martes, 9 de marzo de 2010

Relación verdadera de hipótesis sobre el origen del término cornudo

Tras la mistificadora entrada anterior (que, como bien señaló Dante Bertini no alcanzaba ni de lejos el nivel de Borges, por más que amablemente Vanbrugh la comparara con sus geniales citas apócrifas), paso a recopilar algunas de las teorías que he encontrado sobre el origen de la expresión cornudo, a fin de simplificar futuras búsquedas a otros curiosos. Como se puede comprobar, hay para elegir, como en botica.

Vikingos: Es la más repetida y derivaría de los pillajes y violaciones de los vikingos, aludiendo a los cascos astados de éstos. Pero los cascos de los vikingos carecían de cuernos, así que hay que descartarla. Además, como ya comenté en el post anterior, no casa mucho que se asignara a los ofendidos el atributo de los ofensores.

Derecho de pernada: Durante la Alta Edad Media, los señores feudales nórdicos (y las costumbre se extendería a toda Europa), acostumbraban meterse en las casas de las campesinas que les despertaban la lujuria y, para advertir al marido que no entrase, colgaban de la puerta un cuerno. Es verdad que los nobles podían disponer a su antojo de las hembras bajo su feudo; sin embargo, de tratarse de un derecho como tal (lo que no está del todo claro), se aplicaba a las doncellas recién casadas, no a cualquier sierva, lo cual parece invalidarlo como origen de la expresión. Además, gustara o no la práctica al novio (tiendo a pensar que por más que se considerara motivo de orgullo, el tipo tendría sentimientos encontrados), era un acto puntual en ocasión solemne y, por tanto, es absurdo que hubiera de colocarse nada en ninguna puerta. Para sostener esta tesis, sería necesario encontrar referencias fiables sobre el uso del cuerno (y no
de ninguna otra cosa) como señal de advertencia y por más que he merodeado la red no he tenido ningún éxito.

Esta explicación me parece bastante inverosímil. En primer lugar, no se trataría desde luego de cornamentas de animales, como sostienen casi todas las webs que se apuntan a esta tesis, sino quizá del cuerno de caza que llevaría consigo el señor feudal. Además, me extraña que tuviera la necesidad de colocar nada en la puerta cuando le bastaría con dejar de guardia a sus secuaces de correrías, pues siempre que un noble vagaba por sus posesiones lo hacía en no poca compañía. De otra parte, si tuvo su origen en la Europa nórdica, resulta absurdo que haya logrado tanto éxito en español sin dejar rastros en las lenguas germánicas (ni en inglés ni en alemán, por ejemplo, los cuernos aluden a la infidelidad). Conclusión: por más que sea la opción "más votada" opino que también debe descartarse.

Animales con cuernos: Camilo José Cela, de quien ya conocía su interés por estos asuntos, atribuye en su Rol de Cornudos (1976) el origen de la expresión a la promiscuidad de los animales con cuernos (cabras, ciervos, etc). Así, a bote pronto, se me antoja una chorrada porque dudo que entre la fauna astada haya mayor tendencia a la "infidelidad sexual" que entre otras especies y mucho más que quienes originaran el término así lo hubieran observado. Además, de ser cierto, tanto llevarían cuernos el sufridor como el que fornicaba con la hembra ajena. Vamos, que tampoco me cuadra.

El cuclillo: También cabría bajo la rúbrica zoológica la teoría que hace derivar la expresión del comportamiento de los cuclillos que, como es sabido, pone sus huevos en los nidos de aves de otra especie consiguiendo que éstas los incuben como propios. Ciertamente, en este caso la analogía es pertinente y de hecho calificar de cuclillo al marido burlado sí formó parte del habla popular, como recoge Gonzalo Correas en su Vocabulario de refranes y frases proverbiales (1627) e incluso fue habitual en chascarrillos populares incorporar onomatopeyas del canto de este pájaro en burlona alusión (¡Cucú, cucú, cucú! Guarda no lo seas tú). Sin embargo, pretender, como por ahí he leído, que los cuernos provengan de cuclillo en virtud de la coincidencia de la primera sílaba es un sinsentido. Simplemente ambos términos compartirían el mismo significado, aunque el del pajarito haya caído en desuso en nuestros días.

Mitología griega: Esta teoría vincula los cuernos con el mito de Pasifae (1), quien engañó a Minos con el toro blanco de Poseidón. Para mi gusto sería la explicación más atrayente, pero me temo que peca de excesivamente cultista para un asunto como el que nos ocupa; aunque vaya uno a saber si algún fraile medieval, recogiendo la leyenda, no sería el propalador del símil. Pero aún salvando esta objeción, queda la misma que ya señalé en relación a los vikingos: no habría sido el cornudo Minos quien tenía los cuernos sino el toro que benefició a su mujer. Es curioso que resultaría más fácil explicar el origen de la expresión si cornudo aludiera a quien los pone y no a quien los sufre.

Geográfica: En la Baja Edad Media se hablaba de un "país de los cornudos" que no era otro que Cornualles (ligeramente modificado como Cornualla), un lejano reino de la antigua Inglaterra que se hizo famoso en las novelas de caballerías. El nombre, gracias a la ficticia raíz común, evoca de inmediato a los cornudos. Sin embargo, es evidente que el término cornudo no proviene del lugar sino que éste fue adoptado como patria de aquéllos sólo cuando la expresión estaba ya consolidada en el lenguaje (baste saber, si no convence la lógica, que las primeras referencias a Cornualla provienen del siglo XV mientras que cornudo es muy anterior).

Y aquí lo dejo, aunque con algunas teorías más me he cruzado. Como puede verse, no soy capaz, por el momento, de resolver el reto de Lansky. Algunas certezas provisionales sí he adquirido, como la de que asociar los cuernos a los maridos engañados ya formaba parte de nuestro idioma hacia el siglo XII y que debió tener un origen autóctono (peninsular o como mucho mediterráneo). En fin, tendré que intentarlo con un poco más de empeño (Janis Joplin dixit), aunque puede que entretanto escriba algunas otras anécdotas relacionadas con los cuernos, ya que bastante material curioso he cosechado.


Try (just a little bit harder) - Janis Joplin (I Got Dem Ol' Kozmik Blues Again Mama)

(1) Minos, muerto su padre, el rey de Creta, erigió un altar a Poseidón y le rogó que le enviara desde el mar un toro, otorgándole así su derecho al trono. El dios le complació e hizo salir de las olas un bellísimo toro blanco. Ya como indiscutido monarca de la isla, Minos prefirió sacrificar en agradecimiento a Poseidón un ejemplar no tan hermoso, afrenta de la que el dios decidió vengarse haciendo gala de la fértil imaginación con que estaban dotados los habitantes del Olimpo. Así que hizo que Pasífae, su esposa, se enamorara perdidamente del animal. A sus requerimientos, Dédalo fabricó una vaca hueca en la cual la mujer se metió de modo tal que pudo ser montada satisfactoriamente por el toro divino, resultado de lo cual dio a luz al famoso Minotauro. Enterado Minos, para evitar el escándalo, ordenó también a Dédalo que construyese un laberinto en el cual encerrar al engendro, al cual posteriormente mataría Teseo.

25 comentarios:

  1. Dos errores de bilogía/zoología elemental:

    Uno.Cela no goza de mis simpatías ni de mi aprecio como escritor totalmente, pero su alusión a la promiscuidad de cérvidos no es ociosa y alude a un hecho indudable: son polígamos y el macho dominante, con más cuerna por lo común, es el que copula con todo el rebaño de hembras.

    Dos. No es lo mismo 'astado' que 'cornudo', no son sinónimos, porque no es lo mismo 'asta' de bóvidos (huecos y permanentes, recubriendo hueso), que cuerno o cuerna (pelos apelmazados que caen cada año y se renuevan)

    Insisto: Bocaccio es la clave.

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  2. Ah, y la foto tampoco es de un cuclillo europeo a los que aludes

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  3. Autóctono español no es, los franceses, al menos, lo utilizan con tanto entusiasmo como nosotros. "Entre todos mis cuernos, los que le debo a usted son mi timbre de honor", dice el marido de Brassens a su amigo y amante de su mujer ("A l'ombre des maris". Ver http://www.jubilomatinal.com/2009/11/al-amor-del-marido.html.
    Toda ocasión es buena para hacerme autopromoción.)

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  4. Para mí la explicación más sencilla y creíble es la de los animales con cuernos. Así, se podría decir, que cuando un macho humano ejerce de oportunista sexual, la hembra puede elegir decir “no” por fidelidad a su pareja, o decir “sí” de forma que prevalezca una conducta polígama. Lo que se podría expresar de la siguiente manera: Los transgresores del código de fidelidad monógamo han traído un comportamiento afín al de los cornudos, y de ahí, le han puesto los cuernos.

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  5. Lansky: Sabía que la cornamenta de los cérvidos tenía también una función social, como tantos otros "atributos" de los machos. También que son polígamos, pero también como muchísimos otros animales. Lo que no me convence es que sean éstos el modelo elegido para vincularlos con la actividad sexual. Más bien, en esa línea, veo más plausible explicaciones mitológicas del cuerno como atributo de los dioses más afrodisíacos. Pero, en todo caso, sigue en pie mi pega fundamental porque los cuernos no son sinónimo del muy follador sino del que los sufre.

    Y admito mi error en usar como sinónimos astados y cornudos, pero es que buscaba justamente eso, un sinónimo, y no se me vino en mente ningún término mejor. Ten en cuenta, en mi descargo, que a la "literatura" se le puede eximir de la precisión técnica.

    Por último, mi elección de la foto (el primer pájaro que me gustó y que en la web decía que era un cuclillo) no tenía más objeto que dejar más bonito el post y, ya de paso, ilustrar mi ignorancia ornitológica.

    En cuanto a Boccaccio (yendo a la cuestión central) te diré que, por el momento, no creo que sea la clave pero sí, probablemente, uno de los más eficaces popularizadores del término. Es que Boccaccio es del XIV y la palabra cornudo con el significado que todavía le damos aparece en documentos castellanos del XIII (esa parte de mi post anterior no era falsa).

    Vanbrugh: Que lo usen los franceses (y los italianos y seguramente alguna lengua más) no niega que sea autóctono de la península. De todos modos no lo puedo asegurar todavía pero lo que sí creo con bastante probabilidad es que su primer origen debe estar en alguna lengua romance.

    Atman Me parece demasiado enrevesada tu lógica para que surja una acepción popular en la lengua. No termino de entender por qué los trangresores del código monógamo tienen una conducta afín a quienes justamente no lo trangreden sino que sufren dicha transgresión. Y repito lo que le he dicho a Lansky: si así fuera, lo natural es que llamáramos cornudos a los transgresores.

    A todos: Hace un rato he encontrado dos pistas, todavía muy endebles, que me hacen pensar que quizá el origen esté en el cuclillo, aunque ciertamente no por ninguna razón de similitud fonética. Pero antes de aventurar la hipótesis he de tratar de confirmarla.

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  6. Un poco de honestidad intelectual, Miros: Los cérvidos son un "buen" ejemplo de promiscuidad sexual. Punto

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  7. Y por supuesto, el asunto es mucho más antiguo que Bocaccio, pero este da una explicación que se remonta a la antiguedad y su más viejo uso.

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  8. Es curioso. Como dije, los franceses también tienen los cuernos como atributo del marido engañado. Pero la palabra específica con que lo llaman, cocu, no alude a ellos. En rigor, no se sabe muy bien a qué alude ni cual es su origen. Parece ser que viene del latín coculus, algo así como cretino, un insulto genérico. Pero también hay quien lo emparenta etimológicamente con el coucou, que es el nombre francés del... cuclillo.

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  9. Honestidad intelectual en este caso, como casi siempre, es centrarse en intentar rebatir lo que dijo el otro no en lo que a uno le viene bien decir que dijo el otro. Tu dijiste que el ejemplo de Cela no venía al caso y yo te demostré que sí, luego tu contestastes haciendo compañía y no sólo metafórica al cuco y yéndote por las ramas. Insisto, pues, los cérvidos son promíscuos.

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  10. Miroslav: No terminas de entenderlo porque me he expresado mal, lo siento, y paso a corregirme. En la frase que dice: …han traído un comportamiento afín al de los cornudos... Debería decir: …han traído un comportamiento afín al de los animales con cuernos…
    Es decir: que el humano monógamo se ha comportado como un cérvido polígamo.

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  11. Atman:

    El humano NO es monógamo, pero la sociedad, por razones extrabiológicas, esto es, culturales, ha decidido premiar ese comportamiento

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  12. Lansky, categorizar sobre el comportamiento humano siempre es complicado, pues biología y cultura están fuertemente entrelazadas, a pesar de lo cual opino que somos monógamos, si bien es verdad que mi opinión podría sustentarse únicamente en mis sentimientos, y que éstos podrían estar motivados por un condicionamiento social ejercido por mi entorno cultural. Decidir qué somos y comprender nuestro comportamiento, es un asunto que sólo puede enfocarse desde un ámbito multidisciplinario, y no creo que nadie tenga la respuesta definitiva.

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  13. No nos pongamos políticamente correctos que aún no he desayunado:

    Los varones 'intentan' (es una manera de hablar, los genes egoístas diría Dawkins) dejar su dotación genética en el mayor número de hembras distintas. Las hembras, por su parte, en conseguir varones que no se limiten a fecundarlas sino que las protejan y aseguren la viabilidad de su prole: polígamo/monógamo; un conflicto entre sexos que viene desde nuestros mismos orígenes.

    Por supuesto que cultura y naturaleza (genética/biología) forman un "Sistema" interrelacionado, lo que refuerza y no invalida mi argumento.Y como usted dice, Atman, su peripecia personal y sus preferencias son prescindibles.

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  14. Esta es mi solución, muy de biólogo:

    Lo relevante no es que alguien copule con “tu” hembra, sino que la deje preñada y tu críes a los hijos de otro. Obviamente, los hijos siempre se sabe de qué madre son, pero no de qué padre, de modo que los varones humanos siempre han intentado asegurase de ello controlando a la madre, su pareja, y evitando los contactos con otros varones.

    Los ciervos. El macho dominante es el único que copula, ¡en teoría’, con todo el haren de hembras, pero continuamente es retado por otros machos y debe enfrentarse a esos otros rivales en combate singular; normalmente ciervos también dominantes con GRANDES CORNAMENTAS. Es muy frecuente que aprovechando la distracción obsesiva de estos combates, un macho joven sin apenas cuernos copule con una o varias hembras…

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  15. Mi peripecia personal y mis preferencias, al contrario de lo que dices: Son imprescindibles. Porque yo soy un ser humano, me consta que puedo ser un buen ejemplo de mis congéneres, e incluso si fuera una rareza, también sería digno de tener en cuenta. Es decir: soy juez y parte.

    Lo que dices sobre el ciervo oportunista que aprovecha el descuido del macho dominante, es justamente lo que yo opino que habría dado lugar a la expresión poner los cuernos. En el caso del cérvido la ilegalidad es no respetar el privilegio del macho dominante, en el humano, no respetar el del marido.

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  16. No somos monógamos.
    Tu eres monógamo.
    Algunos hombres, pese a todo, son monógamos.
    No son categoría
    Sino Anécdota.

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  17. Sin ánimo de polémica, Lansky, me "defiendo" en lo que a mi deshonestidad intelectual se refiere. De entrada, conste que no pretendía rebatirte sino, en todo caso, matizarte; y luego, no creo que lo que dije fuera porque me viniera bien en ese intento (por supuesto, esto no es más que una "honesta" declaración de las que eran intenciones).

    Yo no dije que "el ejemplo de Cela no venía al caso" sino que "se me antoja una chorrada". Claro que veía al caso, por eso lo cité. Simplemente no me convencía por dos razones: la primera porque dudaba que los cérvidos fueran más "infieles" que otras especies, y la segunda porque, aún así, los cuernos serían el emblema del infiel, no del engañado.

    Tú no me demostraste que sí era correcta la afirmación de Cela, sólo afirmaste que los ciervos son polígamos y que cuanta más cornamenta más actividad sexual.

    No me fui "por las ramas" al contestarte, porque me refería específicamente a tu comentario, diciéndote que, conociendo la funcionalidad sexual de los cuernos y la poligamia de los ciervos, seguía sin convencerme que se tratara de comportamientos significativamente diferenciadores de éstos respecto a otras especies en cuanto al asunto que nos atañe. Es decir, para mí el quid no estriba en la promiscuidad de los ciervos sino en que la misma sea lo suficientemente exagerada respecto a otros animales como para que sus llamativos atributos adquirieran el significado que tienen. Y a esa duda, que había manifestado en el post y volví a señalarte, de forma absolutamente pertinente, en mi respuesta, tú no has respondido; no basta que "insistas" en que son promiscuos, deberías argumentar que son especial y significativamente promíscuos.

    En todo caso, no tengo ningún problema en aceptar, aunque no lo hayas demostrado, que tal específica promiscuidad indujo a nuestros ancestros a relacionar los cuernos de los ciervos con la actividad sexual extramarital. Pero aún así seguía sin cuadrarme la asociación de sus atributos con el pobre marido engañado. Eso también te lo señalaba en mi respuesta, porque también era pertinente.

    Así que, en resumen, pudiendo estar equivocado (lo que es muy probable) no considero que mi breve respuesta pueda calificarse de "deshonestidad intelectual". Por eso te pregunté a que te referías, ya que me sorprendió.

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  18. Los ciervos SÍ son infieles. Punto

    Tu no eres deshonesto,pero sí empecinado y cabezón

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  19. Los que tienen más cuernos entre los ciervos son los engañados por los ciervos jóvenes que no los tienen tanto.No entioendo que no lo entiendas

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  20. Es insoportable ver cómo un análisis y debate de tan buena calidad es entorpecido por alguien que se cree inteligente (no hay cosa peor que conversar con alguien que no lo es y está convencido de serlo), que no realiza ningún aporte ni suma nivel a la materia y cuya motivación principal es ser el centro de atención, pretender tener razón y menospreciar a los demás. Lansky, alguien te tiene que decir que no tienes altura para ser arrogante.
    Miroslav, muchas gracias por tu aporte.

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  21. Teniendo en cuenta que en los idomas germánicos, el adjetivo es más bien capón, castrado y esas lindesas, me parecería lógico (si es que en este tema la hay) que lo de cornudo en las lenguas latinas tenga también que ver con eso, y por lo tanto apunte, como ya se ha dicho por aquí, al buen, que tieniendo unos hermosos cuernos, incluso mas grandes y poderosos que los de los toros, al no tener testículos (huevos), se presta a ser usado en ese sentido por lo contradictoria, incluso ridículo...

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  22. disculpen lo desprolijo, mi jefe anda dando vueltas por aquí...

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  23. disculpen lo desprolijo, mi jefe anda dando vueltas por aquí...

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  24. Teniendo en cuenta que en los idomas germánicos, el adjetivo es más bien capón, castrado y esas lindesas, me parecería lógico (si es que en este tema la hay) que lo de cornudo en las lenguas latinas tenga también que ver con eso, y por lo tanto apunte, como ya se ha dicho por aquí, al buen, que tieniendo unos hermosos cuernos, incluso mas grandes y poderosos que los de los toros, al no tener testículos (huevos), se presta a ser usado en ese sentido por lo contradictoria, incluso ridículo...

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