domingo, 12 de marzo de 2006

Jesús Rollán

Esta mañana, paseando por el parque, en El País recién comprado leo que ha muerto Jesús Rollán. El periódico subtitula: "El mítico portero de waterpolo, de 37 años, fallece tras caer desde una terraza en la clínica barcelonesa en la que estaba ingresado".

La noticia me ha impresionado. Nunca veo waterpolo, salvo las competiciones nacionales ... y desde las olimpiadas de Barcelona, gracias al que han dado en llamar el dream team español. Y los dos nombres más significativos: Estiarte y Rollán. Me viene el recuerdo de la final del 92 que perdimos ante Italia (medalla de plata no está nada mal; sin embargo, he leído en algún lado que ese fue el momento más triste de Rollán). Pero cuatro años después (olimpiadas de Seul) se ganó el oro. Me acuerdo tanto de su ímpetu, su manera de animar a todo el equipo, sus paradones. Por supuesto, no le he conocido de nada, sólo su imagen, la imagen que daba en una piscina jugando waterpolo y en las escasas entrevistas (obviamente breves y superficiales) que he visto. Con tan poca cosa, sin embargo, me caía bien. Y saber que ha muerto me ha entristecido.

He buscado en Internet y la noticia, si bien aparece en abundantes páginas, es tratada con reservas y eufemismos. Cosas que he sacado en claro: estaba ingresado en una clínica en La Garriga desde octubre, en un tratamiento médico que sufragaba el Comité Olímpico Español. Parece ser que se acogió a un Programa de Tutoría de Deportistas ya que "tenía problemas de diversa índole". Indago sobre sus problemas: los primeros, una carrera plagada de lesiones, pese a su longevidad (se retiró en el 2004 y jugaba en la Selección desde los 18 años); parece ser que la espalda lo mataba, fue operado dos veces de las rodillas, tenía hernias discales y constantes problemas en los abductores. Luego me entero de que recientemente, entrenador en Italia, se separó de su mujer y que tenía dificultades para ver a su hijita de cuatro años.

Es decir, supongo que estaba pasando una depresión, que esa mano negra le estaba oprimiendo por dentro. El País dice que el centro en el que estaba ingresado está especializado en el tratamiento de adicciones; pero en ningún sitio he leído nada a ese respecto, aunque quién sabe ... Y total, qué importa. En el Mundo Deportivo alguien escribe lo siguiente:

Él, que siempre tenía un grito de apoyo para hacer reaccionar a sus compañeros; él, que siempre sacaba esa mano inimaginable cuando quedaban escasos segundos y el rival apretaba; él, que asumía la responsabilidad cuando iban mal dadas, se encontró solo en el momento más difícil, cuando más necesitaba ese grito de apoyo para sacar esa zarpa suya y parar el balón. Pero esta vez no era un balón lo que había que parar; Jesús vio llegar a la 'parca' y decidió hacer vista, cansado de muchas cosas y desubicado en un día a día en el que él no era el protagonista; en el que había perdido el aliciente para levantarse cada mañana de la cama. Quería salir de la encerrona, llevaba meses en el empeño. Pero acabó rindiéndose; él, que nunca se rendía. Se le hizo el partido demasiado largo, demasiado aburrido; no le tiraban a puerta y no tenía los focos pendientes de él. Ayer Jesús decidió tirar por la calle de enmedio. No somos nadie para juzgarle; si acaso hay que reconocerle la determinación y coraje con el que siempre actuó.

No me gusta demasiado, sobre todo porque cómo podemos imaginar si se rindió o no, si siquiera era él cuando ese cuerpo dió un salto hacia la caída libre. ¿Qué sabemos? Los que lo conocieron (los que probablemente fueron sus amigos) dicen haber recibido un golpe brutal. Porque parece que era una muy buena persona y porque no se esperaban este final ("Sabíamos que tenía algunas dificultades, pero todo apuntaba a que se estaba recuperando").

En fin, yo no le conocía de nada, salvo de verlo por la tele en piscinas de waterpolo. Pero me ha hecho pasar momentos emocionantes y me ha parecido una persona simpática, que aportaba cosas buenas. Sería, como todos, un revoltijo de virtudes y defectos, de contradicciones ... Yo no le conocía y ya nunca le conoceré. Me ha dado pena que muera, me ha dado pena que muera tan joven, y me ha dado pena descubrir que estaba sufriendo, sufriendo tanto que ha muerto.


CATEGORÍA: Personas y personajes
POST REPUBLICADO PROVENIENTE DE YA.COM

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