El alcalde de Valladolid, preguntado en una entrevista radiofónica el pasado jueves 21 por las medidas recomendadas por el Ministerio del Interior a las mujeres a fin de prevenir agresiones sexuales, se descolgó con una perla característica de su incontinencia verbal (no en vano se le conoce como el Berlusconi pucelano) que ha levantado harto revuelo mediático, cuya magnitud –no nos engañemos– algo tiene que ver con que este hombre lleve cinco legislaturas seguidas como máximo regidor de la capital castellana. Dijo el señor León de la Riva que a él a veces le daba reparo meterse a solas en el ascensor con alguna mujer porque "imagina que hay una chica con ganas de buscarte las vueltas, se arranca el sujetador o la falda y sale gritando que le han intentado agredir".
Así que seamos justos. En esta ocasión no le salió al alcalde su machismo (que no dudo que lo tenga bastante enraizado); tampoco pretendía ridiculizar el gravísimo problema de la violencia sexual hacia las mujeres (26 violaciones semanales en España durante 2013). Simplemente fue su miedo el que habló, un miedo que nace de una sensibilidad enfermiza, de estar obsesionado con que hay muchas personas obsesionadas con hacerle daño. De hecho, en la propia entrevista radiofónica deja traslucir ese temor patológico cuando se queja de que "aquí para meterse con el alcalde todo vale" (minuto 18). Por esto, creo que hay que tener un poquito de compasión con un hombre que sufre esta angustiosa disfunción perceptiva; no me parece bien aprovechar esta ocasión para crucificarlo mediáticamente e incluso escrachearlo. Ya soltará por su boquita otras declaraciones mucho más pertinentes.
Además, el alcalde se disculpó ese mismo día a través del twitter municipal. Bien es verdad que la disculpa está redactada en tercera persona ("El Alcalde quiere aclarar que se han malinterpretado sus palabras, sacándose de contexto, y pide disculpas a quien se haya sentido ofendido"), lo que es poco elegante y hace sospechar de su arrepentimiento. Tampoco parece que sea muy atinado afirmar que lo que dijo fue sacado de contexto (escúchese la grabación) porque casi todos los medios le citan literalmente y poco juego daba el asunto para descontextualizarlo. Pero bueno, lo que dejó claro Don Javier fue que él condena cualquier agresión sexual, sea de hombre a mujer o viceversa. Bien es verdad que no suele haber agresiones sexuales "viceversa" pero, en fin, que conste que el alcalde las condena todas.
Eso sí, lo que tiene que hacer el regidor pucelano es tratarse esa fobia o como se llame la disfunción psicológica que padece. Porque aunque muchos podamos comprender que es el miedo lo que provoca ese tipo de declaraciones, él ha de entender que en el contexto resultan, cuando menos, inoportunas. Si a uno le preguntan la opinión sobre una recomendación ministerial para que las mujeres sean cuidadosas al meterse en un ascensor, hablar de la obsesión personal pues como que no viene a cuento. Es más, los malintencionados que tanto abundan pueden pensar que estás restando importancia a las agresiones sexuales a las mujeres o incluso te acusarán de que insinúas que no pocas de las situaciones de agresión denunciadas son falsas. Llama la atención que sea la propia obsesión de no ser víctima de sus enemigos la que le lleve a caer en las fauces de éstos. Moraleja: cuando uno no quiere que lo machaquen, lo mejor es no salirse del tiesto; calladito estás más mono. Pero es que Don Javier –como también asegura en otro momento de la entrevista– si no dijera lo que piensa no sería él.
Y ahí está el quid del asunto (y me pongo un poquito más serio). Que probablemente (al menos tal es la impresión que me da) dice lo que piensa. Y conste que me parece muy bien que lo diga, aunque después de revisar unas cuantas declaraciones suyas y hacerme una idea de lo que piensa sobre la mujer, lo que no me gusta es lo que piensa. Pero, claro, yo no vivo en Valladolid y por consiguiente mi voto no influye en absoluto en que siga ejerciendo su cargo. En cambio, a un porcentaje muy significativo de vallisoletanos (prácticamente el 50% de los que votaron en las últimas municipales) no les debe parecer mal lo que piensa el alcalde (o, si no les termina de gustar, lo compensan con la aprobación de su gestión). E imagino que esto lo sabe (y lo calcula) Don Javier y quizá por eso cree que lo que dice no le supondrá desgaste ya que, al fin y al cabo, no hace sino poner voz a lo que piensan sus votantes. Puede que acierte, no lo sé; puede que, en efecto, haya en este país (y en Valladolid en concreto) una importante cantidad de población que piense lo mismo que él sobre la mujer. Si no, no me explico la seguridad que manifiesta sobre volver a ganar las próximas elecciones.
Lay lady lay - Cassandra Wilson (Glamoured, 2003)
Aprovecho este post para subir una de las más famosas canciones de Dylan (ya que el cantante le dice a la chica que se recueste en su gran cama de latón; pero no es para violarla, ojo). Aunque nobody sings Dylan like Dylan, la fantástica Cassandra Wilson, con su profunda voz, lleva este tema de leves aires country en su origen a la esfera del jazz, sorprendiendo muy gratamente. Aunque el disco es de 2003, lo he descubierto recientemente.
Lay lady lay - Cassandra Wilson (Glamoured, 2003)
Aprovecho este post para subir una de las más famosas canciones de Dylan (ya que el cantante le dice a la chica que se recueste en su gran cama de latón; pero no es para violarla, ojo). Aunque nobody sings Dylan like Dylan, la fantástica Cassandra Wilson, con su profunda voz, lleva este tema de leves aires country en su origen a la esfera del jazz, sorprendiendo muy gratamente. Aunque el disco es de 2003, lo he descubierto recientemente.
Yo creo que desafortunadamente en este país hay mucha gente que piensa como él, viejos, maduros y jóvenes, y lo que es peor, igual hombres que mujeres, así nos va, viviendo en una falsa liberación de la mujer.
ResponderEliminarLa canción es preciosa, la conocía de Bob Dylan pero me gusta mucho más la versión de Cassandra Wilson.
Saludos, :)
Pues a mí no solo no me gusta lo que piensa, sino que no me gusta él ni los que piensan como él.
ResponderEliminarEsta es para mí una excepción a la norma de rechazar algunas ideas pero respetar al que las sustenta: no me merece ningún respeto, mejor dicho, me merece el mismo respeto que él concede a los demás (no sólo a las mujeres, como hombre me está ofendiendo a mí) y resulta que el respeto o es recíproco o no es.
Me parece que Babe y Lansky se me han adelantado y me limito a suscribirlos.
ResponderEliminarSe me olvidaba responder a tu última cuestión: "Si no, no me explico la seguridad que manifiesta sobre volver a ganar las próximas elecciones.. Bien, estamos en plena polémica ahora mismo sobre la forma de elegir alcaldes propuesta por el PP y repudiada por el resto de partidos, pero en ningún caso, repito, en ningún caso en España se elige o se elegirá directamente a los alcaldes. Hay listas cerradas, se elija a la lista más votada o a la que obtenga mayoría por los concejales electos con sus pactos postelectorales ¿Entonces? Entonces la seguridad de este energúmeno proviene de la que le proporciona la aquiescencia de su partido, el PP,y no sólo la falta de sanciones, que es el que le colocará en disposición de ser votado: el primero de la lista cerrada que además en "Fachadolid" será probablemnte la más votada, mi más sentido pésame a esa inmensa minoría de vallisoletanos que jamás le votarán.
ResponderEliminarA mí, sí me gusta lo que TÚ piensas.Beso, Miros, y feliz cumple con algo de retraso.
ResponderEliminarBabe: Muchas mujeres, sí (y más hombres, claro). Me alegro que te guste la canción.
ResponderEliminarLansky: La verdad que la propuesta del PP más parece un globo sonda que una intención real que, además, veo difícil que sean capaces de sacar. Llevo todo el mes intentando conseguir un texto articulado que no existe en ningún sitio.
C.C.: Gracias.