jueves, 19 de abril de 2012

Repaso del catecismo. Hoy: el sacramento de la penitencia

Examen de conciencia: ¿Cuáles han sido tus pecados desde la ultima vez que te has confesado? ¿Que ésta es la primera vez que confiesas? ¿Y sólo porque te ves obligado a ello? No, hijo, así no vale. Venga, pide luz al Señor para que veas tus actos pasados, como recomienda San Ignacio (claro que el de Loyola insistía en el examen diario; tu memoria va a necesitar mucha iluminación divina).

Arrepentimiento: Porque estás arrepentido, ¿verdad? Sí, sí, lo siento mucho. Vale, vale, pero ¿contrito o atribulado? ¿Te duele tu pecado por haber hecho daño a quienes tanto te aman o es más bien a causa de que te han pillado?

Propósito de enmienda: No volverá a ocurrir. Muy bien, veo que lo dices de corazón, hasta se te nota la santa vergüenza, hijo mío. Pero, ¿qué es lo que no volverás a hacer?

Decir los pecados al confesor: Ésa es tu cámara, digo tu confesionario, hijo mío. Pronuncia con tu mejor vocalización (sí, ya sé que te cuesta) esos pecados de los que tanto te arrepientes y que te propones no cometer nunca más. ¿Qué has hecho mal, hijo? No te oigo. ¿Que no hace falta, que todos lo saben ya? Se te imputan muchos pecados, quizá no todos los quieras reconocer. No, no los digo, por ahí no paso. Pues entonces, si no los dices, no vale.

Absolución: No, no te vayas, que todavía no has sido absuelto. Sí, claro, de eso se trata, de recibir el perdón. No te preocupes, nada es imperdonable por la misericordia infinita de quienes tanto te aman, incluso aunque te hayas saltado algún que otro requisito, pues también te tienen tolerancia infinita.

Cumplir la penitencia: Eso sí, habrá que ponerte un castiguillo, algo simbólico, no te preocupes. Aunque no se me ocurre nada, que bastante cruz llevas a cuesta con tus pesadas obligaciones, con tu constante velar por tu pueblo. Nos basta con este gesto tuyo tan emotivo, tan humano, tan sincero. Además, en el fondo, nos lo hemos pasado bien chismorreando a tu costa, dándole importancia a tus tonterías de viejo verde, olvidándonos por un ratito de lo que duele la que nos están metiendo, que como sigan empujando nos van a desgarrar las entrañas. Nada hombre, no pasa nada.


Me da que últimamente los elefantes no están para muchos balanceos. Por cierto, este lunes imagino que el coronel Martínez Inglés habrá declarado en la Audiencia Nacional como imputado por un presunto delito contra la Corona, en relación a un artículo publicado en Canarias Semanal el pasado doce de diciembre. En su momento pensé en comentarlo en este blog, pero se me pasó. Al enterarme ahora de la imputación de este hombre (también le tocará su penitencia, como debe ser), me permito recomendar su lectura a quien no lo haya leído: Aquí.

11 comentarios:

  1. Ayer, viendo el video de lo que Juan Carlos quiere hacer pasar por sus disculpas, pensé algo muy parecido a lo que sugieres en este estupendo repaso del catecismo. Nadie que no estuviera ya al tanto por otros medios podía saber de que hablaba aquel sujeto. Qué había hecho. De qué se estaba disculpando. No ví a un adulto responsable dando cuenta de su conducta, para defenderla o para lamentarla, no vi al titular de un cargo público explicando cómo lo ha desempeñado y por qué. Vi a un adolescente envejecido y no particularmente maduro cumpliendo a desgana un trámite impuesto, a un golfo acostumbrado a salir del paso a base de cara dura y simpatía tirando una vez más de sus cada vez más escasos recursos de bon vivant. A un viejo no muy despierto tratando de escabullirse y terminar pronto con el mal trago para poder irse de nuevo a sus elefantes, sus barcos, sus esquíes y sus princesas.

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  2. A mí, lo que me suscita dudas es con quien se disculpa, ¿con los contribuyentes que le pagamos sus absurdas y despilffardoras aficiones? ¿Con los elefantes, leopardos, bisontes, osos? ¿con los jubilados que no sólo no pueden pagarse caprichos más modestos sino (repagarse) su medicación crónica? ¿con el insulto a nuestra inteligencia que supone su actitud compugida?, ¿con las anacrónica institución que tan bien representa?...

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  3. Lo importante es que las lesiones del rey han evolucionado bien desde su accidente, no así las del elefante… Creo que de ésta, no sale. La imagen del cazador junto a su presa (majestuoso de verdad animal, no como él) quedará eternamente en la memoria de sus súbditos y le quitará por siempre jamás los pocos puntos que aún le quedaban de cuando fue héroe de la democracia.

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  4. Héroe de la democracia????? risa me dá

    porfa, Arman, no te pases en tus valoraciones y menos en tu adjudicaciones de "héroes"

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  5. No sé yo, Atman. Los que alguna vez le hayan tenido por héroe de la democracia estarán ahora, muy probablemente, defendiendo su derecho a cazar bichos, -los reyes siempre han cazado, forma parte de su estatus de reyes, no va a ir el hombre de picnic a la Casa de Campo, como un burgués cualquiera...- asegurando que salir, a empujones, a decir "Lo siento, lo siento. ¿El qué? Pues lo que quieran ustedes, lo que no les haya gustado, todo, lo que haga falta..." es un gesto noble y valiente, y contando con aire de entendidos que una República nos saldría mucho más cara y que no se qué contrato de qué empresa con qué emiratos lo 'hemos' (??) conseguido gracias a él... Todas estas cosas he oído decir a gente a la que no tengo por tonta del todo, convencida de que se trata de argumentos sensatos, razonables y de una actitud 'realista'. Y hasta me han intentado tranquilizar con que el safari se lo han pagado... (los mismos que se indignan con que a Camps le regalen cinco trajes encuentran estupendo que al rey le regalen yates y safaris)... La gente, mucha gente, es capaz de creer, y repetir, cualquier cosa que le resulte cómodo creer...

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  6. Nunca fui monárquico (vaya anacronismo) pero sí creía que teníamos un monarca moderno y ejemplar, ahora veo mi error… ¡Menudo ejemplar, y qué vetusto! España no merece semejante representante de su soberanía nacional.

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  7. Entiendo muy bien el comentario de Atman. Es lo que nos vendieron a todos (también en el extranjero): El rey había salvado la democracia en España. O, sin la autoridad del rey, el intento de golpe de estado habria sido exitoso. Pues eso, el rey, un "héroe". Y no seamos hipócritas, en su día la gran mayoría de nosotros nos lo tragamos

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  8. Muy bueno, Miroslav. Se nota que a ti también, como a mi,de pequeño te obligaban a pasar por el confesionario, si no tu sátira no sería tan acertada.

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  9. A mi me dió vergüenza cuando vi ese momento. Y pena.
    Pero también me da una cierta repugnancia el pensar quién anda manejando los hilos para el desprestigio de la monarquía.
    Nos creemos que estamos al tanto de todo y que con las evidencias nos basta, pero también sabemos que nos manipulan para opinar.
    No sé si me explico.

    Miroslav, me ha gustado mucho esta entrada tan irónica y tocando el meollo en sí.
    Un abrazo

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  10. Vanbrugh: Pues resuelta que la impresión que ambos hemos sacado de la patética burla que nos ha endilgado nuestro amado monarca no es la misma que la de la práctica totalidad de los medios de comunicación y tertulianos habituales: me entero gracias a ellos que el que el monarca "nos haya pedido perdón" (¿pidió perdón? Tengo que comprarme unos audífonos) lo dignifica.

    Lansky: Se disculpa, si es que concedemos que lo que ha hecho es una disculpa, con haber faltado en un momento tan duro a sus sacrosantas obligaciones de velar por nuestro bienestar en unos momentos tan duros. ¿O es que no te has dado cuenta de que se fue a matar elefantes justo cuando los pérfidos argentinos agreden los intereses de España?

    Atman: Pensé al leer tu primer comentario que lo de "héroe de la democracia" iba de coña y me sorprendí cuando luego vi que lo decías en serio. Estoy de acuerdo contigo en que el Borbón ha jugado un papel importante en consolidar el sistema político-económico que tenemos, y que, en efecto, nos lo han vendido como héroe cuando acumula villanías hasta decir basta. La primera, antes incluso de morir Franco, el Sahara. Y a partir de ahí, suma y sigue.

    C.C: Yo, y no miento, nunca me lo tragué, en parte influido por lo que me contaba mi padre en los primeros años de la Transición y en otra parte por mi repugnancia, "de principios", a la monarquía complementado con una rechazo intuitivo a este señor (nunca me cayó bien). Y sí, desde luego que de pequeño me obligaban a pasar por el confesionario, amén de tener asignado un director espiritual obligatorio.

    Mery: ¿Pena? ¿Por nosotros, sus súbditos, o por ese setentón que tan convincentemente parecía compungido? Y no, yo al menos no me creo estar al tanto de todo, más bien estoy bastante convencido de que nos ocultan casi todo. Y sí, nos manipulan como títeres, hasta en lo que opinamos. Eso sí da pena.

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  11. Pena, vergüenza, tristeza...todo un revuelto de decepciones encadenadas.
    Aquí, actualmente, nadie tiene principios ni miras altas.
    Por eso tenemos esta sensación de estar en manos de la bajeza y no saber por dónde nos vienen los tiros.

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