Weekends convalecientes
Hace dos fines de semana tuve un dolor de cabeza continuado. Me cogía toda la parte izquierda de la cabeza: pinchazos agudos en el cráneo y una sensación de irritación superficial, el oído izquierdo, ese lado de la mandíbula, como si tuviera una infección de muelas, y hasta la garganta. El lunes se había ido y toda la semana pasada estuve currando al agotador ritmo habitual.
Este último fin de semana se reprodujo el mismo dolor de cabeza, pero en el otro lado, el derecho. Además, el sábado pasado me dolía tremendamente el pecho y la espalda, casi al menor movimiento (me tenía que estar muy quieto respirando despacito). Llegó el martes (el lunes fue fiesta) y volví a sentirme aceptablemente bien (no cuento los achaques ya asumidos); lo suficientemente bien, al menos, para volver a aguantar otra semana laboral intensa pese a ser un día más corta de lo habitual.
Ayer por la noche se me taponaron las vías respiratorias y me costó mucho dormir. Esta mañana, a la obstrucción nasal se le sumó un moqueo persistente. Hacia el mediodía me pesaban los párpados y empezaba un nuevo dolor de cabeza, esta vez en el área frontal. He vuelto de almorzar y estoy con una sensación generalizada de agotamiento, aunque no creo que tenga fiebre. Así que, pese a que tendría que dejar redactadas un par de cosas, creo que me voy a ir a mi casa y meterme en la cama.
Me temo que este fin de semana toca gripe o, más probablemente, resfriado (aunque hace un calor tremendo). Los otros dos fines de semana, según coinciden todos, se explican con el estrés en el que ando y el agotamiento acumulado que me pasa factura en cuanto aflojo la tensión laboral. Sea como sea, tampoco es plan eso de estar razonablemente sano durante la semana y enfermo el sábado y el domingo. Lo que debería hacer ya lo sé, pero de la teoría a la práctica ...
Este último fin de semana se reprodujo el mismo dolor de cabeza, pero en el otro lado, el derecho. Además, el sábado pasado me dolía tremendamente el pecho y la espalda, casi al menor movimiento (me tenía que estar muy quieto respirando despacito). Llegó el martes (el lunes fue fiesta) y volví a sentirme aceptablemente bien (no cuento los achaques ya asumidos); lo suficientemente bien, al menos, para volver a aguantar otra semana laboral intensa pese a ser un día más corta de lo habitual.
Ayer por la noche se me taponaron las vías respiratorias y me costó mucho dormir. Esta mañana, a la obstrucción nasal se le sumó un moqueo persistente. Hacia el mediodía me pesaban los párpados y empezaba un nuevo dolor de cabeza, esta vez en el área frontal. He vuelto de almorzar y estoy con una sensación generalizada de agotamiento, aunque no creo que tenga fiebre. Así que, pese a que tendría que dejar redactadas un par de cosas, creo que me voy a ir a mi casa y meterme en la cama.
Me temo que este fin de semana toca gripe o, más probablemente, resfriado (aunque hace un calor tremendo). Los otros dos fines de semana, según coinciden todos, se explican con el estrés en el que ando y el agotamiento acumulado que me pasa factura en cuanto aflojo la tensión laboral. Sea como sea, tampoco es plan eso de estar razonablemente sano durante la semana y enfermo el sábado y el domingo. Lo que debería hacer ya lo sé, pero de la teoría a la práctica ...
CATEGORÍA: Irrelevantes peripecias cotidianas
Menudo estres que tienes niño. Ayss.
ResponderEliminarO sea que el consejo me lo ahorro, ¿no? :-)
ResponderEliminarBesos
Con el estrés
ResponderEliminar1. El sistema inmunitario se te queda hecho carbón
2. Te pones ciego de adrenalina
Cuando llegas al finde sufres el bajón de adrenalina, pero el sistema inmunitario sigue hecho unos zorros.
Y es que no hay nada como ver House.
Que te mejores. Un abrazo
Eso suena como a que eres adicto al trabajo y alérgico al descanso, Miros. :∫
ResponderEliminarQue te mejores.
Un beso
No existe (en cierto modo) la enfermedad (generalización), sino los enfermos (casos concretos), y tú, francamente, "eres un caso" diagnosticado no por el Dr House que menciona Numeros, sino por el poeta Gil de Biedma: van a tener razón los días laborables. Mímate o, mejor aún, que te mimen.
ResponderEliminarMímate un poco que lo que describes, en el mejor de los casos, parece una migraña tensional. Por experiencia, no vale la pena trabajar tanto para pasarse los fines de semana hecho polvo (o fosfatina, como quieras).
ResponderEliminarO sea que eso de "ve al médico" o "intenta relajarte" como que me lo guardo ¿no? Vale, me lo guardo pero cuídate o, al menos, inténtalo :)
ResponderEliminarBesos