sábado, 2 de agosto de 2008

Vas a hacer que me sienta solo cuando te vayas

Woodie Alan es una banda de blues y jam de Pekín. De ellos sólo conocía el Beijing Blues, que me recordaba a los Allman Brothers con algunas reminiscencias Doors. No suenan mal. Curioso que haya bandas de blues-rock en China; según veo tienen una agenda muy apretada para los próximos días debido a los Juegos Olímpicos.


Antigone Rising es otra banda, ésta de rock. ¿Cómo se traduciría? ¿El resurgir de Antígona? Antígona era la mitológica hija del rey de Teba que, desobedeciendo las leyes del nuevo rey, enterró a su hermano y fue condenada a muerte; su muerte trajo dos suicidios: el de su prometido, Hemón, y el de la madre de éste, Eurídice. Las Antigone Rising son cinco mujeres (ahora cuatro porque la vocalista, la rubita del centro que no está nada mal, ha dejado el grupo) que empezaron a mediados de los noventa en la parte baja de Manhattan. Dicen que su música tiene influencias de los grandes del rock tipo Led Zeppelin, aunque a mí no me lo parece y les noto más el estilillo country pop norteamericano.


Fiona Landers es una chiquilla californiana de 22 años que se declara folksinger y tiene una voz un poco demasiado de pito para mi gusto (me recuerda remotamente a Joni Mitchell). De familia asentada en el mundo artístico, ha trabajado en televisión y cine y en este año ha publicado su primer disco, The Lake.


Ben Watt es un londinense de 1962 que, antes de conocer a Tracey Thorn y formar con ella Everything but the girl (además de más cosas) y volcarse en la música electrónica (?), publicó un disco acústico, North Marine Drive, que merece la pena escuchar (al menos, a mí, me parece bastante más interesante que toda la discografía de EBTG). Por cierto, en la actualidad Watt es uno de los más importantes DJs del mundo.


Shawn Colvin es una cantante tejana (bueno, nació en Dakota del Sur) a caballo entre el folk y el country. Una mujer interesante (y guapa) con ya una larga carrera (empezó en los setenta) y que enlaza con tantas otras americanas que, sin llegar al estrellato absoluto, sí mantienen un prestigio sólido. Su mayor éxito, sin duda, Sunny came home, que ganó el Grammy a la canción del año en 1998.


Madeleine Peyroux es una vocalista y compositora de jazz, de bastante éxito últimamente; tiene cuatro albumes publicados, aunque sólo conozco los dos últimos. El penúltimo se llama Careless Love, y lo he oído por primera vez hace una semanita. La cuarta de sus canciones, la curiosa versión que hace esta chica franco-estadounidanse, es la que me ha motivado este post.

¿Y qué tienen en común los seis grupos/cantantes que he citado? Sería una buena pregunta para un juego de verano, pero basta con haber visto/oído los videos/audios que he ido adjuntando para saber la respuesta. Que es, en efecto, que todos han versionado la canción You're gonna make me lonesome when you go, compuesta por Bob Dylan en 1974 y publicada por primera vez en su disco Blood on the Tracks. Pocos meses antes de que saliera ese LP había descubierto yo a Dylan, y desde entonces.

Vas a convertirme en un solitario al dejarme, dice el estribillo (o vas a hacer que me sienta solo cuando te vayas) y, sin duda, el tema va dirigido a Sara, su mujer entonces, buscando superar la crisis matrimonial que vivían. Bobby no la volvió a grabar y tampoco es ésta una de sus canciones más versionadas, al menos no por los grandes de los grandes, como tantas otras del genio de Minnesota. Pero el otro día escuché la versión jazz de la Peyroux (que me sorprendió agradablemente) y me apeteció investigar un poco a ver cuantas versiones más descubría. Algo que, antes de internet, habría sido una tarea inabordable y ahora, en cambio ...

Bueno aquí va la canción original: ¿Cuál de las siete prefieres? Yo, desde luego, la de Dylan; en cuanto a las versiones, las tres primeras no me dicen mucho, pero sí las tres últimas.

Y a continuación, para quienes no entiendan el inglés nasal dylaniano, la letra en castellano (confío en que no demasiado mal traducida):

He visto al amor pasar por mi puerta,
Nunca antes estuvo tan cerca,
Nunca fue tan fácil, tan cómodo.
Demasiado tiempo he estado a oscuras,
Si algo no está bien, está mal.
Vas hacer que me sienta solo cuando te vayas.

Hay nubes como dragones en lo alto.
Sólo había conocido el amor fugaz
Que siempre me golpeaba por afuera.
Esta vez ha sido más centrado,
Justo en el blanco, tan exacto.
Vas a hacer que me sienta solo cuando te vayas.

Trébol púrpura, zanahoria silvestre,
pelo carmesí cruza tu rostro,
podrías hacerme llorar, por si no lo sabes.
No puedo recordar lo que estaba pensando
quizá me mimas demasiado, amor.
Vas a hacer que me sienta solo cuando te vayas.

Flores al pie de la colina, brotando locamente,
grillos hablando en rima por todos lados,
el río azul fluyendo lento y perezoso,
podría quedarme contigo para siempre
y no notar el paso del tiempo.

Las circunstancias han llevado a un final triste,
Las relaciones son todas malas.
las mías han sido como las de Verlaine y Rimbaud
pero bajo ningún aspecto pueden compararse
aquellas escenas con esta historia.
Vas a hacer que me sienta solo cuando te vayas.

Vas a hacer que me asombre de vivir
tan lejos sin ti,
harás que me pregunte qué es lo que digo,
me obligarás a conversar en serio conmigo mismo.

Te buscaré en el viejo Honolulú,
En San Francisco, en Ashtabula.
Vas a tener que dejarme pronto, lo sé.
Pero te veré allá arriba en el cielo,
en la alta hierba, en aquellos que amo.
Vas a hacer que me sienta solo cuando te vayas.

Suena mejor en inglés, ¿verdad? Aun así, me gusta ese trío del trébol púrpura, la zanahoria silvestre y el cabello carmesí. El cantante, demasiado mujeriego, asegura a la madre de sus cinco hijos que ella es el único amor que ha dado en su centro, las otras sólo lo rozaban. Sara representa, parece, la tranquilidad, la paz bucólica (flores, ríos) y algo mágica (grillos que hablan en rima), donde el tiempo pasa sin notarse.

Pero la canción es una despedida, el cantante ha renunciado a convencer a su amada: han llegado a un final triste, él se ha portado como Verlaine y Rimbaud (pedantería alusiva a sus lecturas del Greenwich) y sabe que ella lo va a tener que dejar irremisiblemente. Dylan lo acepta, pero quiere hacerle saber lo solitario que va a quedar sin ella. Aun así, la buscará sin encontrarla en los lugares más inusitados y se consolará viéndola por todas partes y, especialmente, en aquellos a los que ama.

No tengo ni idea, por cierto, de por qué razón menciona esos tres lugares en la canción. "El viejo Honolulu", no es que haya demasiada parte vieja en la capital de Hawaii, que yo sepa. San Francisco, preciosa ciudad a la que me encantaría volver. Ashtabula, una ciudad de Ohio, junto al lago Erie, de la que hasta hoy no había oído nunca hablar. ¿Estarían esos tres lugares relacionados con Sara Dylan?

Y, para acabar, no me resisto a adjuntar otro video de youtube en el que Shawn Colvin, con Mary Chapin Carpenter (no confundir con Karen, la de los cursísimos Carpenters) y Rosanne Cash (la hija de Johnny, que es quien las presenta), interpretan You Ain't Goin' Nowhere en el concierto homenaje a los 30 años de carrera profesional que se celebró en el Madison Square Garden el 16 de octubre de 1992. Esta canción ha sido bastante más versionada que la que es objeto de este post (el propio Dylan la ha grabado tres veces) y por cantantes bastante más famosos. La que nos ofrecen estas tres mujeres es una de mis preferidas; Shawn, por cierto, es la que canta en tercer lugar.


CATEGORÍA: Canciones y otras líricas

4 comentarios:

  1. Dylan me gusta, pero no despierta en mí las pasiones que despierta en casi todo el mundo.

    Shawn Colvin es mi preferida.
    Quizás tenga que ver con que de pequeña en mi casa sonaba mucho Dolly Parton y me la ha recordado.

    Un beso.

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  2. La sangre algo debe hacer aunque uno la ignore porque desde siempre el country (no todo) me llama mucho.

    Y el post, aunque camuflado de canción, te ha quedado muy tierno Miro.

    un beso

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  3. Perfecto. Muchas gracias por este paseo...musical.

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  4. Chacho, nos vemos en Nasvil!
    O como se diga.

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