Me entero por casualidad de que la pasada semana, el miércoles 6 de marzo, murió Alvin Lee; tenía 68 años. Para los de mi generación y hermanos mayores no hace falta decir quién fue, salvo que hayan pasado sus años de adolescencia y juventud sordos o ajenos al proceso durante el cual el rock se hizo adulto. Me refiero, claro, a lo que se dio en llamar la invasión británica, una numerosísima pléyade de chavales, niños de la posguerra, que redescubren el rythm & blues (en especial a los negros de Chicago y sus grabaciones de la Chess Records) y se desmelenan y electrifican. No acabaríamos si nos pusiéramos a hacer una lista de todos esos músicos y de los grupos que formaron, así como de los fantásticos temas que compusieron e interpretaron. Uno de ellos fue Alvin Lee, el guitarrista y líder del mítico Ten Years After.
Mi primer encuentro con los Ten Years After fue hacia el 74, cuando el grupo se acababa de disolver (es que no soy tan mayor), y no a través de ninguno de sus discos sino por el famosísimo concierto de Woodstock, aquellos tres días de paz y música de agosto del 69, culmen y en cierto modo acta de defunción del movimiento hippie. En ese festival tocaron I'm going home, tema del propio Lee, cuya frenética y excesiva guitarra me anonadaron desde la primera vez que lo escuché. Luego, durante los siguientes años, me fui poniendo al día con los viejos vinilos de la banda y también siguiendo los sucesivos trabajos de Alvin, al menos hasta finales de los ochenta (con motivo de su muerte descubro que publicó el año pasado un último CD, cuyo título, Still on the Road to Freedom alude a aquél que hizo con el rockero predicador Mylon LeFevre).
I'm going home - Ten Years After (Woodstock: Music from the Original Soundtrack and More, 1970)
La muerte de Alvin Lee sería una buena excusa para escribir sobre su música y la relación que con la misma he mantenido. Ciertamente, estos tres últimos días he aprovechado los ratos libres para revisar la docena de álbumes que tengo digitalizados (incluyendo los de Ten Years After) y corroborar que el tío era de los buenos y que me sigue gustando tanto como cuando era un crío que descubría y se apasionaba por el blues eléctrico. Pero, aunque me vienen algunos recuerdos pertinentes, no me voy a enrollar al respecto; hay en internet multitud de información sobre este hombre para quien tenga interés. El motivo de este post es dejar constancia de mi desconcierto ante la poca relevancia mediática que ha tenido la noticia de su fallecimiento. ¿Habrá tenido algo que ver que el día anterior había muerto Chávez?
He rebuscado bastante rato en internet y prácticamente nadie añade nada al comunicado de la familia a través de la página web del músico, que parece que es la única fuente primaria de la noticia. El texto, firmado por su hija (Jasmine), su pareja (Evi) y su ex-pareja (Suzanne), reza lo siguiente: "Con gran tristeza, tenemos que anunciar que Alvin falleció inesperadamente esta madrugada debido a complicaciones imprevistas tras un procedimiento quirúrgico de rutina. Hemos perdido a un maravilloso y muy amado padre y compañero. El mundo ha perdido a un músico de verdadera grandeza y talento". Unos días después, en la misma web se publicó una breve reseña biográfica en la que se amplía algo más la noticia: "Había ingresado en un hospital en España, donde vivía, para un procedimiento quirúrgico rutinario para su arritmia auricular, pero murió debido a complicaciones imprevistas". Por cierto, gracias a La Vanguardia me entero de que era en Estepona donde Alvin Lee residía desde hace algunos años. ¡Y yo sin saberlo! Menos mal que no soy excesivamente mitómano, que si no estaría tirándome de los pelos por no haberme dado un salto a la caza del autógrafo.
¿Procedimiento quirúrgico de rutina? Suena raro, la verdad. Si se trataba de una arritmia auricular, cabe suponer que la operación era para implantarle un marcapasos, que es una intervención normalmente ambulatoria con muy bajo nivel de riesgo y remotísimo de complicaciones tan graves que acaben en muerte. Por supuesto, no he encontrado ninguna explicación del hospital (ni siquiera sé cuál fue) que ante una muerte tan inesperada habrá de darla. ¿O acaso no era una intervención rutinaria? Reconozco que últimamente estoy algo suspicaz con las muertes misteriosas.
En todo caso, lo curioso es el poco eco que ha tenido la noticia. No era desde luego tan famoso (ni hortera) como Michael Jackson o Amy Winehouse, pero le corresponde un puesto más que prominente en la música popular del último medio siglo. La cobertura de la prensa nacional ha sido lamentable, y eso que vivía y murió en nuestro país. El País trae en su edición del día 6 un breve obituario firmado por el sempiterno Diego Manrique en el que aprovecha para hacer un breve repaso de la carrera del músico, pero se limita a citar la fuente "oficial". ABC y La Razón todavía son más breves y también citan la misma fuente. El Mundo y Público ni siquiera reseñan el suceso. La Vanguardia, ya lo he dicho, es el único que informa de que vivía en Estepona, aunque tampoco dice que allí muriera. En cuanto a los medios foráneos, en especial los anglosajones, más o menos lo mismo, con el añadido de declaraciones de sus múltiples compañeros de una vida larga y prolífica.
En fin, que muy rara tanta discreción, tanto pasar de puntillas por esta noticia triste. Probablemente se deba a la voluntad de su familia, no sé. Habrá que esperar que empiecen ahora los homenajes póstumos y, quizá, nos enteremos de algunos detalles de este irse tan silencioso de uno de los grandes guitarristas del rock. Que este post sea mi pequeño tributo e ínfima contribución para que esta muerte no quede tan injustamente desapercibida.
He rebuscado bastante rato en internet y prácticamente nadie añade nada al comunicado de la familia a través de la página web del músico, que parece que es la única fuente primaria de la noticia. El texto, firmado por su hija (Jasmine), su pareja (Evi) y su ex-pareja (Suzanne), reza lo siguiente: "Con gran tristeza, tenemos que anunciar que Alvin falleció inesperadamente esta madrugada debido a complicaciones imprevistas tras un procedimiento quirúrgico de rutina. Hemos perdido a un maravilloso y muy amado padre y compañero. El mundo ha perdido a un músico de verdadera grandeza y talento". Unos días después, en la misma web se publicó una breve reseña biográfica en la que se amplía algo más la noticia: "Había ingresado en un hospital en España, donde vivía, para un procedimiento quirúrgico rutinario para su arritmia auricular, pero murió debido a complicaciones imprevistas". Por cierto, gracias a La Vanguardia me entero de que era en Estepona donde Alvin Lee residía desde hace algunos años. ¡Y yo sin saberlo! Menos mal que no soy excesivamente mitómano, que si no estaría tirándome de los pelos por no haberme dado un salto a la caza del autógrafo.
¿Procedimiento quirúrgico de rutina? Suena raro, la verdad. Si se trataba de una arritmia auricular, cabe suponer que la operación era para implantarle un marcapasos, que es una intervención normalmente ambulatoria con muy bajo nivel de riesgo y remotísimo de complicaciones tan graves que acaben en muerte. Por supuesto, no he encontrado ninguna explicación del hospital (ni siquiera sé cuál fue) que ante una muerte tan inesperada habrá de darla. ¿O acaso no era una intervención rutinaria? Reconozco que últimamente estoy algo suspicaz con las muertes misteriosas.
En todo caso, lo curioso es el poco eco que ha tenido la noticia. No era desde luego tan famoso (ni hortera) como Michael Jackson o Amy Winehouse, pero le corresponde un puesto más que prominente en la música popular del último medio siglo. La cobertura de la prensa nacional ha sido lamentable, y eso que vivía y murió en nuestro país. El País trae en su edición del día 6 un breve obituario firmado por el sempiterno Diego Manrique en el que aprovecha para hacer un breve repaso de la carrera del músico, pero se limita a citar la fuente "oficial". ABC y La Razón todavía son más breves y también citan la misma fuente. El Mundo y Público ni siquiera reseñan el suceso. La Vanguardia, ya lo he dicho, es el único que informa de que vivía en Estepona, aunque tampoco dice que allí muriera. En cuanto a los medios foráneos, en especial los anglosajones, más o menos lo mismo, con el añadido de declaraciones de sus múltiples compañeros de una vida larga y prolífica.
En fin, que muy rara tanta discreción, tanto pasar de puntillas por esta noticia triste. Probablemente se deba a la voluntad de su familia, no sé. Habrá que esperar que empiecen ahora los homenajes póstumos y, quizá, nos enteremos de algunos detalles de este irse tan silencioso de uno de los grandes guitarristas del rock. Que este post sea mi pequeño tributo e ínfima contribución para que esta muerte no quede tan injustamente desapercibida.
I'd love to change the world - Ten Years After (A Space in Time, 1971)
Este tema con el que cierro el post es probablemente el más popular del grupo y toda una declaración que es casi imposible no compartir: me encantaría cambiar el mundo. La letra expresa el desconcierto ante el estado del planeta en los principios de los setenta, desconcierto que imagino que Alvin no terminaría de erradicar. La música, de balada rock que enlaza con algunos otros temas míticos (alguno de los Zeppelin, por ejemplo), es hipnótica y en ella destaca brillantemente la lead guitar de Lee. Era bueno el tío.
Sordo, la verdad, me parece que no; pero ajeno al proceso durante el cual el rock se hizo adulto sin duda que debí pasar mis años de adolescencia y juventud, porque esta de su muerte es la primera ocasión en que me entero de la existencia de este hombre.
ResponderEliminarPues ya somos dos. Pero es que a mí la música rockera nunca me supo despertar. Lo siento.
ResponderEliminarCorrijo la segunda frase del post sustituyendo el "y" por un "o". En efecto, se pudo no haber estado sordo pero mantenerse ajeno al rock. Hay gustos para todo, claro. En mi caso, me cuesta rememorar mi adolecencia y primera juventud sin el entusiasmo hacia el rock, gusto que, menos apasionado y "militante", aún conservo. Pero en fin, aunque no lo hayáis conocido, os aseguro, Vanbrugh y Molón Suave que Alvin Lee era uno de los grandes.
ResponderEliminarMe pareció siempre un buen músico, no 'un grande',eso lo reservo, valga la tautología, para...los grandes (aunque sean poco o nada conocidos)
ResponderEliminarCuestión semántica, Lansky. Aclaro que, para mí, grande no es la categoría más alta en mi subjetivo escalafón personal. Era un buen músico, desde luego, y en su ámbito (el rock) uno de los grandes, que hay muchos.
ResponderEliminarEn todo caso, al margen de la discusión sobre su "grandeza" o sobre cuánto era conocido (menos de la que yo pensaba, por lo visto), el objeto de este post era mostrar mi asombro sobre la escasísima difusión que ha tenido su fallecimiento.
Sí, cuestión semántica, que tu aclaras cómo la utilizas cuando dices que grandes 'hay muchos'; yo, en cambio, considero que hay pocos, porque si no no tendría para mí sentido el epíteto
ResponderEliminarEstimado panzudo Panciutti:
ResponderEliminarSi que recuerdo a Ten years after. Como muchos fanáticos del blues eléctrico. También me motivaban otros monstruos como Peter Green y Rory Gallagher (a quien tuve la suerte de ver en directo).
En fin se nos va otro gran músico que nos acompaño hace ya varias décadas.
Estimado Federico, qué alegría volverte a ver por aquí. Citas a otros dos grandes guitarristas del blues-rock, también niños de la posguerra como Alvin Lee, pero que seguramente son todavía menos conocidos. Los dos me gustan mucho, aunque no he tenido suerte de verlos en directo (a Gallagher ya no podrá ser). Tengo más escuchado al Green de su primera época (desde John Mayall hasta los primeros y fantásticos Fleetwood Mac, antes de la americanización), antes de que se le rayaran las neuronas (es que las drogas son muy malas, mira que te lo tengo dicho). Como bien dices, son tipos que nos acompañaron hace ya varias décadas y nos hicieron más agradable la vida.
ResponderEliminarTampoco yo me había enterado. Vaya mierda, otro trocito de mi juventud que desaparece. Menos mal que me quedan los LPs.
ResponderEliminarLo que a mí me escama es su muerte en un hospital español. Ayer me enteraba también de la muerte de un conocido a causa probablemente de una negligencia médica.
ResponderEliminarC.C: Vamos desapareciendo poco a poco, qué se le va a hacer. Así que te gustaban los Ten Years After, ¿eh?
ResponderEliminarEmma: A mí también me mosqueó lo que dices. De hecho, me extraña que no se explique cómo ha muerto a causa de un "procedimiento quirúrgico de rutina".
No tenia ni idea que habia muerto, estoy de acuerdo y comparto todo tu árticulo.
ResponderEliminarFue el segundo LP (doble) que me compré, seguramente lo habre oido miles de veces (no me canso) y las que me quedan.
Sin duda un grande del Rock