leyendo una cita supuestamente extraída de El Capital, de Karl Marx. La cita entusiasmó a los dirigentes de la formación y sirvió a Lara para subrayar la actualidad del pensamiento marxista, porque parecía una profecía exacta de la crisis actual de la economía. La cita, sin embargo, era falsa. Provenía de una página de cachondeo de internet y, en su versión inglesa, llevaba ya bastante tiempo circulando por Estados Unidos.
Moraleja: aunque internet es una maravillosa fuente de información, hay que saber contrastar los datos. Otra moraleja: los dirigentes de IU no tiene demasiadas frescas sus lecturas marxistas, si es que las hicieron alguna vez. Una más: es bastante frivolón proclamar la actualidad de un pensador a partir de una cita (sobre todo si es espuria). Además de la sonrisa, esta noticia me ha permitido descubrir una web que parece interesante: malaprensa.com.
A un paso del Óscar. Penélope Cruz, la gran favorita en la categoría de actriz de reparto.
La chica está nominada por Vicky Cristina Barcelona, sin ninguna duda la peor película con diferencia de todas las de Woody Allen. Una sarta insoportable de tópico tras tópico, sin intentar siquiera disimular los patéticos esfuerzos de promoción turística (de Barcelona y de Oviedo), con una historia estúpida, unos personajes de encefalogramas planos y nada creíbles, y un narrador absurdo. La Pene está en la línea de sus compañeros de reparto; o sea, pésima. Por el bien del cine, ojalá que no le den el Óscar (y sí, me da igual que sea española). Por cierto, en El País ponen una foto de la señorita Cruz que es un poema excelso a la horterada.
Comí la placenta de mi hija a la naranja.
Lo dice Andrés Madrigal, cocinero del restaurante Alborque de Madrid (no he tenido el gusto). Cuando, la pasada navidad, nació su hija, cocinó la placenta. Cito sus palabras: "Me recordaba al hígado de cualquier animal de caza. Hice placenta en reducción de naranja y le eché caramelo y un poco de pimienta para que desapareciera la hiel y el posible sabor a caza, y la trituré. Como un batido. La comimos entre ocho. Es España no es normal, pero sí en el centro y norte de Europa. Tiene muchísimas vitaminas. Y fue algo espiritual". Lo de la espiritualidad coincide con lo que dijeron los supervivientes de los Andes. A lo mejor es ya tiempo de romper tabúes anacrónicos y comer alimentos humanos; ¿y es normal en el centro y norte de Europa?
Hace casi dos años, publiqué un post con este mismo título. Entonces las noticias las obtuve de internet; hoy provienen todas del diario El País. La conclusión, en todo caso, se mantiene idéntica: con tantas cosas que ocurren en este mundo, ¿cómo es posible que haya quien se aburre? Hay tanto que ver, oír, leer; tantas personas que conocer; tantos paisajes que descubrir ... tanto, tanto, tanto; y tenemos tan poco tiempo.
El título de esta obra de arte quiere decir "no nos engañarán otra vez" y, por tanto, viene a cuento de este post, aunque sea un poco por los pelos. Pero es que me apetecía subirla, porque me encanta y me trae recuerdos de noches universitarias. El otro día la puse en la oficina, y los chicos con quienes trabajo me dijeron: sí, esa sí la conocemos, es la de CSI. No saben quienes son los Who; en fin, me hago viejo.
CATEGORÍA: Curiosidades dispersas
Sólo una cosa, sobre el cocinero ese con pinta de porrero que se comía la placenta. Es curioso estas gentes tan fashion, tan a la moda y la vez tan...incultas: la placenta es exactamente el clon no terminal de su hijo, el gemelo genético que se sacrifica por el otro ¿También se habría comido un aborto caso de que fuera el caso?
ResponderEliminarJoer con el cocinero, hay que ver lo que llega a hacer uno por puro esnobismo... Lo de la chica inglesa, bueno, creo que en materia televisiva hace tiempo que se superó la línea de la ética y de la estética, yo aún ando decidiendo quién es "peor" (por decirlo de alguna manera): el que vende, el que compra o el que consume. Aún no lo tengo claro.
ResponderEliminarBesos
..."con tantas cosas que ocurren en este mundo, ¿cómo es posible que haya quien se aburre? Hay tanto que ver, oír, leer; tantas personas que conocer; tantos paisajes que descubrir ... tanto, tanto, tanto; y tenemos tan poco tiempo."
ResponderEliminarUn abrazo.
PD: No sabía lo de la placenta. Cuanto se aprende blogeando...
Si, quizás sea la edad, también tengo la sensación de que el mundo gira entorno a unas cosas y yo entorno a otras, será por eso que a veces sientes mareo, será por ir al revés, pero merece la pena ¿no?
ResponderEliminarCon tanto por comentar, no sé por dónde atacar. Bueno, te diré que estoy de acuerdo contigo sobre la película de Woody Allen: es pésima, una tomadura de pelo. No quise verla en el cine, pero hace tres dias la ví en internet. Dá la impresión de que Allen hizo esta peícula mientras se tomaba un vinto con pan tumaca, así, al tuntún.
ResponderEliminarEn fin, Penélope ya tiene un Oscar.