Transcribo a continuación el texto de un comunicado que se está discutiendo en estos momentos entre los principales dirigentes de Unidos Podemos antes de hacerse público. Espectacular primicia informativa.
Ante los acontecimientos que se están viviendo en el seno del Partido Socialista, el Área de Análisis social y político de Podemos ha elaborado una valoración de la actual situación política del país y una propuesta concreta y, a nuestro juicio, especialmente urgente. Tanto el análisis como la propuesta serán presentados por el Secretario General a la consideración y aprobación del Consejo Ciudadano Estatal que ha sido convocado para el próximo sábado 8 de octubre.
En las elecciones del pasado veintiséis de junio el Partido Popular fue el que obtuvo más votos. Pero eso no significa, como incansablemente se obstinan en repetirnos, que la ciudadanía quiera que este país sea presidido por Mariano Rajoy, ni mucho menos que cualquier otra opción de gobierno contradiga las reglas democráticas. Nosotros interpretamos, en cambio, que una gran mayoría de españoles, el 75% de quienes depositaron su voto en las urnas, manifestaron su oposición a un nuevo gobierno del PP.
Esta conclusión ha quedado patentemente clara tras los dos intentos de investidura del señor Rajoy. La mayoría de los representantes legítimos de los ciudadanos, quienes en nuestra democracia expresan la voz de los votantes, han rechazado contundentemente al Partido Popular. Tan solo Ciudadanos, justificándose en la necesidad de que haya Gobierno pero a disgusto, apoyó la investidura, aunque infructuosamente.
Unidos Podemos ha manifestado siempre con absoluta nitidez que su primer y principal objetivo es acabar con las nefastas políticas de Rajoy, que tanto daño han hecho a la mayoría social de este país. Los resultados electorales y sus consecuencias parlamentarias refrendan la legitimidad democrática de nuestras intenciones que comparte mayoritariamente la ciudadanía española. Sin embargo, ni en la breve legislatura pasada ni en ésta, los restantes partidos hemos sabido o podido ofrecer una alternativa viable para desalojar al PP del gobierno.
Somos conscientes de que nuestra formación, que asusta a quienes llevan tanto tiempo controlando los resortes del Poder político y económico, se ha convertido en un obstáculo más que en un apoyo para conformar la necesaria alternativa de gobierno. Hemos de reconocer que el injusto y demagógico discurso del miedo, alentado con entusiasmo desde casi todos los medios de comunicación, ha calado en gran parte de la ciudadanía. Pero además, esos poderes no tienen reparo en sobrepasar cualquier barrera democrática antes que permitir que Unidos Podemos participe en la gobernación de este país.
Lo ocurrido recientemente en el PSOE es muestra meridiana de la férrea negativa a nuestra coalición. No nos cabe duda de que los poderes fácticos a quienes sirven no pocos de la ejecutiva socialista han querido abortar la posibilidad real de un pacto progresista que intentaba viabilizar Pedro Sánchez. Independientemente de cómo los socialistas resuelvan a medio plazo su grave crisis de identidad, nos parece evidente que los recientes acontecimientos nos abocan a la investidura en pocos días de Mariano Rajoy, con la abstención cómplice de suficientes diputados del PSOE.
Si, como siempre hemos mantenido, el primer objetivo de Unidos Podemos es expulsar al PP y, de otra parte, en estos momentos somos el mayor impedimento para que se permita un gobierno alternativo, la conclusión es evidente. Para lograr que el Partido Popular pase a la oposición, Unidos Podemos está dispuesto a votar afirmativamente la investidura de Pedro Sánchez sin reclamar a cambio ninguna contrapartida, ningún puesto en el futuro gobierno ni ninguna otra concesión, admitiendo el programa electoral del PSOE. Incluso votaremos afirmativamente aún cuando, como consecuencia de un pacto de investidura con Ciudadanos, se recupere el acuerdo que esos dos partidos suscribieron en la pasada legislatura.
Con esta decisión que obviamente no es de nuestro gusto, Unidos Podemos quiere demostrar, frente a las insidiosas calumnias a las que ya estamos habituados, que sabe sacrificarse por el bien de la mayoría social. Ciertamente, mucho mejor para los intereses populares sería un verdadero pacto progresista pero, convencidos de que éste no es posible en las actuales circunstancias, entendemos que debemos remover cualquier obstáculo para posibilitar lo más importante: deshacernos de las políticas salvajes del Partido Popular.
Unidos Podemos, naturalmente, ejercerá una leal oposición al nuevo gobierno durante esta legislatura, apoyando las medidas que beneficien a la mayoría social de este país (aún cuando no vayan tan lejos como quisiéramos) y combatiendo las que la perjudiquen. Ciertamente, un gobierno minoritario de Pedro Sánchez tendrá ante sí una tarea difícil, que le obligará a negociar y pactar con las restantes fuerzas, pero ésta es una de las reglas de los nuevos tiempos, de la que tampoco habría de escapar el PP.
La suma de nuestros votos no permite alcanzar la mayoría suficiente para la investidura de Pedro Sánchez. Por eso, en primer lugar, queremos hacer un llamamiento a los diputados nacionalistas, en especial a los catalanes. Si la presencia de Unidos Podemos es uno de los argumentos que imposibilita la alternativa al PP, las exigencias nacionalistas (en particular la del referéndum) es el otro principal. Por tanto, sin renunciar en nada a sus idearios, como tampoco nosotros lo hacemos, les pedimos que no condicionen a éstas el apoyo a Pedro Sánchez, o al menos la abstención, evitando así ser cómplices de la reelección de Mariano Rajoy.
Un mensaje, en segundo lugar, a Ciudadanos: que demuestren ese sentido de Estado del que tanto alardean y, una vez suprimido cualquier compromiso del PSOE con nosotros o con los nacionalismos (las dos que para ellos sí son líneas rojas), faciliten la investidura de Pedro Sánchez. Que se den cuenta de que un gobierno del PSOE, aunque haya sido votado directamente por menos españoles que uno del PP, contaría con muchísimo menos rechazo de la ciudadanía. El mal menor, como justificaron en su momento, no es el gobierno de Rajoy.
Por último queremos dirigirnos, como no podía ser de otra manera, a los dirigentes y militantes del Partido Socialista Obrero Español. Mantuvimos durante la campaña electoral que nosotros no éramos el enemigo, sino Rajoy. Pese a todo, algunos de vosotros, influidos por voces interesadas, creéis que buscamos destruir al partido. Pues bien, con este anuncio esperamos convenceros de que no es así, de que queremos ser vuestros aliados en el objetivo compartido de acabar con las políticas del PP. Confiamos en que, libres de las engañosas excusas que se han esgrimido durante las últimas semanas, el PSOE asuma decididamente su obligación.