Soy musa del nacionalismo
Hace casi tres años y medio, el 17 de septiembre de 2007 para ser exactos, publiqué un post titulado El carné de identidad chipuno, en el que reproducía una imaginaria conversación en la cual un ideólogo nacionalista intentaba convencer a una consejera de su partido para que se aprobara por decreto del Gobierno (autonómico) la implantación de un DNI alternativo. Bajo el pretexto de una medida de naturaleza técnica (para no salirse de la legalidad), la intención era posibilitar a los chipunos que expresaran su "voluntad identitaria", un paso simbólicamente muy significativo en el proceso reivindicativo de la soberanía nacional y desligamiento de la tutela colonialista del Estado central, Cascaterra.
Pues bien, lejos estaba yo de imaginar entonces que lo que no era más que una guasa (con la cual empezaba mi serie de Escenas Chipunas) iba a convertirse en realidad en la Chipunia en la que resido. Esta mañana, caminando por una calle chicharrera, veo en una pared un cartel en el que una chica sonriente extiende la mano derecha con un carné hacia el espectador bajo la leyenda: "ya puedes tener tu carné de identidad canaria". El promotor de la iniciativa es el partido político Alternativa Nacionalista Canaria (ANC), que "pretende convertir el documento en un instrumento de promoción y defensa de la identidad de los canarios". Sigo citando de la página oficial: "Según Alternativa Nacionalista Canaria, el carné, “por ahora” carecerá de validez antes las instituciones pero confían que se pueda construir la base de lo que será en el futuro el único documento de identidad que portarán los canarios, por eso “el proceso se llevará con toda la fiabilidad y seriedad que requiere para que en un futuro, no muy lejano, sea la base de datos necesaria para la organización de la sociedad canaria".
ANC suma a esta loable iniciativa otra de sensibilización que, bajo el lema "¿te sientes canario?" pretende reforzar el sentimiento de canariedad y a la vez concienciar de la importancia de defenderlo a través de la acción y la palabra. Porque quieren que todo aquel que viva en Canarias sienta y defienda este país con orgullo. Obviamente, estas campañas de promoción positiva de la canariedad van ineludiblemente unidas (no hay más que leer los comentarios de la página en facebook) al rechazo de lo español. O sea, sólo se puede ser canario no siendo español, de la misma forma que mi Aquilino Jambón reclamaba que sólo se podía ser chipuno renegando de Cascaterra. Ya se sabe que es mucho más fácil autodefinirse por contraste que por el contenido de la identidad propia. En el fondo, las famosas señas identitarias de los pueblos son básicamente aprioris establecidos como desideratum por los nacionalistas. Parto de que existe un pueblo y, por tanto, tiene que tener una identidad que lo individualice como tal.
En fin, más de lo mismo. Yo, desde luego, cada vez "me siento" menos español, pero no porque me sienta más canario (o de cualquier otro lado), sino porque me siento menos de un lugar. Sin embargo, pese a que pareciera que lo lógico sería ir borrando fronteras, muchos (a 7.348 personas les gusta "Yo también quiero tener un DNI canario") prefieren crear nuevas. ¡Qué se le va a hacer! Eso sí, voy a reclamar mi parte en los derechos de autor de esta iniciativa.
Pues bien, lejos estaba yo de imaginar entonces que lo que no era más que una guasa (con la cual empezaba mi serie de Escenas Chipunas) iba a convertirse en realidad en la Chipunia en la que resido. Esta mañana, caminando por una calle chicharrera, veo en una pared un cartel en el que una chica sonriente extiende la mano derecha con un carné hacia el espectador bajo la leyenda: "ya puedes tener tu carné de identidad canaria". El promotor de la iniciativa es el partido político Alternativa Nacionalista Canaria (ANC), que "pretende convertir el documento en un instrumento de promoción y defensa de la identidad de los canarios". Sigo citando de la página oficial: "Según Alternativa Nacionalista Canaria, el carné, “por ahora” carecerá de validez antes las instituciones pero confían que se pueda construir la base de lo que será en el futuro el único documento de identidad que portarán los canarios, por eso “el proceso se llevará con toda la fiabilidad y seriedad que requiere para que en un futuro, no muy lejano, sea la base de datos necesaria para la organización de la sociedad canaria".
ANC suma a esta loable iniciativa otra de sensibilización que, bajo el lema "¿te sientes canario?" pretende reforzar el sentimiento de canariedad y a la vez concienciar de la importancia de defenderlo a través de la acción y la palabra. Porque quieren que todo aquel que viva en Canarias sienta y defienda este país con orgullo. Obviamente, estas campañas de promoción positiva de la canariedad van ineludiblemente unidas (no hay más que leer los comentarios de la página en facebook) al rechazo de lo español. O sea, sólo se puede ser canario no siendo español, de la misma forma que mi Aquilino Jambón reclamaba que sólo se podía ser chipuno renegando de Cascaterra. Ya se sabe que es mucho más fácil autodefinirse por contraste que por el contenido de la identidad propia. En el fondo, las famosas señas identitarias de los pueblos son básicamente aprioris establecidos como desideratum por los nacionalistas. Parto de que existe un pueblo y, por tanto, tiene que tener una identidad que lo individualice como tal.
En fin, más de lo mismo. Yo, desde luego, cada vez "me siento" menos español, pero no porque me sienta más canario (o de cualquier otro lado), sino porque me siento menos de un lugar. Sin embargo, pese a que pareciera que lo lógico sería ir borrando fronteras, muchos (a 7.348 personas les gusta "Yo también quiero tener un DNI canario") prefieren crear nuevas. ¡Qué se le va a hacer! Eso sí, voy a reclamar mi parte en los derechos de autor de esta iniciativa.
Por alguna razón que desconozco, los porteños tenemos dos documentos. El DNI y la cédula de identidad de la Policía Federal. Salvo para votar y para algunos trámites específicos, los dos sirven para lo mismo: acreditar la identidad, salir del país, etc.
ResponderEliminarPorqué tenemos dos me resulta un misterio. Lo único bueno es que si te roban uno, siempre tenés el otro durante el larguísimo tiempo que lleva reponerlo.
Yo, en este momento, estoy tranquila en ese aspecto. Tengo cuatro documentos, el DNI "libretita" que sirve para votar, el DNI "carnet" que es la copia de la 1º página del anterior, una cédula de identidad vencida (pero nadie se fija la fecha salvo para salir del país, asi que vale) y una cédula de identidad nuevecita (que renové cuando saqué el pasaporte)
¡Que nadie se atreva a dudar de mi identidad! :)
Un beso
ya sabes lo que opino de las patrias, 'chicas' o grandes. No obstante, si bien no lo comparto lo entiendo (es patológico sólo en parte); por un lado anda la globalización, que viene de siglos aunque ahora se acuse más por ciertos 'inventos y las finanzas, por otro lado el fenómeno 'localización', la búsqueda de cierta compensacióna lo anterior, y sumado a lo anterior el deseo de pertenecer a una tribu, de ser masa y horda, ya que lo de persona es más dificil (hay que pensar). Por cierto, la chica está muy buena.
ResponderEliminarNo puedo evitarlo: cada uno de estos patéticos intentos de las "nacioncitas" por procurarse los atributos del Estado -los catalanes abriendo embajadas, los vascos organizando su Selección Nacional de Levantadores de Piedroles, ahora los chipunos estos, digo los canarios, fabricándose su mini DNI- me hacen pensar en niños pequeños jugando a ser mayores, pero imitando los peores clichés de la mediocridad paterna. "Vamos a jugar a que éramos papá y mamá y teníamos una bronca..."
ResponderEliminarNo soporto los nacionalismos, no soporto a los nacionalistas. Resumiendo, no soporto a los tontos que quieren empequeñecer territorios y poner fronteras que es otra manera de empequeñecer el cerebro.
ResponderEliminarEs que me pone de los nervios tanta tontería.
Besos
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