jueves, 10 de noviembre de 2016

Primeras damas USA

A propósito de la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones yanquis, Lansky ha ilustrado su blog con una erotizante foto de la futura primera dama con el comentario “no todo es malo”. Esa foto de Melanija Knavs (que es su nombre esloveno original) procede de una sesión fotográfica que la revista GQ publicó en enero de 2000. Por entonces ya estaba saliendo con Donald Trump y éste ya había manifestado sus apetencias de entrar en política. Justamente ese año 2000, el actual presidente electo participó en la carrera por la candidatura dentro del Reform Party, el que fundó Ross Perot en los noventa. No ganó, quien se presentó a las elecciones de 2000 (en las que ganaría Bush con las trampas en Florida) fue Buchanan, aunque enseguida regresaría al Partido Republicano, anticipando el recorrido del propio Trump. Naturalmente, en ese partido Donald no tenía ninguna posibilidad de llegar a la Casa Blanca; no obstante, parece que Melania lo apoyó calurosamente en esa campaña. En el reportaje de GQ le preguntan si, a la vista de las aspiraciones políticas de su pareja, se imaginaba llegar a ser algún día primera dama de los USA; y ella contesta que a toda mujer le gustaría así que, ¿por qué no? Tengamos en cuenta que en ese momento tenía veintinueve años y ni siquiera era residente en Estados Unidos (no tenía aún la green card), mucho menos ciudadana (obtuvo la nacionalidad en 2006).


Pero a lo que vamos, que la mujer está buena, no miente Lansky. Por lo visto era una monada de dieciséis años que paseaba por las calles de Sevnica, pequeña y coqueta ciudad eslovena, cuando la descubrió el fotógrafo de moda Stane Jerko y, en cuanto alcanzó la mayoría de edad, la llevó a Milán para iniciar su carrera en las pasarelas. He encontrado una foto en blanco y negro que debe se de esa época y en la que se aprecia a una cría de belleza bastante natural, nada sofisticada. Unos diez años después, finales de los noventa, la chica ya es una fashion star que sale en portadas de revistas y acude a pasarelas de primera división (de hecho, conoce a Trump en la Fashion Week Party neoyorkina de 1998). Por entonces su imagen ya es muy distinta, resultado de un cuidadoso “diseño” como es norma obligada en el oficio (véase la foto de la revista Ocean Drive). No obstante ese diseño aún no había dado el que parece paso inevitable, me refiero a la cirugía. Parece que se ha aumentado los pechos, afinado el tabique nasal y retocado el rostro con abundantes inyecciones de botox. Yo no entiendo del todo esa manía (en especial la del botox) porque los resultados no me gustan nada. Fijémonos en la tercera foto, en esos ojos anómalamente achinados, pómulos de extraterrestres, un rostro carente de expresividad. Sigue estando buena, no puede negarse, pero mejor habría hecho evitando los quirófanos.


El caso es que a raíz de la llamada de atención de Lansky sobre la próxima primera dama estadounidense, se me ha ocurrido repasar las que le precedieron en el cargo. No todas, claro (son 45 presidentes, demasiados), sino tan sólo las doce últimas; es decir, a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial y empezando con la mujer de Harry Truman. Creo que un periodo de siete décadas es adecuado para estudiar sobre la evolución de las primeras damas norteamericanas, aunque me abstendré de señalar conclusiones, que cada uno saque las propias. Así que ahí tienen una tabla en la que he recogido algunos datos que pueden ser relevantes. El primero es el nombre de soltera de la señora y a continuación el de su marido, el presidente. En la tercera columna indico el año en que inició el ejercicio de “primera dama” (en enero, salvo cuando el marido no accedió al cargo a través de elecciones), y en la cuarta la edad que tenía en ese momento. Luego he puesto la diferencia de años que le lleva/llevaba su marido. Finalmente, la profesión que tenía y que obviamente había abandonado ya antes de acceder a la Casa Blanca.


Comparándola con sus doce últimas predecesoras, Melania no es demasiado singular. No es la más joven en acceder al cargo: mucho más lo fue Jackie Kennedy, pero también lo fueron un poquito más Michelle Obama y Hillary Clinton. Tampoco es la primera que ha trabajado como modelo pues Pat Nixon y Betty Ford también ejercieron ese oficio, aunque con bastante menos dedicación y en perfiles más “discretos”. Y ni siquiera es la única nacida fuera de los Estados Unidos pues Louisa Johnson, esposa de John Quincy Adams, el sexto presidente (1825-1829), nació en Londres. No obstante, aquélla lo hizo antes de la independencia estadounidense y, además, su padre era norteamericano. Es decir, Melania es la primera primera dama que ha sido una inmigrante en el país (pero, claro está, no es de los inmigrantes “desagradables”). El único dato en el que ocupa la primera posición en la tabla que he elaborado es en el de diferencia de edad con su marido, nada menos que veinticuatro años (habría que comprobar si alguno de los 44 presidentes anteriores ha tenido una cónyuge a la que llevara tantos años). Por cierto, Trump accederá a la presidencia con 70 años y medio, casi siete meses más que la edad tenía Ronald Reagan cuando hizo lo propio; es decir Donald será el presidente más viejo en tomar el cargo.

Y tras los datos, las imágenes: a continuación un montaje con las doce mujeres que han sido primeras damas de los Estados Unidos desde 1945 hasta ahora. Compárense con la próxima titular; quizá muchos vean a Melania como la más guapa, pero yo voto por Jackie (pinchar para ampliar).


8 comentarios:

  1. No veo por qué Trump iba a tener problemas con una esposa eslovena, cuando él mismo es descendiente de holandeses. Como dices, tiene el color correcto.

    Aparte, es una entrada interesante que además sirve para ilustrar los cambios sociales. De empresarias, se pasó por abogadas y gente del espectáculo hasta llegar a una modelo; con amas de casa entonces y después.

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    1. Yo no digo que vaya a tener problemas con su marido, aunque ya que lo mencionas, no me extrañaría que los tuviera, teniendo en cuenta cuál parece ser el comportamiento de Donald con las mujeres. Pero bueno, supongo que ya lleva con él tiempo más que suficiente para conocerlo y saber lo que hay, y parece que le compensa. Y a él ella, desde luego.

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    2. Me refiero a que tenga problemas desde un punto de vista xenófbo, ojo. Pero sí, Trump es un personaje... Aunque peor es su posible vicepresidente, Pence.

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  2. Habla en efecto seis idiomas y entre ellos, en efecto, el francés (no sé por qué mencionas expresamente esa lengua). Parece que empezó a estudiar idiomas desde muy jovencita, cuando se mudó a Milán a empezar su carrera de modelo (el esloveno y el serbio los traía de fábrica).

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  3. Si tuviera que echar un polvo, probablemente me inclinaría por Melanie, aunque Michel y Jacky tampoco están lejos de mis gustos, pero si tuviera que convivir con alguien, desde luego me inclinaría por Melanie Obama.

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    1. Perdón: por 'Michelle', se me ha cruzado un híbrido improbable.

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    2. Será por la melanina, que para algo es la proteína de la piel bronceada. ;-)

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  4. Hace tiempo, me crucé con un mapa por Twitter que exponía cuántos idiomas hablan los habitantes de los diversos países de Europa, y si no yerra mi memoria, los eslovenos tenían el récord de 3,6 lenguas (sí, consideraba decimales). Curiosamente, al respecto un conocido mío aseguró que los serbios consideran que los eslovenos apenas son bilingües en serbio. No obstante, parece que se habla italiano y húngaro, entre otros idiomas minoritarios.

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