lunes, 6 de marzo de 2006

Estado de salud

Como ya he escrito anteriormente, llevo una temporada en que no me encuentro demasiado bien. En verano me sentía muy débil, con dolores en el pecho y recurrentes pinchazos aguados en la cabeza. Fui al médico general, le conté el rollo y me pidió análisis: sangre, radiografía de tórax y electrocardiograma. Todo normal, así que no hay nada grave. Diagnóstico: el stress. En esas fechas estaba todavía demasiado afectado por el abandono; así que vale, me lo creo.

De entonces para acá han ido cambiando los síntomas: unos que vienen, otros que se van, pero ... la vida sigue igual (o la salud); igual quiere decir insatisfactoria. Y eso que he dejado completamente de fumar !!!!

Empecemos con el inventario de síntomas:

Primero: Sensación leve pero continuada de mareo. Es una mezcla de sueño, pesadez en los párpados y mareo propiamente dicho; como que se me va la cabeza. Lo noto especialmente cuando me muevo tras llevar un rato parado. En cambio, si estoy haciendo ejercicio no me pasa. No siento ningún dolor asociado, pero debido a su casi constante presencia, es una sensación bastante desagradable.

Llevo ya como tres semanas así. Hoy, entre harto y algo mosqueado, he ido a la médico de empresa. Toma de tensión: normal; búsqueda de contracturas en la espalda: negativa. Me sugiere que vaya al oculista (coincide con lo que me ha dicho un amigo) antes de pensar en cualquier otra cosa. Pido cita: me la dan para el 21 de este mes (15 días).

Segundo: Con demasiada frecuencia, si bien no de forma continuada, movimientos internos (como si fueran eructos por la zona estomacal o el pecho) que acaban dejándome un mal sabor en la boca. Además me quedo con una sensación indefinida de “mal cuerpo”. Tengo la impresión de que son respuestas somáticas a estados de ansiedad que van y vienen.

Tercero: Los estados de ansiedad citados. Tampoco constantes, pero sí con excesiva frecuencia, más de la que estoy dispuesto a asumir. Muy difícil de describir: el estómago presionado, la falta de aire, la inquietud generalizada ... Cuando los siento, procuro respirar pausada y profundamente. Cada vez los controlo mejor, pero parece que todavía piensan seguir visitándome.

Cuarto: Dolores de cabeza. Estos ya son más esporádicos (fueron mucho más frecuentes en verano). Son pinchazos muy agudos y muy dolorosos, pero a la vez muy breves, casi latigazos instantáneos. Luego desaparecen y la superficie craneal que ha sido sacudida se queda como temerosa de que se repita.

Quinto: Tengo desde hace al menos un par de meses un rubor en el lateral izquierdo del cuello: la piel está bastante enrojecida. De todas maneras, lo tuve peor, tanto que llamaba la atención y me preguntaban que qué me pasaba (ya no). ¿Habré de ir a un dermatólogo? Los amigos opinan que es una alergia. Mi cuñado (médico no dermatólogo) me recomendó una pomada que me estoy dando (aunque no con la regularidad que debiera) y que no parece surtir efectos visibles.

Sexto: Taponamiento de las vías nasales. Es decir, suelo estar con alguno de los agujeros de la nariz cerrado; se van alternando, pero el caso es que nunca respiro bien, nunca siento los conductos plenamente abiertos. En realidad, esto es así desde hace muchísimos años. Lo curioso es que, desde que he dejado de fumar, se ha agravado (paradójico ¿verdad?). Sobre todo por las mañanas, al despertarme, me noto un fuerte taponamiento que, poco a poco, se va resquebrajando (con producción de mocos costrosos) a medida que me pongo a hacer ejercicios nasales (básicamente, soplar por un agujero mientras cierro el otro presionándolo con el dedo). Total que lo de la nariz, los mocos, la sensación continuada de pre-catarro ... empiezo ya a considerarlo como algo crónico. Debo ir a un otorrinolaringólogo.

Séptimo: Disfuncionalidades musculares o articulares o ... En fin, aspectos que pueden asociarse al ámbito fisioterapéutico (o traumatológico). Ahora que estoy de nuevo yendo al gimnasio vuelvo a notar la falta de movilidad (y de fuerza) de los hombros, especialmente del izquierdo. Cuando hago estiramientos no es sólo que me cueste, es que me duele. Al hacer pesas apenas puedo poner peso, porque enseguida, al cabo de pocas repeticiones, noto que se me resiente el músculo y las molestias se me pasan al cuello, que se me rigidiza todo dolorosamente.

Octavo: Las disfunciones sexuales ... Bueeeno, esas merecen capítulo aparte (je je).

En fin, que estoy viejo o hipocondríaco o hecho un asco ... o de todo un poco. Seguramente nada es grave (achaques que requieren puesta a punto y cuidarse) y varios de mis síntomas (los primeros, sobre todo) pueden tener un claro componente psíquico. Pero no por eso dejan de joderme y hacer que mi estado de salud sea (ya lo he dicho): insatisfactorio.

Médicos a visitar: oftalmólogo, dermatólogo, otorrinolaringólogo, traumatólogo y homeópata; además recuperar la práctica de un masajito cada 3 semanas (ya tengo reservada hora para este miércoles a las 2 de la tarde.

CATEGORÍA: Mis estados de ánimo
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1 comentario:

  1. ya pasaron 7 años de esta entrada pero... dime que fuiste a todos esos médicos y que el diagnóstico fue hipocondria-ansiedad o algo así! Comparto muchos síntomas, pero sólo consulte los pinchazos en la cabeza, me hicieron resonancia y nada. Y no lo consulto todo porque van a creer que me lo invento jajaja

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