One too many mornings
Down the street the dogs are barkin’
And the day is a-gettin’ dark
As the night comes in a-fallin’
The dogs’ll lose their bark
An’ the silent night will shatter
From the sounds inside my mind
For I’m one too many mornings
And a thousand miles behind
From the crossroads of my doorstep
My eyes they start to fade
As I turn my head back to the room
Where my love and I have laid
An’ I gaze back to the street
The sidewalk and the sign
And I’m one too many mornings
An’ a thousand miles behind
It’s a restless hungry feeling
That don’t mean no one no good
When ev’rything I’m a-sayin’
You can say it just as good.
You’re right from your side
I’m right from mine
We’re both just one too many mornings
An’ a thousand miles behind
Copyright © 1964, 1966 by Warner Bros. Inc.; renewed 1992, 1994 by Special Rider Music
La grabación original
Es una canción de amor, del amor que acaba, del que mejor ha escrito siempre Dylan. Canción triste, pero de tristeza tierna, melancólica; canción sobre el hastío y la impotencia. Demasiado tiempo y distancia entre dos que querrían amarse. Una relación que termina sin que ninguno sepa bien por qué. Bobby tiene 22 añitos.
One too many mornings - Bob Dylan (The Times They Are A-Changin', 1964)
Traducción personal libérrima (concisa, muy concisa)
Ladran los perros en la calle, va oscureciéndose el día. El estruendo de mi mente sofoca los ladridos y quiebra el silencio de la noche. Demasiadas mañanas y mil millas.
Dudas en el umbral. Vuelvo la cabeza hacia la habitación donde yacíamos, amor; los ojos se me enturbian. Nítidos ante mí, el camino, las señales. Demasiadas mañanas y mil millas.
Desazón e impotencia. Lo que diga igual sabes decirlo, tienes tú razón y también yo la tengo. No son buenos presagios. Hay demasiadas mañanas y mil millas entre nosotros.
La versión eléctrica de 1966
La "traición" eléctrica de Dylan se escenificó la noche del domingo 25 de julio de 1965 en el Newport Folk Festival, aquella vez que Pete Seeger quiso cortar los cables del amplificador con un hacha. De casi un año después –Bobby acababa de cumplir veinticinco– es la gira británica de mayo, recogida en el documental de Scorsese, incluyendo las diatribas de los fanáticos y decepcionados folkies ingleses, ésos que le abuchearon y gritaron ¡Judas! cuando, en la segunda parte de los conciertos, hacía pasar a los miembros de The Hawks (que poco después serían The Band). La que sigue fue grabada en la actuación de Manchester; demasiado ruidosa para mi gusto. Dice Paul Williams que en esos momentos Dylan deseaba un sonido rico, fuerte y rítmico, que las palabras fueran secundarias.
La versión eléctrica de 1966
La "traición" eléctrica de Dylan se escenificó la noche del domingo 25 de julio de 1965 en el Newport Folk Festival, aquella vez que Pete Seeger quiso cortar los cables del amplificador con un hacha. De casi un año después –Bobby acababa de cumplir veinticinco– es la gira británica de mayo, recogida en el documental de Scorsese, incluyendo las diatribas de los fanáticos y decepcionados folkies ingleses, ésos que le abuchearon y gritaron ¡Judas! cuando, en la segunda parte de los conciertos, hacía pasar a los miembros de The Hawks (que poco después serían The Band). La que sigue fue grabada en la actuación de Manchester; demasiado ruidosa para mi gusto. Dice Paul Williams que en esos momentos Dylan deseaba un sonido rico, fuerte y rítmico, que las palabras fueran secundarias.
One too many mornings - Bob Dylan (Live at Free Trade Hall, Manchester, England, 1966)
Con Johnny Cash
A Johnny Cash, más que consagrado, le impresionó Bob Dylan desde su aparición en el Greenwich neoyorkino, una voz original en el "folk revival" de los primersos sesenta. Empezaron a cartearse y se conocieron en el festival de Newport de 1964, donde el veterano le regaló al novato su guitarra. En febrero de 1969, Dylan volvió a Nashville a grabar su noveno album y en el mismo estudio estaba Cash. Grabaron unos cuantos temas a dos voces de los cuales sólo uno (Girl from the North Country) fue incluido en el LP Nasville Skyline. Pero entre los otros se encuentra esta versión de One too many mornings, que aparece en uno de los infinitos bootlegs piratas del de Minnesota. Un cierto aire country inevitable que para nada me convence (creo que empobrece el sentimiento) pero que, aún así, resulta interesante. En vez del audio, cuelgo un video de Youtube para ver a los dos monstruos. Por cierto, para el disco homenaje a Dylan con motivo de los cincuenta años de Amnistía Internacional (del que ya hablé en un post anterior), los Avett Brothers hicieron una remezcla a partir de estas viejas sesiones de Nashville.
A Johnny Cash, más que consagrado, le impresionó Bob Dylan desde su aparición en el Greenwich neoyorkino, una voz original en el "folk revival" de los primersos sesenta. Empezaron a cartearse y se conocieron en el festival de Newport de 1964, donde el veterano le regaló al novato su guitarra. En febrero de 1969, Dylan volvió a Nashville a grabar su noveno album y en el mismo estudio estaba Cash. Grabaron unos cuantos temas a dos voces de los cuales sólo uno (Girl from the North Country) fue incluido en el LP Nasville Skyline. Pero entre los otros se encuentra esta versión de One too many mornings, que aparece en uno de los infinitos bootlegs piratas del de Minnesota. Un cierto aire country inevitable que para nada me convence (creo que empobrece el sentimiento) pero que, aún así, resulta interesante. En vez del audio, cuelgo un video de Youtube para ver a los dos monstruos. Por cierto, para el disco homenaje a Dylan con motivo de los cincuenta años de Amnistía Internacional (del que ya hablé en un post anterior), los Avett Brothers hicieron una remezcla a partir de estas viejas sesiones de Nashville.
La Rolling Thunder Revue
En otoño de 1975 Dylan reúne a un grupo de amigos y excelentes intérpretes e inicia la que sin duda es una de las giras más atractivas de la historia del rock. Bob se reinventa como trovador, asume la obligación personal de patear infinidad de escenarios en un movimiento interminable que ha seguido hasta hoy y que, en opinión de muchos de sus más autorizados críticos y biógrafos, es una faceta de su actividad artística tan importante y genial como la de compositor de los más grandes temas de la música popular. Yo sólo he asistido a tres conciertos de Dylan y el último he de confesar que me decepcionó un poco. Cuánto me habría gustado, sin embargo, haber sido partícipe de esa gira mítica; pero tenía dieciséis añitos y estaba empezando a enterarme. Del concierto del 23 de mayo de 1976 en el Hughes Stadium de Fort Collins, Colorado, procede esta nueva versión recogida en el album Hard Rain; me gusta más, sin embargo, de la misma gira, la que hace con el acompañamiento en un discreto segundo plano de Joan Baez (se puede ver en un documental de los archivos de RTVE). Bob está a punto de cumplir 35. Apréciese el violín de Scarlet Rivera, que a mi juicio colorea espléndidamente el Desire (y especialmente esa maravilla tan plañidera y hebraica que es One more cup of coffee).
One too many mornings - Bob Dylan (Hard Rain, 1976)
Las versiones de otros
Colecciono canciones de Dylan, cantadas por él, desde luego (pocas me faltan), pero también por otros. One too many mornings no es precisamente de las más versionadas, pero algunas guardo. Parece que el primer cover le corresponde a una banda californiana de cierta fama durante los sesenta, The Association, que la grabaron en un sencillo de 1965 y luego en un LP en vivo de 1970; esta versión no la tengo pero se puede escuchar en Youtube. La versión que pongo a continuación, en cambio, está cantada en un tono bastante intimista, más acorde en mi opinión a la letra. Se trata de una grabación de 1968 del prolífico cantante, pero también compositor, escritor y actor de Hollywood, Burl Ives, uno de esos tipos que recorrieron el siglo pasado y de los que ya no quedan. Es el único disco que tengo suyo y me lo conseguí por su homonimia con el tercero de Dylan: once versiones de temas conocidísimos que, en general, este hombre descafeina (de los cuatro de Dylan solo salvo justamente el que interesa a este post).
Colecciono canciones de Dylan, cantadas por él, desde luego (pocas me faltan), pero también por otros. One too many mornings no es precisamente de las más versionadas, pero algunas guardo. Parece que el primer cover le corresponde a una banda californiana de cierta fama durante los sesenta, The Association, que la grabaron en un sencillo de 1965 y luego en un LP en vivo de 1970; esta versión no la tengo pero se puede escuchar en Youtube. La versión que pongo a continuación, en cambio, está cantada en un tono bastante intimista, más acorde en mi opinión a la letra. Se trata de una grabación de 1968 del prolífico cantante, pero también compositor, escritor y actor de Hollywood, Burl Ives, uno de esos tipos que recorrieron el siglo pasado y de los que ya no quedan. Es el único disco que tengo suyo y me lo conseguí por su homonimia con el tercero de Dylan: once versiones de temas conocidísimos que, en general, este hombre descafeina (de los cuatro de Dylan solo salvo justamente el que interesa a este post).
One too many mornings - Burl Ives (The Times They Are A-Changin', 1968)
En el 66, The Beau Brummels, otra banda californiana de corta existencia, grabaron un single con el tema; no lo tengo pero también es posible escucharla gracias a Youtube (versión facilona y hasta bailonga, que llegó al número 95 de las listas en junio de ese año). También de San Francisco eran los Kingston Trio, que ya disueltos publicaron un doble album en vivo, Once Upon a Time, con tres versiones de Dylan y ésta entre ellas; tampoco me gusta demasiado y prefiero no subirla sino remitir al correspondiente enlace de Youtube. Y Joan Baez, por supuesto, tan pronto como en 1968, en el primero de sus discos dedicado enteramente a canciones de Dylan. Para entonces ya se habían cortado su intermitantes amoríos con Bobby (imagino que tras la boda del chico con Sara), pero hasta hoy ella le sigue interpretando reverencialmente. La que sigue es su versión, interesantes arreglos adaptados a su clásica forma de cantar, tan perfecta que no termina de emocionarme.
One too many mornings - Joan Baez (Any Day Now, 1968)
Hay más, claro. Por ejemplo, una del ya mentado Johnny Cash en el album de 1978 con su mujer, Johnny and June, que recogía canciones inéditas grabadas en los sesenta (tuve ese disco en vinilo, pero ya no). Y, cómo no, los chicos de The Band, los fieles acompañantes de Dylan durante la segunda mitad de los sesenta, hicieron su propia versión durante la gira mundial de Bobby de 1966, la cual está recogida en otro de los múltiples discos de versiones dylanianas, éste llamado Tangled up in Blues (1999). Se trata de una versión "sin sorpresas", con el sonido característico del Dylan de esos años; pero no está nada mal.
One too many mornings - The Band (Tangled Up in Blues, 1999)
De esta preciosa canción, salvo algunas escasas interpretaciones en vivo del propio Bob, no tengo ninguna versión de las tres últimas décadas del siglo pasado (que es el veinte, recuerdo). Ya metidos en el XXI guardo tres muestras. La primera de The Panics, un grupo australiano de Perth, que en su disco de 2007 Cruel Guards, añaden como bonus tracks el Just like a woman y una envolvente versión del One too many mornings, un sonido mucho más contemporáneo y que merece la pena escuchar. La segunda es del cantautor británico David Gray (un tipo muy recomendable aunque poco conocido por estos lares) y se contiene en un album recopilatorio de grabaciones en vivo que significativamente tituló A Thousand Miles Behind (de 2007); me gusta mucho su versión tranquila y sentida, recuperando el espíritu de la original. Por último la de los Avett Brothers a la que me referí antes; esa remezcla de las sesiones de Nashville con Johnny Cash; digamos que es curiosa.
One too many mornings - The Panics (Cruel Guards, 2007)
One too many mornings - David Gray (A Thousand Miles Behind, 2007)
One too many mornings - Johnny Cash & The Avett Brothers (Chimes of Freedom, 2012)
Acabo señalando que, pese a esta apabullamiento de versiones, One too many mornings no es mi canción favorita de las de Dylan (sí lo era, según me he enterado hace unas semanas, de Steve Jobs). El porqué de este post me lo callo.
Actualización (14/04/2013): Quien tenga interés por Dylan puede encontrar en internet una infinidad inabarcable de datos. Ya lo sabía y, sin embargo, para escribir este post no hice bien los deberes. Porque resulta que ahora descubro que existe una web dedicada a relacionar las muchísimas versiones de las también muchas canciones compuestas por el genio de Minnesota. Así que busco esta One too many mornings y encuentro que hay 177 registros y yo, pobre ingenuo, pensando que las diez versiones que guardo más las tres o cuatro a que hago referencia eran, si no todas, casi todas. Así que ya tengo referencias para mis afanes coleccionistas. Por cierto, compruebo que de esta canción hay unas cuantas versiones traducidas a otros idiomas, entre ellos el castellano. La primera pertenece a un grupo valenciano nacido en Mallorca en 1986, La Gran Esperanza Blanca; algo he oído de estos tipos, pero no tengo nada suyo en mi discoteca. El otro castellanoparlante que se ha atrevido con este tema es un argentino llamado Esteban Páez quien tiene el detalle de permitir descargar gratis toda su discografía desde su web, entre la cual hay tres discos dedicados por entero a sus versiones dylanianas (cierro esta actualización con la canción objeto de este post; juzguen ustedes). He de mencionar por último a Gerard Quintana y Jordi Batiste, quienes en 2000 publicaron el album Els miralls de Dylan - Sense reina ni as, con trece canciones de Bobby en catalán; no suenan nada mal.
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Actualización (14/04/2013): Quien tenga interés por Dylan puede encontrar en internet una infinidad inabarcable de datos. Ya lo sabía y, sin embargo, para escribir este post no hice bien los deberes. Porque resulta que ahora descubro que existe una web dedicada a relacionar las muchísimas versiones de las también muchas canciones compuestas por el genio de Minnesota. Así que busco esta One too many mornings y encuentro que hay 177 registros y yo, pobre ingenuo, pensando que las diez versiones que guardo más las tres o cuatro a que hago referencia eran, si no todas, casi todas. Así que ya tengo referencias para mis afanes coleccionistas. Por cierto, compruebo que de esta canción hay unas cuantas versiones traducidas a otros idiomas, entre ellos el castellano. La primera pertenece a un grupo valenciano nacido en Mallorca en 1986, La Gran Esperanza Blanca; algo he oído de estos tipos, pero no tengo nada suyo en mi discoteca. El otro castellanoparlante que se ha atrevido con este tema es un argentino llamado Esteban Páez quien tiene el detalle de permitir descargar gratis toda su discografía desde su web, entre la cual hay tres discos dedicados por entero a sus versiones dylanianas (cierro esta actualización con la canción objeto de este post; juzguen ustedes). He de mencionar por último a Gerard Quintana y Jordi Batiste, quienes en 2000 publicaron el album Els miralls de Dylan - Sense reina ni as, con trece canciones de Bobby en catalán; no suenan nada mal.
One too many mornings - Esteban Páez (El refugio de la víbora 2, 2007-2009)
Burl Ives interpreta a uno de los personajes principales de “Wind across the Everglades”, un intento de Nicholas Ray de hacer cine folk (o más bien cine “cajun”), y en mi opinión una de sus mejores películas pese a los problemas que al parecer tuvo con los productores, para variar. Es bastante impresionante la primera versión que grabó, únicamente con guitarra, del clásico “Ghost Riders In The Sky”, una canción que no me acaba de llegar pero que Ives borda.
ResponderEliminarEcho de menos una buena película documental sobre los tiempos de la Rolling Thunder Revue, o de los años que van del “Planet Waves” al “Desire”.
Antonio: No he visto la peli de Ray que citas. De hecho, hasta escribir este post no sabía que Ives había sido actor además de cantante. Una vez que me he enterado y visto su careto, sí que lo he identificado de algunas películas conocidas, siempre como secundario.
ResponderEliminarEn cuanto a documentales sobre la Rolling Thunder Revue, no sé si hay alguno de suficiente empaque, aunque sí he visto varias grabaciones parciales. Tienes además, por supuesto, la película Renaldo&Clara de Dylan con la ayuda de Shepard que a mí me parece infumable, aunque no sé que opinarás tú, que sabes bastante más de cine.
Unos amigos míos deshicieron hace unos años un pareja que desde fuera y a muchos nos parecía perfecta. Los dos me dieron su versión de los hechos, a los dos por fortuna les he seguido tratando, pero él, además, me dió una explicación tan inefable como dylandiana: "¿que ha pasado con mengana?" Le pregunté. "Demasiadas mañanas entre nosotros", me respondió."Y mil millas"
ResponderEliminarPor cierto, la peli que menciona el cinéfilo Antonio la pusieron hace poco por la tele, en el doblaje la titularon "Muerte en los pantanos": No es de lo mejor del Ray, pero lo peor, sin duda es la elección del protagonista, un jovencísimo Cristopher Plummer (el de sonrisas y lágrimas) poco creible.
ResponderEliminarNo conseguí ver entera "Renaldo & Clara" porque me pareció precisamente eso, infumable. En las ediciones de Anagrama de los relatos de Shepard anuncian al autor como colaborador de Dylan, cuando sus dos colaboraciones no fueron precisamente distinguidas (aunque "Brownsville girl" puede ser lo más presentable del disco al que pertenece).
ResponderEliminarLansky: Obviamente tu amigo era dylaniano o dylanita, se diga como se diga. Por cierto, casi todas las traducciones que he visto del título de esta canción dicen "Demasiadas mañanas", o sea, "Too many mornings". Lo que me gustaría que alguien que domine el inglés me explique es el sentido del "One" inicial. ¿Quizá algo así como "otra más de demasiadas mañanas"? Si oyes la versión que he puesto del argentino dylaniano, en el estribillo dice "(ya tengo) otra mañana y mil millas por detrás", interpretación que, en principio, no me parece muy desencaminada. En fin, si ninguno de mis escasos lectores me la resuelve, tendré que mandar esta duda a un foro de traductores.
ResponderEliminarPS: ¿En qué película está creíble Cristopher Plummer?
Antonio: Aunque tengo todos los discos "oficiales" de Dylan, diría que marco una línea divisoria después del Street Legal del 78 (aunque el Budokan tampoco está nada mal. Los siguientes, aunque varias veces escuchados, no terminan de emocionarme (con la excepción del Oh Mercy del 89). Desde luego no como casi todas las canciones de cualquiera de los grabados durante sus primeros quince años de carrera. Dicho esto, sí, Brownsville girl también es para mí de lo mejor del Knocked out loaded, aunque no sabía que había colaborado Shepard con la letra (de hecho no lo cita en la ewb oficial).
ResponderEliminarPS: Veo que coincidimos en la opinión sobre el intento cinematográfico de Dylan.
Algún día os contaré de Nic Ray, a quien conocí y traté mucho en Madrid. Un tipo genial que acabó de 'sin techo' y ebrio en las calles de Londres, done fue hallado muerto.
ResponderEliminarAcabo de preguntarle a un cliente norteamericano del hotel donde trabajo, y me dice que, efectivamente, el sentido de la frase sería "demasiadas mañanas, y todavía otra más".
ResponderEliminarGracias, Antonio.
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