Simetrías Cruzadas
Juan está en la cama con Cristina. Acaban de tener un magnífico polvo. Ambos derrengados boca arriba en la laxitud del después, cada uno pensando en sus cosas.
– Tengo que llamar a mi mujer. Era esta noche cuando salíamos los dos matrimonios juntos, ¿verdad?
– Sí, le confirma Cristina, esta noche.
– Tengo que llamar a mi mujer. Era esta noche cuando salíamos los dos matrimonios juntos, ¿verdad?
– Sí, le confirma Cristina, esta noche.
... ... ... ... ...
– Hola mi amor, ¿por dónde andas?
– Juan, ¡qué sorpresa! Estoy de compras; voy con Cristina. Pero, ¿y tú? Te hacía en esa reunión, ¿ya acabaste?
– No, hemos hecho un alto para un café. Qué casualidad que estés con Cristi porque le estaba comentando ahora mismo a Carlos las ganas que tengo de verla; hay que ver el tiempo que hace que no salimos los cuatro juntos. Pásamela un momento, que la saludo.
– Ahora está en el probador. Pero, ¿a qué tantas prisas, que me vas a dar celos? Ya la verás esta noche, ansioso. Por cierto, dile a Carlos que se ponga un momento que quiero preguntarle por algo que me ha contado su mujer.
– Se acaba de volver para dentro. La reunión ya empieza; te dejo, mi amor. Un beso.
– Juan, ¡qué sorpresa! Estoy de compras; voy con Cristina. Pero, ¿y tú? Te hacía en esa reunión, ¿ya acabaste?
– No, hemos hecho un alto para un café. Qué casualidad que estés con Cristi porque le estaba comentando ahora mismo a Carlos las ganas que tengo de verla; hay que ver el tiempo que hace que no salimos los cuatro juntos. Pásamela un momento, que la saludo.
– Ahora está en el probador. Pero, ¿a qué tantas prisas, que me vas a dar celos? Ya la verás esta noche, ansioso. Por cierto, dile a Carlos que se ponga un momento que quiero preguntarle por algo que me ha contado su mujer.
– Se acaba de volver para dentro. La reunión ya empieza; te dejo, mi amor. Un beso.
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Julia cuelga el móvil y hace una mueca burlona a Carlos, desnudo junto a ella en la cama matrimonial: Pues resulta que mi marido está en una reunión contigo. Y tú, le pregunta Carlos, ¿por qué le dices que estás con mi mujer?
En el mismo momento, Juan mira intrigado a Cristina: ¿A que no sabes que mi mujer está de compras contigo? Cristina se ríe: Sería gracioso que fuera con él con quien estuviera Julia.
En el mismo momento, Juan mira intrigado a Cristina: ¿A que no sabes que mi mujer está de compras contigo? Cristina se ríe: Sería gracioso que fuera con él con quien estuviera Julia.
... ... ... ... ...
Tarde por la tarde, cada pareja se encuentra en su domicilio; tienen el tiempo justo para arreglarse antes de la cena.
– ¿Y tus compras, cariño? Le pregunta Juan a Julia.
– No vi nada que me quedara bien, contesta ella mientras se desnuda.
– Con esa maravilla de cuerpo, ¿cómo que nada te quedaba bien?
Y Juan se pega a su espalda, la besa en el hombro, le acaricia la nalga ... Hacía tiempo que no la deseaba tanto. Ella, a su vez, siente que se le eriza la piel y se aprieta contra el cuerpo de su marido; ¿habrá aprendido trucos nuevos?
– No me dijiste que tenías una reunión con Juan, le espeta Cristina a Carlos.
– Y tú, ¿cómo lo sabes?
– Pues porque me lo ha dicho Julia. Hemos pasado la tarde juntas de compras.
Los dos, Carlos y Cristina, se miran intensamente, sin pestañear, pero con la risa y el deseo en el fondo de las pupilas. De pronto, sincronizados, se abrazan y caen rodando sobre la cama. Hacía tiempo que no echaban un polvo tan salvaje.
– ¿Y tus compras, cariño? Le pregunta Juan a Julia.
– No vi nada que me quedara bien, contesta ella mientras se desnuda.
– Con esa maravilla de cuerpo, ¿cómo que nada te quedaba bien?
Y Juan se pega a su espalda, la besa en el hombro, le acaricia la nalga ... Hacía tiempo que no la deseaba tanto. Ella, a su vez, siente que se le eriza la piel y se aprieta contra el cuerpo de su marido; ¿habrá aprendido trucos nuevos?
– No me dijiste que tenías una reunión con Juan, le espeta Cristina a Carlos.
– Y tú, ¿cómo lo sabes?
– Pues porque me lo ha dicho Julia. Hemos pasado la tarde juntas de compras.
Los dos, Carlos y Cristina, se miran intensamente, sin pestañear, pero con la risa y el deseo en el fondo de las pupilas. De pronto, sincronizados, se abrazan y caen rodando sobre la cama. Hacía tiempo que no echaban un polvo tan salvaje.
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Ambas parejas llegaron tarde al restaurante.
Crosby, Stills & Nash - Love the one you're with (Carry On, 1991)
CATEGORÍA: Sexo, erotismo y etcéteras
Joder ! En el sentido estricto y en el coloquial de la palabra: qué post más curioso y enrevesado.
ResponderEliminarBuenísimo.
El otro día repasé la peli 'Closer' y ahora esto me suena a 'dejá vue' - y para nada insinúo que lo plagies.
Parejas cruzadas, amoríos, sexo, mentiras, celos, etc.
Magnífico.
Eres 'la kaña'.
Me ha encantado.
ResponderEliminarGrillo: No he visto Closer, pero aciertas cuando te suena a plagio, porque lo es. La historieta que cuento es una adaptación, con mi lenguaje y mis variaciones, de una escena de la película erótica Fallo, del director italiano Tinto Brass. Compruebo que Closer es del 2004 y la italiana del 2003, así que a lo mejor han sido los "grandes" de Hollywood quienes han plagiado a un cutrillo pornógrafo mediterráneo. En todo caso vata en mi defensa (si es que la necesitara) que, admitiendo que la originalidad no existe, escenas más o menos parecidas ya conocía en otros contextos (chistes, por ejemplo).
ResponderEliminarAmarante: Me alegro.
Nada que objetar, Miros: tu relato es genial y muy bien descrito.
ResponderEliminarEn otro sentido parecido, respecto al original y la copia, ya han habido debates interesantísimos sobre escritores que tenían su 'negro', el que corregía el escrito original del autor. En inglés lo llaman 'shadow', con mucho acierto.
Me extiendo un poco.
No sé si esto que se cuenta le ocurrió a Dumas o a Balzac:
Se le muere el negro; va al entierro compungido y desolado respecto al futuro; se le acerca uno y le susurra que él es el negro del negro, porque el negro muerto no podía con tanto trabajo. Le contrata de inmediato.
¿No es bonito?
Y dicen que esto viene siendo así desde tiempos remotos.
Insisto: eres la kaña.
Muy bueno el cuento, no tanto el enrevesado vodevil como la simetría en el engaño y todos tan contentos. Pero antes de los teléfonos móviles no hubiera sido tan fácil, ay.
ResponderEliminarRelativamente poco que ver con este cuento.
ResponderEliminarUn cortometraje antiguo. Una parejita en la cama después de hacer el amor diciéndose monadas mientras se fuman el cigarriro de después. De repente ella mira el reloj, se levante y le dice - págame que ya es la hora y tengo que irme.
(Era una prostiputa)