No hombre, no, ésa no era mi Paqui. Te confundiste, imposible que a esa hora fuese ella. A esa hora está preparándome el almuerzo, todos los días, nunca falla. El jueves hacia la una, dices, te equivocas, te equivocas; el jueves llegué a casa poco antes de las dos y ahí estaba ella con la mesa puesta, ¿cómo ibas a haberla visto caminando por ese barrio sólo un rato antes? Pasabas en el coche, la viste un momento y de lejos, normal que te confundieras.
Qué dices, qué va a importarme. Que no, coño, que no estoy enfadado. ¿Gritando? Pero qué voy a estar gritando. Hombre es que no entiendo ese retintín que pones, ni esa terquedad tuya de no bajarte del burro. ¿Que me lo cuentas porque eres mi amigo? Pues gracias, tío, pero si te digo que te has equivocado lo sabré yo, ¿no te parece? Joder, mira que eres pesado, pues claro que estoy seguro.
¿Rojo? Pues ahora no me acuerdo … Espera, sí, sí que llevaba un vestido rojo el jueves, sí. Me he acordado porque me llamó la atención y le pregunté que por qué se lo había puesto cuando suele reservárselo para las salidas. Que le apetecía verse guapa, me dijo, tampoco le hice mucho caso, que andaba con el asunto de los catalanes en la cabeza, que hay muchas perras en juego, pero sí es verdad que pensé que estaba guapa y hasta me dije que si no estuviera tan apurado … Pero, coño, que no sé para qué desbarro por esos derroteros. Viste a una tía rubia con un vestido rojo, vale; cómo si no hubiera muchísimas además de mi Paqui.
¿Cómo que si nos va bien? Te estás pasando, tío. Ni amigo ni leches, no creo que a ti te incumba si nuestro matrimonio va bien o mal. Pues claro que va bien, de puta madre va, ¿qué te piensas? A ver si ahora vas y me dices que la viste a mi mujer con otro tío, ya sería lo que me faltaba. La Paqui está loca por mí, es una mujer enamoradísima, porque le doy todo cuanto quiere, hasta más de lo que necesita le doy, capullo. A ver si te crees que a todos nos tiene que engañar la mujer. Que a ti la tuya te pusiera los cuernos no ha de significar … Hostias, tío, lo siento, perdona, no sé qué me ha pasado. Es que estoy nervioso, el asunto de los catalanes puede irse al carajo y la pago con todos, fíjate que hasta la Paqui se me ha quejado de que ando muy estresado, con muy mala leche. Y no sé, ahora vienes tú con este cuento de que la has visto fuera de casa y me disparato.
Pues claro, colega, ¿lo ves? No hombre, no te preocupes, discúlpame tú a mí. Todos nos podemos confundir y, además, la Paqui tiene un tipo bastante normalito. Te voy a decir algo en confianza, íntimo. ¿Sabes por qué estaba seguro de que te equivocabas? Porque yo a mi Paqui la siento muy dentro, es como si fuera parte de mí, ¿me entiendes? El jueves, al llegar a casa y verla tan guapa con ese vestido rojo, si viniese de la calle, si hubiese estado haciendo algo a mis espaldas, yo lo habría notado, lo habría sentido en las entrañas, ¿me entiendes? No sé cómo explicártelo, habría percibido que su amor no me llegaba; me habría dado cuenta, vamos. Es que la Paqui me adora, tío, vive por mí; por eso estaba, estoy cien por cien seguro de que no era ella a quien viste.
Qué dices, qué va a importarme. Que no, coño, que no estoy enfadado. ¿Gritando? Pero qué voy a estar gritando. Hombre es que no entiendo ese retintín que pones, ni esa terquedad tuya de no bajarte del burro. ¿Que me lo cuentas porque eres mi amigo? Pues gracias, tío, pero si te digo que te has equivocado lo sabré yo, ¿no te parece? Joder, mira que eres pesado, pues claro que estoy seguro.
¿Rojo? Pues ahora no me acuerdo … Espera, sí, sí que llevaba un vestido rojo el jueves, sí. Me he acordado porque me llamó la atención y le pregunté que por qué se lo había puesto cuando suele reservárselo para las salidas. Que le apetecía verse guapa, me dijo, tampoco le hice mucho caso, que andaba con el asunto de los catalanes en la cabeza, que hay muchas perras en juego, pero sí es verdad que pensé que estaba guapa y hasta me dije que si no estuviera tan apurado … Pero, coño, que no sé para qué desbarro por esos derroteros. Viste a una tía rubia con un vestido rojo, vale; cómo si no hubiera muchísimas además de mi Paqui.
¿Cómo que si nos va bien? Te estás pasando, tío. Ni amigo ni leches, no creo que a ti te incumba si nuestro matrimonio va bien o mal. Pues claro que va bien, de puta madre va, ¿qué te piensas? A ver si ahora vas y me dices que la viste a mi mujer con otro tío, ya sería lo que me faltaba. La Paqui está loca por mí, es una mujer enamoradísima, porque le doy todo cuanto quiere, hasta más de lo que necesita le doy, capullo. A ver si te crees que a todos nos tiene que engañar la mujer. Que a ti la tuya te pusiera los cuernos no ha de significar … Hostias, tío, lo siento, perdona, no sé qué me ha pasado. Es que estoy nervioso, el asunto de los catalanes puede irse al carajo y la pago con todos, fíjate que hasta la Paqui se me ha quejado de que ando muy estresado, con muy mala leche. Y no sé, ahora vienes tú con este cuento de que la has visto fuera de casa y me disparato.
Pues claro, colega, ¿lo ves? No hombre, no te preocupes, discúlpame tú a mí. Todos nos podemos confundir y, además, la Paqui tiene un tipo bastante normalito. Te voy a decir algo en confianza, íntimo. ¿Sabes por qué estaba seguro de que te equivocabas? Porque yo a mi Paqui la siento muy dentro, es como si fuera parte de mí, ¿me entiendes? El jueves, al llegar a casa y verla tan guapa con ese vestido rojo, si viniese de la calle, si hubiese estado haciendo algo a mis espaldas, yo lo habría notado, lo habría sentido en las entrañas, ¿me entiendes? No sé cómo explicártelo, habría percibido que su amor no me llegaba; me habría dado cuenta, vamos. Es que la Paqui me adora, tío, vive por mí; por eso estaba, estoy cien por cien seguro de que no era ella a quien viste.
Non è Francesca - Lucio Battisti (Lucio Battisti, 1969)
Este monólogo (telefónico, se supone) ya no es ni siquiera traducción libre, sino inspiración lindando con el plagio descarado de la canción de Lucio Battisti que pone musica al post.
Literal:
ResponderEliminarTe equivocaste quien viste no es,
no es Francesca.
Ella siempre está en casa esperándome a mí,
no es Francesca.
Y si además había un hombre... no, no puede ser ella.
Francesca nunca ha pedido de más
quien se equivoca seguro eres tú
Francesca nunca ha pedido de más
porque...ella vive para mí.
Como esa otra es rubia pero, no es Francesca
Iba vestida de rojo, lo sé, pero no es Francesca
Y si además estaba abrazada
no, no puede ser ella
Francesca nunca ha pedido de más
quien se equivoca seguro eres tú
Francesca nunca ha pedido de más, porque... ella vive para mí...
Viva la primavera, toda llena de capullos!
Un besote!
¡ Ja !
ResponderEliminarFantástico y pícaro. Bravo, Miros.
ResponderEliminarSi sigues con tu 'italianitis' te voy a recordar otra canción que ya conocerás:
'Veni, veni via con me' Cantada por Paolo Conti.
En la red encuentras varias versiones/instrumentaciones.
Un saludo(Grillo)