La llamaban Boca de Rosa, ponía el amor en todas las cosas. Nada más apearse en la estación del pueblecito de San Hilario todos se percataron con una mirada que no se trataba de una misionera. Hay quien el amor lo hace por aburrimiento, quien lo escoge por profesión; Boca de Rosa ni lo uno ni lo otro: ella lo hacía por pasión. Mas la pasión a menudo conduce a satisfacer el propio deseo sin indagar si el deseado tiene el corazón libre o está casado. Y fue así que de un día al otro Boca de Rosa se echó encima la funesta ira de las perrillas a quienes les había sustraído el hueso. Pero las comadres de una aldea no descollan por su iniciativa y las contramedidas al respecto se limitaban al insulto.
Bocca di Rosa - Fabrizio de André (In Concerto, vol.1, 1979)
Es sabido que la gente da buenos consejos, sintiéndose como Jesús en el templo, cuando no pueden dar mal ejemplo. Por eso una vieja que nunca había estado casada, que nunca había tenido hijos, que ya no tenía deseos, se tomó la molestia y también el gusto de dar a todos el consejo justo. Volviéndose a las cornudas les apostrofó con palabras ingeniosas: el robo del amor será castigado, dijo, por el orden constituido. Y todas se dirigieron donde el comisario y le dijeron a bocajarro: esa asquerosa tiene ya demasiados clientes, más que un consorcio alimentario. Y enviaron a cuatro gendarmes con los penachos y con las armas.
Bocca di Rosa - Musica Nuda (55/21, 2008)
La ternura no es una cualidad que abunde entre los carabineros, pero aquella vez la acompañaron de mala gana a coger el tren. En la estación estaban todos, del comisario al sacristán, con los ojos rojos y el sombrero en la mano, para despedir a quien por poco tiempo, sin pretensiones, llevó el amor al pueblo. Había un cartelón amarillo con letras negras; decía: adios, Boca de Rosa, contigo se va la primavera.
Bocca di Rosa - Ornella Vanoni (Noi, le donne noi, 2003)
Una noticia original no necesita de ningún periódico; como una flecha disparada desde el arco vuela veloz de boca en boca. Y en la siguiente estación había mucha más gentes unos envían besos, otros lanzan flores, algunos se la reservan para un par de horas. Incluso el párroco que no desprecia, entre un miserere y una extremaunción, el efímero bien de la belleza, la quiere a su lado en la procesión. Y así, con la Virgen en primera fila y Boca de Rosa no muy lejos, se llevó a pasear por el pueblo el amor sagrado y el amor profano.
Bocca di Rosa - Pietra Montecorvino (Gemme mediterranee. Raccolta, 2010)
Bocca di Rosa, cuyo texto es el que he traducido arriba, es una de las primeras canciones de Fabrizio de André (publicada en 1967) y de las más populares, si no la más, en Italia. Tanto que leo en la wiki italiana que la expresión ha pasado al lenguaje popular como eufemismo de prostituta, lo cual es erróneo porque, como se declara en uno de los primeros versos, Boca de Rosa hacía el amor por pasión, no lo había elegido como oficio. Parece que Fabrizio le tenía un especial cariño a este tema y lo sentía muy cercano. No hay más que oír la letra para comprobar la ternura afectuosa con que se refiere a su personaje, contraponiéndolo con las despechadas mujeres cornudas y, sobre todo, con la vieja rencorosa y estéril, envidiosa del amor, que las azuza para que expulsen a la joven del pueblo (una pedanía de Génova, la patria chica de De André, aunque en versiones posteriores cambia el topónimo real por otro ficticio). Quiero imaginarme a Boca de Rosa (y supongo que no me alejo mucho de la idea del autor) como una chica guapa y alegre, llena de vida y que disfrutaba regalando amor a los aburridos y tristes paisanos de un villorrio italiano de los sesenta. Nada que ver con el sexo de pago y mecánico de las prostitutas, que seguro que alguna gastada y monótono habría en Sant'Ilario, y justamente por eso más insoportable para las casadas cuyos maridos se embelesaban con la muchacha. Probablemente las infidelidades serían, la mayoría de ellas, no tanto coitos carnales sino hechas de ilusiones enamoradas, avivarse los rescoldos interiores que esos hombres creían tener ya apagados gracias a la pasión amorosa que Boca de Rosa metteva sopra ogni cosa. Y claro, una cosa es que el marido eche un polvo la noche del sábado con la puta del pueblo (que así da menos la lata y todo sigue como siempre) y otra muy distinta que le brillen los ojos, que se le vea entusiasmado y alegre, como hace tantos años, cuando de novios me sacaba a bailar en las fiestas.
Bocca di Rosa - Roberto Vecchioni (Le Ballate, 2003)
Yo a esta canción también le tengo mucho cariño, probablemente porque era una de las que había en una cassette que me dejó como recuerdo suyo una muy querida amiga sarda, de la isla en la que estableció De André a mediados de los setenta. Además, me gusta mucho, tanto la música como la letra, que cuenta con algunos versos muy logrados (por ejemplo: si sa che la gente da' buoni consigli se non può dare cattivo esempio). Me entero ahora de que Fabrizio pudo inspirarse en la Brave Margot de Brassens y no digo que no (trata de una pastorcilla que encuentra a un gatito abandonado y le da el pecho, atrayendo involuntariamente a todos los mirones del pueblo con el consiguiente cabreo de las mujeres que acaban matando al minino); de hecho, el texto brasseniano es bastante más irónico y abierto que el del genovés y quizá éste, que lo admiraba y lo ha versionado en no pocas ocasiones, quiso precisar en una historia concreta y sencilla sus varias posibles interpretaciones.
Bocca di Rosa - Anna Oxa (Cantautori, 1993)
No voy a ocultar que este post lo escribo para darme el gusto de intercalar entre sus párrafos unas cuantas de las versiones que de Bocca di Rosa han hecho ilustres cantantes italianos. Empiezo por el propio Fabrizio, pero no con la original, sino con la que hizo en vivo acompañado por la Premiata Forneria Marconi, una de las grandes bandas del rock progresivo italiano y buenos amigos del cantautor. Sigo con la interesante, frenética y mucho más reciente versión de Musica Nuda, el duo de Magoni y Ferruccio del que ya he escrito un post. Luego una de las incombustibles de la canzone, Ornella Vanoni, la que fue amante de Gino Paoli y musa de algunas de sus mejores canciones (Senza Fine, por ejemplo). Después de la voz tan correcta de la Vanoni pongo la rasposamente profunda de la pasional napolitana Pietra Montecorvino. Luego uno de mis cantautores italianos preferidos, Roberto Vecchioni, que probablemente la editó como homenaje tras la muerte de De André. La última versión que subo es la que en 1993 grabó Anna Oxa, una bellísima albanesa que pasó su infancia en Bari y que (cómo pasa el tiempo: cuando la descubrí a principios de los ochenta iba de punki), este año ha entrado en la cincuentena. Hay por supuesto muchísimas más versiones (yo mismo tengo incluso alguna más), pero se me han acabado los espacios entre párrafos. No obstante, enlazo una más obtenida de Youtube y debida a Peppe Barra, un showman del que poco conozco, que tiene como nota curiosa que está cantada en dialetto napolitano (la capisci, cara?). En fin, confío en que no os empachéis.
Ha habido muy pocas, pero ha habido algunas. Me refiero a esas misioneras o donadoras gratuitas de sexo, mujeres no necesariamente ninfómanas (aunque algo estrambóticas emocionalmente) que follaban casi con cualquiera y sin cobrar. Yo conozco el caso de una de estas bocas de rosa, que como bien dices no son prostitutas, con la que se inciaron sexualmente todos los chavales de un pueblo de Alicante y los alrededores, cuando entraba en una tienda se salían toda las mujeres que había, pero los tíos la saludaban con respeto o retintin según el talante de cada cual: una benefactora la llamaba un amigo mío. Un caso parecido al de tu juglar italiano.
ResponderEliminarMe quedo con los arreglos de de André y de Vecchioni, las voces de Vanoni y de Montecorvino (bellas las dos aunque tan diferentes).
ResponderEliminarAna Oxa no me funciona.
Un beso para darte las gracias.
C.C.:No sé qué pasó con Anna Oxa. Subí el mp3 como los demás pero no lo reproducía (el fallo no estaba en el blog sino en DivShare). He estado un buen rato haciendo pruebas hasta que parece que he logrado. Creo que ya puedes oír la canción.
ResponderEliminarJaaa, ya puedo oírla pero no hay maner de que se calle. Vuelve a empezar una vez terminada y no hay manera de apagarla.
ResponderEliminarTambién muy bonita la voz.