Carta abierta de un torero
El Mundo del lunes publica una carta abierta al Director de Sebastián Castella, matador de toros, "cansado de que los toreros nos hayamos convertido en moneda de cambio política y nuestra imagen sea vilipendiada día tras día en el panorama informativo". Según este muchacho –32 años– la campaña contra las corridas de toros refleja una persecución política e ideológica, la ejercen quienes, en nombre de una "presunta corriente animalista", se creen en el derecho de arrebatarle la libertad a un pueblo. Hoy son los cosos taurinos, pero mañana será cualquier otra manifestación artística que no les caiga en gracia, dice recordando el poema anti-nazi del pastor Niemöller.
Me entero de esta cartita gracias a Facebook, difundida por quienes entienden los ataques contra la Fiesta Nacional como atentados a las sacras esencias de la españolidad. Supongo que el éxito del texto deriva de vincular la defensa de la tauromaquia con la de los derechos y libertades democráticos, ámbito argumentativo que no suele ser demasiado transitado en este asunto (y que, por cierto, muchas de estas personas sólo invocan cuando sienten que se están conculcando sus ideas, rara vez con carácter general). En todo caso, pese a que sin duda el torero se siente injustamente agraviado, no me parece que sus razones tengan ni de lejos suficiente consistencia.
Dice Castella que los antitaurinos vulneran el derecho a la libertad y a la seguridad (Carta de los Derechos fundamentales de la Unión Europea). Supongo que entiende que porque se le coarta la libertad de dedicarse a su profesión o la de los aficionados a disfrutar de la Fiesta. Ahora bien, uno tiene derecho a ejercer el oficio que quiera o a disfrutar de cualquier espectáculo, siempre que ambos no estén prohibidos por las leyes; no se trata de derechos absolutos en abstracto. Si, como sostienen los seguidores de esa "presunta corriente animalista" debería prohibirse el maltrato animal, especialmente cuando su única finalidad es el entretenimiento de los humanos, está claro que dedicarse a dañarlos o a ver cómo lo hacen deja de estar amparado por ese derecho genérico. Además, en la mayor parte de Europa no se reconoce este derecho; en Cataluña, donde sí se permitían las corridas se han prohibido, sin que –que yo sepa– se haya impugnado la norma argumentando que vulnera el derecho a la seguridad. En cuanto a la seguridad, ¿a qué se refiere? ¿A que le agreden por ser torero? De momento me parece que las leyes siguen garantizando ese derecho.
También los antitaurinos, siempre según este señor, van contra el derecho a la libertad de pensamiento, lo que hay que interpretar que están impidiendo que la gente piense libremente que le gustan los toros. Hombre, que quienes creen que las corridas son algo malo y no deberían existir intenten convencer de ello a los defensores de las mismas sólo muy abusivamente se puede calificar de coacción a la libertad de pensamiento. Cosa distinta sería que se obligara a alguien a cambiar de opinión (o ilegalizar la que tiene) de lo que no veo ningún indicio. Además, dada la polarización en este asunto, no me parece que los "animalistas" se molesten siquiera en intentarlo y, en todo caso, de hacerlo, no están logrando ningún éxito.
Más pertinente me parece su queja de que se infringe el derecho a la producción y creación artística (artículo 20 de la Constitución) así como el derecho a la libertad de expresión y de las artes (artículos 11 y 13 de la Carta europea). Esto lleva el discurso al tan manido (y querido por los taurinos) argumento de que la tauromaquia es una expresión artística. No voy a discutir –es más, acepto sin reservas– que una corrida pueda considerarse un espectáculo artístico, en la cual torero y toro (y demás comparsas) crean una "danza" de sublime belleza capaz de provocar en los espectadores las más hondas emociones estéticas. Al fin y al cabo, arte puede haber en cualquier actividad, por muy atroz y rechazable que sea en términos éticos. Lo que pasa, como en el derecho a la libertad de disfrutar de un espectáculo, lo relevante en éste no es que sea o no arte, sino que la actividad sea permitida o no por las leyes. Los catalanes (como en gran parte de Europa) han prohibido que se haga arte con las corridas, entendiendo que la pérdida que ello supone queda compensada con otros bienes más importantes. Estoy convencido que las ceremonias de sacrificios humanos de los aztecas o, entre nosotros, los autos de fe, podían ser espectáculos de gran valor artístico. Si se prohibieron fue porque se entendió que la tortura y muerte de seres humanos no debía ser la materia con la que se hiciera arte (no porque no se debiera matar a seres humanos). Esos "animalistas" que tan antidemocráticos le parecen a Castiella piensan lo mismo sobre la tortura y muerte de los toros.
En fin, que entiendo que el torero francés se sienta muy dolido al corroborar que cada vez más personas piensan que su profesión no debería existir y hagan campañas (muy agresivas, según él) para conseguir que las corridas se prohíban. Quizá no se percate de que el que existan estas personas en un país con una fuerte tradición taurina es justamente una prueba a favor de que hay libertad de pensamiento; quizá tampoco de que el hagan estas campañas demuestra que hay libertad de expresión. Si, pasado el tiempo, una mayoría suficiente de españoles llega a pensar que, por mucha tradición y arte que se quiera, no se justifica el maltrato animal y mucho menos para el entretenimiento humano, éstos se prohibirán y no se entenderá que esos derechos que invoca Castella amparan la tauromaquia. No es más que la evolución de los valores éticos de la sociedad, igual que ha ocurrido en muchos otros asuntos a lo largo de la historia. Por mi parte, me parecería muy bien que evolucionáramos en esa dirección. Y en cuanto a este hombre, no dudo que sea un excelente matador de toros (con mucho arte), pero creo que deja mucho que desear razonando.
Los toreros muertos - Los Toreros Muertos (30 años de Éxitos, 1986)
Me parece que has argumentado muy bien contra los supuestos de la carta del torero.En una cosa en concreto estoy absolutamente de acuerdo (y en todo lo demás también) y es que rechazar ética o incluso cívicamente el toreo no implica negar que pueda ser artístico y contenedor de emoción estética. Curiosamente, los taurinos, incluso los educados y cultos, siempre han negado una evidencia: que la lidia es una tortura. Y los antitaurinos otra: que la lidia es artística.
ResponderEliminarSin embargo, me temo que el debate nunca (o apenas) se situara en el terreno de lo racional, sino en el de la más rentable demagogia, sin excluir a ninguno de los bandos. Es lo que da de sí el nivel medio educativo y cultural de este país. Y lo que está de moda, lo que mola (en unas ocasiones ser taurino, en otras antitaurino, en unas entender de vinos, en otras ser abstemio)
Ciertamente, no hace falta negar la condición artística del toreo para condenarlo éticamente.
EliminarEstoy de acuerdo con Lansky: tus argumentos son buenos. Es absolutamente falso que todos los antitaurinos sean animalistas, aunque es verdad que la segunda condición presupone la primera (además de veganismo estricto).
ResponderEliminarA mí todos estos argumentos me parecen idénticos a aquellos del GamerGate, de los que ya hablé. Para recordar, era un rosario de escándalos* del mundo de videojuego en los que cierto grupo de jugadores varones se sentían oprimidos por lo que llaman "pensamiento feminista y marxismo cultural". Básicamente, que no pocos desarrolladores empiezan a restringir el uso de diseños de personajes femeninos tales como el que enlazaré después de este párrafo y a que las chicas sean simplemente damiselas en peligro o decorado. Como el torero, estos tipos mantienen que esta tendencia es un atentado a la libertad de expresión, pues sin duda los desarrolladores están haciendo que la gente no pueda manifestar su preferencia por aquellos juegos en los que las mujeres tengan un buen par de tetas. Ahí queda la cosa.
http://www6.pcmag.com/media/images/398997-metal-gear-solid-v.jpg?thumb=y
(Se supone que esa mujer es militar. Como diría María Isabel López, "antes muerta que sencilla")
* Digo rosario porque a los escándalos iniciales se han sumado pequeños escándalos, aprovechando la tendencia de la red al hipertexto, de temática similar (LAS FEMINISTAS QUIEN ROBARNOS NUESTROS JUEGOS).
¿Idénticos? No sé, pero es que del tema de los videojuegos lo desconozco prácticamente todo.
EliminarHay varios artículos tratando el tema. Además, este fin de semana hemos tenido un artículo muy bueno sobre los Sad Puppies, un grupo de aficionados de la ciencia-ficción que denuncian que los premios Hugo están siendo tomados por los malvados liberales.
Eliminarhttp://www.yesmagazine.org/peace-justice/sad-puppies-2015-hugo-awards-20150814
Fíjate en esto: "The Puppies, of course, would argue that “social justice warriors” and the “Secret Masters of Fandom”—the snobbish liberal elites that cliquishly control the Hugos, in their view—had already started this shift, and that the 2015 Hugo nominees represent a justifiable backlash against the unfair persecution of writers who choose not to pander to the politically correct issues of the day.". ¿Te suena?
Soy optimista y creo que los toros tienen los días contados...demagogia, sangre y dinero.
ResponderEliminarTambién yo creo que se acabarán, pero no me parece que pronto.
Eliminar