martes, 2 de noviembre de 2010

El descubrimiento del clítoris

La semana pasada me enteré de que en 1559, el mismo año en que moriría, Realdo Colombo, profesor de anatomía de la universidad de Padua, descubrió y describió el clítoris en su De Re Anatomica, la única obra que escribió. Dos años después, Gabrielle Falloppio publica sus Observationes anatomicae, obra en la que no sólo describe las trompas uterinas (que por eso se bautizaron en su honor) sino que también reclama ser el primigenio descubridor del botoncito femenino y que Colombo se aprovechó de una confidencia para adelántarsele (para entonces ya éste había muerto). La cuestión es que la disputa por el honorífico título de descubridor del clitoris tuvo su encono, aunque obviamente hemos de inclinarnos, aunque sólo sea por el apellido, a favor de Colombo.

En cualquier caso, en primera instancia, sorprende que este órgano no aparezca en la literatura médica hasta tan bien entrado el XVI. La wiki dice que los griegos ya lo tenían bien controlado (un tal Rufo de Efeso lo menciona en su Artis Medicae Principes) y que incluso disponían de un verbo que venía a significar "acariciarse el clítoris para darse placer" (no sé para qué otra cosa se lo podrían acariciar las griegas), lo cual da pistas de que las prácticas masturbatorias entre las paisanas de Helena eran, primero, bastante frecuentas y, segundo, cabe imaginar que se hablaba del tema con cierta naturalidad (–Venga, Agamenón, hazme un dedito, no seas vago).

Pero luego vino el cristianismo y se acabó el cachondeo, especialmente el femenino. Además, es sabido que las obras de los griegos se perdieron para occidente, aunque no así para los árabes, que habrá que suponer que leyeron los tratados anatómicos de los sucesores de Hipócrates y así supieron que sus huríes tenían una cosita encapuchada donde sentían mucho gustirrinín. Eso explicaría, en parte, la fama que desde el XIX adquirieron las mujeres orientales en lo relativo a su mayor sabiduría sexual; pues claro, si llevaban conociendo el clítoris sin los quince siglos de interrupción europea.

Se me dirá que las mujeres del viejo continente, antes incluso de Colombo y sus colegas italianos, ya tenían que saber lo que tenían ahí hacia el sur. Pues sí, pero a lo mejor no muchas, o no todas, o las que lo sabían, fueran cuantas fueran, se lo callaban porque algo malo se barruntarían que podía ocurrirles si comentaban lo que sentían por esos bajos. La cosa es que parece que Colombo se entusiasmó con su descubrimiento, y se deshizo en elogios sobre tan diminuto y sensacional órgano, proclamando como algo inaudito que allí radicaba el placer de las mujeres. Así que, una de dos, o el tal Realdo era gilipollas o, por el contrario, habrá que suponer que la inmensa mayoría de los humanos machos de aquellas épocas ni se enteraban en sus acoplamientos que sus hembras tenían un elemento muy pero que muy sensible justo encima de donde metían su cosa; y he de decir que esta segunda hipótesis no me parece absolutamente descabellada.

Porque lo que está claro es que el "descubrimiento científico" de Colombo se hizo en actividades extralaborales, pues por mucho que observara un cadáver dudo que llegara a concluir para qué valía ese "grano". Así que hay que pensar que o le sonó la flauta por casualidad o le tocó en suerte una "desvergonzada" que quiso que el professore hiciera prácticas anatómicas novedosas. Y así, gozosamente (es un suponer), el clítoris fue descubierto para la ciencia occidental, porque hasta entonces no existía de la misma manera que antes del desembarco de su pariente unos cuantos años antes, tampoco existía América. Por cierto, no deja de ser curioso y hasta sintomático (no sé muy bien de qué, pero seguro que es sintomático de algo) que nosotros, los hombres blancos, hayamos descubierto un continente 67 años antes que el clítoris. Y no se me diga que es porque América es más grande, pues al otro sitio (o muy cerquita) íbamos con mucha más frecuencia y en mucho mayor número. Es que no nos fijamos.

Pero lo importante, para qué darle más vueltas, es que gracias a Realdo Colombo, hoy ya todos sabemos qué es el clítoris, dónde está, para qué vale e incluso algunos, los más avispados, hasta cómo se sintoniza. Por eso no termino de entender a cuento de qué se hacen documentales como este francés, nada menos que de 2003 (hace nada, oye) que se titula "El clítoris, ese gran desconocido". Y todavía dicen que es para mayores de dieciocho: ¡Por favor! Si quienes han de verlo son los chavalillos en su primer curso de educación sexual, que los adultos ya lo sabemos todo al respecto.

CATEGORÍA: Sexo, erotismo y etcéteras

27 comentarios:

  1. ¿A que no has leído "el anatomista" de Federico Andahazi?
    Narra las ¿travesías? de este Colombo.

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  2. Esta chica tiene las uñas mal pintadas. Hay que ver, qué desvergüenza...

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    1. Ella no está mostrando las uñas... Esta mostrando otra vaina...

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  3. Uno está encantado con su heterosexualidad inapelable e incluso satisfecho con el cacho (cazzo) que le ha tocado en el reparto para gozar con el sexo en pareja o a solas.
    No obstante, ya tengo dicho y escrito por ahí, por aquí, que me gustaría tener también un clítoris en algún lugar accesible de la propia anatomía. Un organillo placentero más.
    No sé si será esto el hermafroditismo secuencial de que se habla en algunos animales.

    No me importa: hetero, follador, animal, hermafrodita y lo que sea, pero con mi clítris a cuestas.
    Y sí, la tía de la foto tiene unas uñas de asquito: se va a infectar o infestar el propio pozo.

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  4. La verdad es que esa imagen tan explícita, pesa demasiado. Creo que has sido un poco profanador en su elección.

    A mí, personalmente, nunca me gustó el clítoris por lo que tiene de andrógino, es como un pene pequeñito, y por otro lado, a la hora de hacer el amor, prefiero hacerlo sin convencionalismos, buscando la mayor espontaneidad posible, y sin ideas preconcebidas, y creo que salvo que me lo hayan pedido expresamente, jamás se me ha ocurrido actuar sobre dicha parte de la anatomía femenina.

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  5. Hay en la tele un anuncio de Calvin Klein, un perfume femenino, que empieza con una flor de cala ('trompeta') mostrando la puntita del 'espádice' amarillo con una voz en off que dice 'intimidad recóndita' o algo similar.

    Metáfora del clítoris muy gráfica y de buen ver, pero algo inoportuna... porque ese apéndice huele muy mal cuando madura...

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  6. Desde luego, Grillo, me cuesta creer que este último párafo 15:14 sea tuyo.¿ Las viejas a las que hueles la entrepierna no se lavan ?

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  7. CC, se refería a la flor. No ves que es un grillo...?

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  8. Gracias Zafferano.

    Qué malosa es C.C.

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  9. Chofer: No, no he leído esa novela, pero buscando datos sobre ese Colombo me enteré de de su existencia, así como de la del autor, a quien no conocía. Por lo visto fue polémico, el libro. Habrá que leerlo algún día de estos.

    Zaffe: Pues sí, eso parece. Pero no hay que mirar el dedo que señala la luna.

    Grillo: Yo no diría que el clítoris es un organillo placentero más

    Atman: Tu comentario me motiva a escribir otro post y ser bastante más explícito que en éste (pero ahora ando con poco tiempo). Me asombra que te parezca "profanador" enseñar los genitales femeninos. Me asombra que no te guste el clítoris porque se parezca a un pene (de hecho funciona casi igual que un pene) pero es mucho más sensible y especializado. Y me asombra, sobre todo, que jamás se te haya ocurrido actuar, motu proprio sobre "dicha parte de la anatomía femenina", y que creas que hacerlo deja de ser espontáneo y/o supone ir con ideas preconcebidas (en la connotación positiva/negativa que la das a las respectivas expresiones, que mucho habría que hablar). En fin, en otro momento trataré de explicarte mis asombros. Lo que me gustaría, en todo caso, es que lo hiciera una mujer, que están mucho más autorizadas en tal sentido.

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  10. Me he explicado fatal, Miroslav.

    Decía un organillo MÁS de placer y sólo placer como cosa extra, para caballeros. Debo ser un ambicioso.

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  11. Tu asombro Miraslov por el comentario de Atman, debería convencerte que no sólo los chavales jóvenes necesitan estos documentales. Creo que hay muchos hombres que no sé si siguen convencidos, pero que creen que una mujer puede llegar al orgasmo siendo ellos espontáneos. Tampoco soy yo de las que crea que el objetivo principal del sexo sea tener un orgasmo, el sexo es una forma de conocerse y si los que lo practican juntos se conocen bien seguramente tendrán muchos orgasmos. Los que no se preocupan de conocer a su contrincante posiblemente no le reportarán tanto placer como podrían provacarles. Así que posiblemente el clítoris todavía sea el gran desconocido.

    Es más hace poco me enteré que el tan famoso punto g era sólo la parte de la pared de la vagina donde el clítoris tiene su terminación. Ya que al igual que el pene, el clítoris tiene una parte interior que va a dar justo en la zona llamada punto g.

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  12. Amaranta:
    A lo mejor llamar 'contrincante' a la pareja sexual es un poco chungo - a menos que te refieras a TRINCAR...

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  13. Zafferano, gracias, es posible que tengas razón. Pero conociendo a Grillo : hmm.

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  14. ¿Más explícito? Me asombro de tus asombros y quedo intrigado por lo que nos deparará tu inspiración.

    Siempre me parecieron ridículos los trámites de “los entendidos”, como esos catadores de vino, que primero lo airean, luego lo mueven, se lo llevan a determinadas partes de las papilas gustativas y luego te dan una descripción exhaustiva de su color, sabor y textura. Y conste que a mí me encanta el vino, pero mi forma de degustarlo es más salvaje, innata, y visceral, y no me importa perderme los detalles, de si son crianza o reserva, si fueron elaborados en barricas de roble, o si son de éste o aquel año, y de ésta o aquella región. Pero sí sé cuando me gustan, y curiosamente son los caros, los buenos. Porque el conocimiento natural también es sabio, y nosotros no somos tontos, y si el clítoris está ahí, se excitará igualmente aunque yo no haya oído hablar nunca de él, ni tenga una cátedra en sexología.

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  15. Atman, disculpa si pongo en duda la última parte de tu comentario.
    Y de acuerdo, tú si sabes cuándo te gusta un vino, pero estamos hablando de algo recíproco. Le gustarás tú al vino también? No sé si me explico...

    Un abrazo natural que me voy a yoga

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  16. Zafferano: Te contestaré inmodestamente: Sí que le gustaría, porque yo nunca buscaría una pareja a la que le interesase un operador técnico, sino un alma apasionada.

    ¡A yoga! Pues que tengas unas buenas asanas y consigas aquietar al espíritu. Om Shanti, paz para ti y para todos.

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  17. C.C.: deja ya de meterte conmigo o le digo a tu marido lo nuestro.

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  18. Amaranta: Estoy ya bastante convencido (lo que no es incompatible con que me siga asombrando) de que no sólo (ni principalmente) los jóvenes necesitan educarse para dar y recibir placer. Pretendía que el post tuviera un ligero tonillo irónico. De otra parte, tampoco veo ninguna incompatibilidad entre ser espontáneo y/o apasionado en el sexo y saber cómo funciona nuestro cuerpo. En fin, que estoy bastante de acuerdo con lo que dices.

    AtmanSólo una cosita: El clítoris está ahí, sí, pero no por estar se va a excitar hagas lo que hagas. Si no se estimula pues simplemente no se excita. Naturalmente, puedes no haber oído hablar nunca de él e incluso no saber que existe o para qué vale y, aún así, rozarlo con el suficiente tino como para que tu partenaire se corra. Pero imagino que coincidarás conmigo que hay más probabilidades de que lo hagas mejor si sabes lo que es, donde está y cómo funciona. Tampoco es necesario doctorarse en sexología; suele bastar con que tu compañera te haga saber lo que le gusta. De otra parte, el referirse explícitamente a este tipo de cosas parece que a muchos/as les es muy "anti-climáx". Sin duda proviene de una concepción oscurantista (y pecaminosa) del sexo. De todo se debe poder hablar con pelos y señales y aprender más no está reñido (al contrario) con las almas apasionadas.

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  19. Querido Atman, vuelvo de yoga un poco más rota pero bastante más relajada que hace un par de horas. Siento volver a discrepar de tus argumentos, porque creo que las cosas son mucho más sencillas. Amar, ya lo sabes, no es un deber, sino un placer. Y como placer que es, lo más natural es cultivarlo. Igual que la pintura, la escritura (que por cierto se te da muy bien) o cualquier otra cosa que nos resulte placentera. El sexo es, si no el más grande, uno de los mayores placeres de la vida. Un buen amante descubre, conoce, explora, sorprende, inventa, se da, sin grandes complicaciones, disfrutando del placer que proporciona a la persona que quiere. Por eso no entiendo muy bien por qué te resulta elaborada una experiencia absolutamente natural. El cuerpo está ahí, con todas sus miles de terminaciones nerviosas y zonas erógenas ¡y todas están a nuestro alcance para hacer disfrutar al otro! Qué maravilla! Y en vez de estar contento por eso, te dedicas a jugar al descarte. No me casa esta forma de pensar con un alma apasionada... En fin Atman, no sabes lo que te pierdes y es una lástima que te niegues a verlo. Estoy segura que de cambiar de opinión, más de una te lo agradecerá.
    Yo tampoco quiero un operador técnico, tampoco busco nada, pero he tenido la suerte de encontrar un muy ben amante que le da mil vueltas al yoga y a todas las relajaciones mundiales cada vez que estamos juntos. Porque me conoce, conoce mi cuerpo y sabe cómo hacerme sentir.

    En fin, tampoco entiendo por qué te expresas en condicional...

    Un besote Atman, y un Ommm de buenas noches!

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  20. C.C. y Grillo. Gracias a ustedes por haberme aceptado de mediadora en el entuerto. Un beso a los dos

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  21. En una ocasión vi una película, no me acuerdo del argumento ni de cómo se llamaba, pero me quedé con una frase; había una pareja en crisis, y ella le decía a él: “Cada vez lo hacemos mejor pero hay menos sentimiento”. Que no se me entienda mal, no soy ningún estrecho remilgado, de hecho me encanta meterle mano, y otras cosas, a los genitales femeninos. Tampoco soy solamente salvaje, innato y visceral; también soy sofisticado, imaginativo y hasta perverso. Pero a lo que voy es que, aunque en el amor de pareja está incluida la sexualidad, la sexualidad no siempre incluye el amor. Para tener sexo me basto yo sólo, entonces, lo que busco preferentemente en la relación con el otro, es el amor; se podría decir: “cada vez hacerlo peor pero con más sentimiento”.

    ¡Lo que da de sí un clítoris! —Miroslav, espero haberte quitado, y no añadido, alguno de tus asombros con respecto a mi modo de verlo. Y —Zafferano, ¡una mujer dulce e inteligente! (Gracias por lo de que se me de bien escribir, los elogios nunca sobran) y el condicional lo uso porque en este momento no tengo pareja. Saludos y besos a vosotros también.

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  22. Esta mañana a las 10:45, Amaranta ha dejado un comentario a este post que, extrañamente, no ha aparecido publicado. Como yo he recibido el texto en mi correo electrónico, al percatarme, lo he intentado publicar (hasta cinco veces) con su nombre,, sin que Blogger lo admitiera. En cambio, si lo publico desde mi cuenta sí aparece. Pareciera que Blogger ha decidido negarse a que el texto de Amaranta salga bajo su autoría. Lo transcribo a continuación, pero que quede claro que son sus palabras y no las mías:

    Atman yo creo que tu simil con el vino ha sido muy explicativo. Quiero decir, que las personas nos dejamos llevar por lo que sentimos. Y tú te dejas llevar por lo que te hace sentir el vino sin necesidad de "liturgia" alguna. En realidad es así, pero es que tú al vino no has de hacerlo sentir nada. Con lo cual si te abandonas a tus sentidos es estupendo, serí un poco absurdo que nos preocupáramos del vino y si necesita o no algo de nuestra parte.

    Pero en una relación sexual con o sin senitmiento son dos los que han de sentir y abandonarnos a nuestros propios sentidos es además de egoista, bastante contraproducente. Por eso el simple hecho de que tú no le des importancia al clítoris, o la importancia que tiene que es mucha, en la anatomía femenina y lo que significa en las relaciones sexuales, pues puede llevarnos a pensar que crees que la sexualidad femenina funciona más o menos como la masculina. Y esto no es así, por más que haya muchas mujeres que jamás se vayan a quejar ni deceir ni esta boca es mía, o este clítoris es mío. Y como tú dices somos muy dueñas de luego procurarnos placer, después de terminar, pero si es costumbre en vez de excepción, algo falla.

    Y si lo que buscamos es amor y no el simple hecho del disfrute sexual, uno en el amor procura siempre el bien del otro, no el propio. Así que te toca en la relación procurar el bien de tu pareja, es obvio entonces que el clítoris para ti debería ser importante, por el hecho de meter mano o no meterla, sino porque esa es la via para que una mujer disfrute.

    No obstante cada cual es libre de vivir su sexualidad como más le conviene y quiere, que somos muy libres. Pero sin engañarnos, quiero decir que si yo afirmara como tú hiciste en tu primer comentario que "a mi personalmente nunca me gustó el pene por lo que tiene de andrógino y que a la hora de hacer el amor prefiero un vibrador ( por poner un ejemplo) y a no ser que me lo pidan expresamente ni se me ocurre tocarlo" pues está claro que sexualmente yo seré la hostia de feliz (por mi egoismo) pero poco placer habría procurado yo a ningún hombre. Pues de eso va el post de Miroslav, de eso.

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  23. Sigue habiendo muchos hombres que parecen anteriores a ese Realdo Colombo. Querría decirle algo a Atman: si no se nos excita el clítoris NO tenemos orgasmos, que le quede claro. Hay mil variantes, pero en todas interviene de una u otra forma el clítoris. Y no tiene nada que ver con el amor, en efecto. Pero, por favor: hazlo cada vez mejor, con o sin amor porque le aseguro que si es cada vez peor a la otra se le acabara el amor. Ah, y me ha encantado el último comentario de Amaranta sobre el pene, los tíos deberían pensar en eso.

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