Ayer leí el segundo post de Nanny-Ogg de "verdades verdaderas": las mujeres cobran menos. Naturalmente, hay que entender que es una verdad estadística y válida "a igualdad de trabajo"; es decir, se supone que, en conjunto, puestos laborales equivalentes tienen remuneraciones menores cuando los ocupan mujeres. Esta afirmación es sobradamente conocida (por repetida) lo que parece eximir a sus enunciantes de detallarla (o explicarla); de otra parte, es seguramente el hecho (de serlo) que mejor prueba la discriminación de las mujeres en nuestra sociedad. Digo que es el que mejor la prueba no porque la discriminación salarial sea necesariamente la peor de todas (no digo ni que sí ni que no), sino porque tiene la ventaja de poder cuantificarse y, además, en euros.
Entro en la web del Instituto de la Mujer y compruebo en sus estadísticas que, efectivamente, el salario medio anual de las mujeres en España es inferior al del conjunto de ambos sexos. En 2002, el salario medio anual conjunto era de unos 19.800 euros, mientras que el de las mujeres de 15.770. De ahí resulta que la denominada "brecha salarial" se sitúa en el 28,88%. No queda muy claro de dónde sale esta cifra (no lo explican en la web), pero asumo que significa que, en promedio, las mujeres cobran un 28,88% menos que los hombres, por lo que éstos tendrían un salario medio anual de unos 22.170 euros o, lo que es lo mismo, la diferencia absoluta media se situaría en torno a los 6.400 euros anuales (casi 90.000 pesetas menos al mes que su equivalente masculino). He de aclarar que estas cifras no cuadran del todo con las estadísticas de tasas de ocupación hombres/mujeres de la misma web, lo que me hace pensar que las diferencias deben ser algo menores, pero no creo que eso sea demasiado relevante a efectos de estas reflexiones.
Las cifras que cito corresponden a 2002 y la web solo aporta además las de 1995. La buena noticia es que la brecha ha disminuido en esos siete años así que cabe pensar (en una hipótesis tendencial sin apenas datos que la sostengan) que en este 2007 será algo menor. Pero, por muy optimistas que seamos, si los datos del Instituto de la Mujer son ciertos, difícilmente es creíble que esté hoy por debajo del 25%. Y éste es un valor muy alto; lo suficientemente alto para probar como "verdad verdadera" que las mujeres cobran menos y, por tanto, que es cierto que existe discriminación salarial.
Pero a mí lo que me gustaría es entender cómo se produce en la práctica esta discriminación, acotándola siempre a puestos de trabajo equivalentes. Para ello es necesario no mezclar otras consideraciones que, si bien son también manifestaciones discriminatorias, son otros aspectos. Me refiero, por citar un ejemplo, a la afirmación también muy repetida de que hay muchas menos mujeres en puestos de alto nivel (decisional y salarial). Esta realidad discriminatoria la tengo más que comprobada en mi experiencia personal (por poco representativa que sea como muestra estadística), así que no necesito convencerme. Y me temo que este factor distorsiona algo (no lo suficiente para negar la existencia de la brecha) las estadísticas del Instituto de la Mujer, aunque sólo fuera en el primero de sus epígrafes: directores de empresas de más de 10 asalariados. Me parece claro que cuanto más potente sea la empresa (y más empleados tenga), mayores serán los sueldos de sus directores y, como creo que habrá mayoría de directores hombres en las empresas más potentes, la media salarial de ese epígrafe está mezclando puestos no equivalentes entre sí y, por tanto, no resulta fiable a efectos de cuantificar la brecha entre trabajos análogos. En este mismo ejemplo, la cuestión es la diferencia salarial entre dos directores (uno hombre y otro mujer) de dos empresas equivalentes. O, dando un pasito más, si una empresa cambia de director (pongamos una sucursal bancaria) a directora, ¿a ésta le paga un sueldo inferior al que cobraba su predecesor?
Hay "mundos laborales" en los que, desde luego, no existe ninguna discriminación salarial entre puestos equivalentes. Por ejemplo, en la administración pública (en la que trabajo) cada puesto de trabajo tiene fijado su salario con absoluta independencia del sexo de quien lo ocupe (faltaría más). Pero, aunque no sea tan legalmente rígido, hay muchos sectores que vía la regulación laboral y los convenios colectivos ocurre algo muy parecido (sobre todo en sueldos mínimos que son tantas veces los máximos que se pagan).
Planteo lo anterior a modo de dudas, porque ciertamente me gustaría entender cómo se produce en la práctica la discriminación, ya que tengo que admitir (no van a estar mal todos los estudios estadísticos) que existe y es significativa. Así que me interesaría conocer ejemplos de empresas en las que dos puestos equivalentes tienen salarios diferentes según sea hombre o mujer quien lo ocupa (y siendo equivalentes también los factores objetivos de cada uno de ellos, tales como experiencia, etc). Por más que tenga que estar equivocado, me resisto a dejar de pensar que el factor discriminatorio, más que en las diferencias salariales entre trabajos equivalentes, radica en la mayor dificultad de acceso de las mujeres a los puestos mejor pagados.
En la web del Instituto de la Mujer también hay estudios. Mientras escribía este post me he bajado y leído (un poquillo por encima) uno titulado "Mercado de trabajo, pobreza y género". En él se habla de una diferencia salarial en torno al 25% (lo que cuadra con mi estimación); además la autora, a partir de análisis estadísticos complicados, estima que en torno a las dos terceras partes de esa "brecha salarial" no tienen su causa en diferencias en la productividad de los individuos, debiéndose atribuir consecuentemente a factores discriminatorios. Además, al desagregar más las ocupaciones, el porcentaje de la brecha salarial discriminatoria se reduce del 25% (media conjunta) al 13%. Y hay que hacer notar que es prácticamente imposible contar con datos estadísticos los suficientemente desagregados como para garantizar una suficiente equivalencia entre los puestos laborales cuyas diferencias salariales se cuantifican. O dicho de otra forma, es más que razonable pensar que el valor real de la brecha salarial discriminatoria entre puestos laborales equivalentes bajaría aún del 13% citado.
Ojo: no pretendo afirmar que no exista diferencia (discriminación) entre los sueldos de hombres y mujeres en puestos laborales equivalentes. Lo que creo, tras ver los datos y leer el estudio citado, es que esta brecha es bastante menor del 25%, conclusión que -por otra parte- me parece más explicable en la realidad práctica de gran cantidad de empresas concretas. Pero ojo de nuevo: eso no quiere decir que la discriminación salarial sexista sea baja; ciertamente es alta (en torno al 25%). Lo que pasa es que me da la impresión de que el factor más significativo no es tanto que "la mujeres cobren menos" (a igualdad de puesto laboral) sino la segregación ocupacional; es decir, que la distribución de los puestos de trabajo es más perjudicial para las mujeres. Algo de lo que, como dije antes, ya estaba convencido.
Y esto me trae a la cabeza la frase que oí hace tiempo (no recuerdo a quién) de que habría de verdad igualdad laboral entre hombres y mujeres no cuando las mujeres preparadas alcanzaran puestos de alto nivel, sino cuando lo hicieran las torpes. Porque efectivamente (y vuelvo a remitirme a mi experiencia personal), las mujeres que ocupan puestos directivos suelen tener un nivel profesional bastante más elevado que sus homólogos varones. O caricaturizando un poco (bastante) la estupidez como cualidad positiva en el ascenso laboral está mucho más valorada y premiada para los hombres que para las mujeres. Y eso sí es discriminación, aunque resulte muy difícil cuantificarla.
Entro en la web del Instituto de la Mujer y compruebo en sus estadísticas que, efectivamente, el salario medio anual de las mujeres en España es inferior al del conjunto de ambos sexos. En 2002, el salario medio anual conjunto era de unos 19.800 euros, mientras que el de las mujeres de 15.770. De ahí resulta que la denominada "brecha salarial" se sitúa en el 28,88%. No queda muy claro de dónde sale esta cifra (no lo explican en la web), pero asumo que significa que, en promedio, las mujeres cobran un 28,88% menos que los hombres, por lo que éstos tendrían un salario medio anual de unos 22.170 euros o, lo que es lo mismo, la diferencia absoluta media se situaría en torno a los 6.400 euros anuales (casi 90.000 pesetas menos al mes que su equivalente masculino). He de aclarar que estas cifras no cuadran del todo con las estadísticas de tasas de ocupación hombres/mujeres de la misma web, lo que me hace pensar que las diferencias deben ser algo menores, pero no creo que eso sea demasiado relevante a efectos de estas reflexiones.
Las cifras que cito corresponden a 2002 y la web solo aporta además las de 1995. La buena noticia es que la brecha ha disminuido en esos siete años así que cabe pensar (en una hipótesis tendencial sin apenas datos que la sostengan) que en este 2007 será algo menor. Pero, por muy optimistas que seamos, si los datos del Instituto de la Mujer son ciertos, difícilmente es creíble que esté hoy por debajo del 25%. Y éste es un valor muy alto; lo suficientemente alto para probar como "verdad verdadera" que las mujeres cobran menos y, por tanto, que es cierto que existe discriminación salarial.
Pero a mí lo que me gustaría es entender cómo se produce en la práctica esta discriminación, acotándola siempre a puestos de trabajo equivalentes. Para ello es necesario no mezclar otras consideraciones que, si bien son también manifestaciones discriminatorias, son otros aspectos. Me refiero, por citar un ejemplo, a la afirmación también muy repetida de que hay muchas menos mujeres en puestos de alto nivel (decisional y salarial). Esta realidad discriminatoria la tengo más que comprobada en mi experiencia personal (por poco representativa que sea como muestra estadística), así que no necesito convencerme. Y me temo que este factor distorsiona algo (no lo suficiente para negar la existencia de la brecha) las estadísticas del Instituto de la Mujer, aunque sólo fuera en el primero de sus epígrafes: directores de empresas de más de 10 asalariados. Me parece claro que cuanto más potente sea la empresa (y más empleados tenga), mayores serán los sueldos de sus directores y, como creo que habrá mayoría de directores hombres en las empresas más potentes, la media salarial de ese epígrafe está mezclando puestos no equivalentes entre sí y, por tanto, no resulta fiable a efectos de cuantificar la brecha entre trabajos análogos. En este mismo ejemplo, la cuestión es la diferencia salarial entre dos directores (uno hombre y otro mujer) de dos empresas equivalentes. O, dando un pasito más, si una empresa cambia de director (pongamos una sucursal bancaria) a directora, ¿a ésta le paga un sueldo inferior al que cobraba su predecesor?
Hay "mundos laborales" en los que, desde luego, no existe ninguna discriminación salarial entre puestos equivalentes. Por ejemplo, en la administración pública (en la que trabajo) cada puesto de trabajo tiene fijado su salario con absoluta independencia del sexo de quien lo ocupe (faltaría más). Pero, aunque no sea tan legalmente rígido, hay muchos sectores que vía la regulación laboral y los convenios colectivos ocurre algo muy parecido (sobre todo en sueldos mínimos que son tantas veces los máximos que se pagan).
Planteo lo anterior a modo de dudas, porque ciertamente me gustaría entender cómo se produce en la práctica la discriminación, ya que tengo que admitir (no van a estar mal todos los estudios estadísticos) que existe y es significativa. Así que me interesaría conocer ejemplos de empresas en las que dos puestos equivalentes tienen salarios diferentes según sea hombre o mujer quien lo ocupa (y siendo equivalentes también los factores objetivos de cada uno de ellos, tales como experiencia, etc). Por más que tenga que estar equivocado, me resisto a dejar de pensar que el factor discriminatorio, más que en las diferencias salariales entre trabajos equivalentes, radica en la mayor dificultad de acceso de las mujeres a los puestos mejor pagados.
En la web del Instituto de la Mujer también hay estudios. Mientras escribía este post me he bajado y leído (un poquillo por encima) uno titulado "Mercado de trabajo, pobreza y género". En él se habla de una diferencia salarial en torno al 25% (lo que cuadra con mi estimación); además la autora, a partir de análisis estadísticos complicados, estima que en torno a las dos terceras partes de esa "brecha salarial" no tienen su causa en diferencias en la productividad de los individuos, debiéndose atribuir consecuentemente a factores discriminatorios. Además, al desagregar más las ocupaciones, el porcentaje de la brecha salarial discriminatoria se reduce del 25% (media conjunta) al 13%. Y hay que hacer notar que es prácticamente imposible contar con datos estadísticos los suficientemente desagregados como para garantizar una suficiente equivalencia entre los puestos laborales cuyas diferencias salariales se cuantifican. O dicho de otra forma, es más que razonable pensar que el valor real de la brecha salarial discriminatoria entre puestos laborales equivalentes bajaría aún del 13% citado.
Ojo: no pretendo afirmar que no exista diferencia (discriminación) entre los sueldos de hombres y mujeres en puestos laborales equivalentes. Lo que creo, tras ver los datos y leer el estudio citado, es que esta brecha es bastante menor del 25%, conclusión que -por otra parte- me parece más explicable en la realidad práctica de gran cantidad de empresas concretas. Pero ojo de nuevo: eso no quiere decir que la discriminación salarial sexista sea baja; ciertamente es alta (en torno al 25%). Lo que pasa es que me da la impresión de que el factor más significativo no es tanto que "la mujeres cobren menos" (a igualdad de puesto laboral) sino la segregación ocupacional; es decir, que la distribución de los puestos de trabajo es más perjudicial para las mujeres. Algo de lo que, como dije antes, ya estaba convencido.
Y esto me trae a la cabeza la frase que oí hace tiempo (no recuerdo a quién) de que habría de verdad igualdad laboral entre hombres y mujeres no cuando las mujeres preparadas alcanzaran puestos de alto nivel, sino cuando lo hicieran las torpes. Porque efectivamente (y vuelvo a remitirme a mi experiencia personal), las mujeres que ocupan puestos directivos suelen tener un nivel profesional bastante más elevado que sus homólogos varones. O caricaturizando un poco (bastante) la estupidez como cualidad positiva en el ascenso laboral está mucho más valorada y premiada para los hombres que para las mujeres. Y eso sí es discriminación, aunque resulte muy difícil cuantificarla.
POST REPUBLICADO PROVENIENTE DE YA.COM
Yo trabajé en una empresa donde tenía un compañero que teniendo la misma categoría laboral en el desempeño de nuestro trabajo cobraba mucho más que yo. ¿Cómo conseguía esto? Pues muy sencillo, la categoría laboral por la que estaba dada de alta no era la que me correspondía para el trabajo que realizaba y sin embargo él sí la tenía desde que lo contrataron. Es algo muy común en empresas pequeñas que te den de alta con una categoría inferior al cargo que desempeñas y por consiguiente tu salario es menor debido a los mínimos salariales (que no pagan mucho más) que marcan los convenios.
ResponderEliminarLo que es curioso y supongo que en eso se basarán las estadísticas sobre las diferencias salariales, es que la mujer hoy en día, no cuenta con una formación académica menor que la del hombre. Se puede decir qeu tenemos acceso en igual de condiciones a los estudios y que aprovechamos esa igualdad sobradamente. Sin embargo, estupidez aparte, en el acceso al mundo laboral no existe esta misma apertura. Y eso lo demuestra precisamente esa diferencia salarial media del 25 %, porque si las mujeres estamos igualmente formadas que los hombres deberíamos tener acceso a los mismos trabajos y por ende a sueldos similares, da igual que se tomen puestos de trabajo diferentes, la media refleja discriminación porque partiendo de una formación similar, con sus más y sus menos, pero similar, los resultados laborales y económicos son diferentes.
Publicado Martes, 23 Enero 2007 04:21
Bueno, mi experiencia ha sido como la de Amaranta: ejerces el mismo trabajo pero no te ponen la categoría profesional de tu o tus compañeros.
ResponderEliminarNo estoy en desacuerdo con todo lo que dices... pero sigo meditando en ello.
Me encanta esa frase sobre que la igualdad llegará cuando las torpes lleguen a puesto de alto nivel y, es más, yo diría que la igualdad llegará cuando puedas criticar a tu jefa sin que alguien te tache de sexista. Y, si me permites, aún daré otro pasito: la igualdad llegará cuando las mujeres, aquí, en nuestro cerebro, de verdad pensemos que somos iguales (y es que yo pienso que hay muchas mujeres que, en realidad, no se lo creen).
Publicado Martes, 23 Enero 2007 12:19
Creo que esa es la clave, creerse que eres igual, o si no igual por lo menos equiparable en aptitudes y posibilidades. Porque lo que sí tenemos es poder y ese poder muchas veces se derrocha en conseguir que las situaciones de desigualdad se hagan persistentes. De todas formas no hay un ser humano igual a otro no podemos hacer que todas las mujeres seamos autómatas y tengamos un comportamiento similar, pero lo que sí se puede construir, porque de hecho ya existe es un sistema laboral donde el sexo no haga que las condiciones laborales cambien. Esto ocurre en la administración, entre funcionarios creo que sería importante trasladar esto al resto de la economía. Es más yo iría mucho más allá, creo que sería importante que aquellos derechos que se respetan a rajatabla dentro de la administración se respetaran de igual manera en la empresa privada. Puestos a pedir.
ResponderEliminarPublicado Martes, 23 Enero 2007 18:22