sábado, 20 de febrero de 2010

Acertijo arquitectónico

El acertijo es de nuevo muy sencillo: ¿Qué es lo que no encaja en esta foto?


¿Ya lo habéis visto? ¿Seguro? Pues no, no es el coche. ¿Entonces? Nada. No hay nada que no encaje. Se trata de una foto real de la villa Church, de Le Corbusier, tomada poco después de acabada su construcción (1927). La he escaneado, con inmensas dificultades, del inmenso libraco que me trajeron los reyes (satisfago la curiosidad de Lansky: se llama Le Corbusier, le grand y está editado por Phaedon). Pese a que el acertijo no tiene respuesta, no me negaréis que el automóvil contrasta con la casa, que ésta nos sigue pareciendo "moderna" mientras que el otro es una antigualla de coleccionista (precioso, eso sí).

La villa Church (que ya no existe) fue construida para un matrimonio de norteamericanos en Ville d'Avray, un pueblo a las afueras de París, pegado al sur del Parc de Saint-Cloud. Corbu rondaba los cuarenta tacos y ya se había convertido en el principal referente de la vanguardia arquitectónica francesa, si bien todavía faltaban algunos añitos para la fama mundial. La década de los veinte supuso el nacimiento del Le Corbusier que conocemos, cuando sentó las bases de su obra. No me interesan ahora tanto sus propuestas urbanísticas de esos años (tan discutibles) sino el desarrollo de sus ideas sobre arquitectura residencial, las famosas "villas puristas", evolucionadas desde el Dom-ino hasta la maqueta de la Maison Citrohan, presentada en el Salón de Otoño de 1922, y con la cual logró llamar la atención de la elite intelectual parisina (incluyendo varios americanos del círculo de Gertrude Stein) y de algún promotor inmobiliario que se atrevería a encargarle la construcción de todo un barrio residencial para obreros unos años después (Quartier Moderne Frugès, Pessac).

La Maison Citrohan, con sus distintas versiones, es el modelo de las viviendas unifamiliares corbuserianas, como la que motiva este post. El nombrecito de su "edificio-manifiesto" es una derivación de la famosa marca francesa, en clarísima muestra de la atracción y admiración que el arquitecto sentía hacia los coches. Corbu consideraba los automóviles como una de las referencias que había de tomar la nueva arquitectura, tanto funcional como estética. En los proyectos de sus casas solía dibujar algún coche aparcado junto a la fachada (así lo hizo en un sketch de esta Villa Church), como si quisiera insistir en el parentesco con su diseño. Me resulta curiosísimo que viera en esas máquinas el paradigma de la vanguardia estética cuando sus creaciones estaban mucho más avanzadas en ese aspecto. ¿O será, quizá, que la estética automovilística ha evolucionado mucho más que la arquitectónica en los últimos ochenta años?


Genesis - More Fool Me (Selling England by the Pound)

6 comentarios:

  1. Es interesante que el auto es una pieza de museo y la casa es moderna. Viejo, antiguo, moderno tan difícil de explicar y tan obvio de ver...

    Besos

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  2. probablemente las necesidades de un coche son más claras y obligan a que los diseñadores trabajen con seriedad y oficio, cosas que parecen importar menos en el negocio inmobiliario actual.

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  3. La vida media de un coche son cinco años. Estirándolo mucho, diez, quince. La vida media de un edificio es de diez a veinte veces más larga, como poco. Es lógico que las apariencias visuales "modernas" de los coches caduquen antes que las de los edificios.

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  4. Es dado en el clavo, Panciutti.
    Es que Le Corbusier era un genio que vivió en un momento en el que se produjeron grandes cambios en la arquitectura y todavía vivimos de ello.
    Hoy muchos que pululan por la escena arquitectónica son solo egomaniacos que viven de esas rentas.

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  5. Buscar ser moderno es una forma segura de quedar anticuado, que es lo que pasa con el automóvil. Corbusier no buscaba la mdoernidad, sino el clasicismo y por eso permanece.

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  6. Acá en Buenos Aires hay un famoso bar que se llama "Clásica y moderna". Creo que dicho nombre se aplica bien a esta foto. Le Corbusier siempre nos descoloca.
    Saludos

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