Si, como parece –porque uno no puede fiarse nunca al cien por cien de la información oficial–, la reciente catástrofe del A320 de Germanwings ha sido causada por la voluntad del copiloto de estrellar el avión, la pregunta inmediata es cómo es posible que esas actuaciones puedan llevarse a cabo en la actualidad. Hace ya algunos años, un amigo mío, buen conocedor de la tecnología de la aviación, me comentó que ya era factible operar un vuelo comercial sin piloto, desde el despegue hasta el aterrizaje en destino. Los principales obstáculos para que se pusiera en práctica –me dijo– provenían de los sindicatos de pilotos, así como del previsible rechazo de los pasajeros. Lo cierto es que tras un breve chequeo por Internet, compruebo que hoy en día hay medios tecnológicos más que sobrados para guiar aeronaves (piénsese en los drones, sin ir más lejos). De hecho, según tengo entendido, la ruta de cualquier avión comercial está permanentemente monitoreada a través de los radares. En cuanto se desvía del tubo imaginario por el cual debe discurrir, en alguna torre de control salta inmediatamente la alarma y –como se ha repetido hasta la saciedad en estos días– los controladores intentan comunicar con él e incluso avisan a cazas militares para que se acerquen a ver qué pasa.
Ahora, conmocionados todos por el desastre, se habla de reforzar las medidas de seguridad y he escuchado dos propuestas: la primera, obligar (en Estados Unidos ya es así) a que en la cabina haya siempre dos personas, de modo que si a una de ellas le da por intentar estrellar el aparato el otro se lo impida o dé la alarma. De otra parte, se dice que van a reforzarse los tests psicológicos para evitar que nadie con tendencias suicidas o cualquier otro desajuste mental se ponga a los mandos de un avión. Sin embargo, no he oído que se hable de algo que me parece obvio: introducir mecanismos teledirigidos en los aviones que permitan bloquear el manejo de éstos desde su interior. Me sorprende que no se hable de esto, pero también que no esté en funcionamiento desde hace bastante tiempo, en especial desde los ataques del 11-S. Ante el miedo de que un terrorista (o un depresivo con ganas de suicidarse a lo bestia y de paso llevarse consigo a centenar y medio de inocentes) se apodere de un avión, nada más fácil que inutilizar los mandos de éste y desde una torre de control llevarlo a donde se quiera. El silencio oficial (y de los medios) ante estos recursos tecnológicos hace que inevitablemente uno sospeche que en este asunto hay algún gato encerrado.
No sé; tengo la sensación de que abdicamos continuamente de nuestra capacidad crítica (del ejercicio de la ciudadanía, en el fondo), dando por sentado que hay quienes velan por nuestra seguridad. Y sólo cuando ocurren tragedias como esta reciente nos asalta el miedo, pero estamos ya tan desentrenados, tan desacostumbrados a hacernos y a hacer preguntas que es muy fácil apaciguarnos. Todavía espero que, como este del Airbus sigue siendo el tema candente, en cualquiera de los medios de comunicación se plantee la discusión sobre mecanismos de bloqueo y teledirección de las aeronaves, de modo que los inocentes ciudadanos podamos enterarnos de por qué no están implantados en los aviones comerciales. Porque, la verdad, yo al menos tengo bastante interés en que alguien que sepa (y que mande en la aviación civil) me lo explique.
¿Quizás por el peligro a que se pudieran hackear?
ResponderEliminarYa lo pensé, pero no me convence. También, en teoría, se podrían hackear las comunicaciones con las torres de control y estrellar los aviones (creo que hay algunas películas al respecto) y eso no impide que se monitoricen los aviones. Pero, en todo caso, ¿por qué no se debate sobre el tema?
EliminarEs interesante,MIroslav, la orientación que vienes dando últimamente a este blog: elecciones andaluzas, accidente-asesinato del avión de los Alpes. Te estás convirtiendo en un editorialista de las novedades en prensa.
ResponderEliminar¿Tú crees? En realidad, escribo de lo que me inquieta (y desconcierta) en cada momento y, obviamente, la actualidad (general o la mía particular) es la fuente.
EliminarTeledirigir aviones sin piloto desde tierra; buena idea, de hecho, creo que se hará en un futuro próximo. Pero esa no es ahora la cuestión, sino si eso aumentará sensiblemente la seguridad en los vuelos; creo que sí.
ResponderEliminarNo obstante, la seguridad absoluta no existe y por cada imnovación que creamos para aumentarla (una que impide que los secuestradores entren en la cabina de los pilotos) surgen nuevos problemas (una cabina hermétiva que permite que un piloto asesine a todo el pasaje). Así, un sistema teledirigido de vuelos elimina muchos peligros, pero estoy absolutamente seguro de que genera otros (¿y si un loco o un terrorista -vienen a ser lo mismo- se apodera del centro de control en tierra?). En fin.
En efecto, la cuestión no es teledirigir los aviones comerciales sin piloto; de hecho, no es eso lo que digo, sino la posibilidad de usar esa tecnología para, bloqueando el control del avión desde tierra, evitar actuaciones como la del copiloto de Germanwings. En todo caso, lo que me desconcierta es por qué no se habla sobre esto,
EliminarY naturalmente que la seguridad absoluta no existe y que suprimir unos riesgos puede suponer que aparezcan otros nuevos. También había pensado en el supuesto que sugieres, pero es relativamente fácil de prevenir (por ejemplo con sistemas cruzados de seguridad entre distintos centros de control). Piensa en todas las cosas que funcionan controladas desde sistemas externos, y es así, entre otras razones, porque se asegura una mayor seguridad. En todo caso, estarás de acuerdo en que parece bastante increible que un tipo pueda encerrarse en una cabina y precipitar un avión hasta el suelo.
De otra parte, también es cierto que las probabilidades de que ocurra lo que ha ocurrido son muy pequeñas (por terrible que sean sus consecuencias). Nuestra vida cotidiana se basa en la confianza generalizada de que el prójimo no va a volverse loco y matarnos (hay muchas más probabilidades, por ejemplo, de que el conductor de un autobús decida sucidarse con todos sus pasajeros, niños que lleva al colegio, por ejemplo).
EliminarNo des ideas...
EliminarHay otra cosa interesante de la que apenas se habla y se refiere al perfil del asesino en masa. Se ha dicho que si el piloto era depresivo, que si tenía talante suicida…, pero suicidas y asesinos en masa son personalidades muy distintas; el suicida normalmente (está demostrado) no desea hacer daño provocando la muerte de nadie más que de él (si vengarse de otros, de un amante que no le corresponde, matándose para culpabilizarle), mientras que los macro homicidas suelen ser narcisistas que quieren ser recordados por su hazaña… es muy extraño el comportamiento del sujeto en cuestión.
ResponderEliminarLo es, ciertamente. ¿Sabremos alguna vez la verdad sobre el tipo?
EliminarTotalmente de acuerdo, bastantes psicólogos lo han comentado por Twitter. Semejante relación va a provocar que algunos miren con peores ojos todavía la depresión.
EliminarPues creo que se comentó un poco por Twitter, pero no presté atención porque a cada momento salían más y más noticias, muchas de las cuales eran disparatadas. Intentaré averiguar algo.
ResponderEliminarYo no uso twitter, pero no he oído sobre el asunto en la tele o radio, ni leído en los periódicos.
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