lunes, 18 de julio de 2011

Lou Reed embistiendo vacas

Un grupo de country neoyorkino conduce a través de las infinitas carreteras de Tejas. Atardece y en los pastizales abundan rebaños de vacas adormiladas. De pronto, entre los rumiantes descubren una figura vestida en riguroso cuero negro, inconfundible, es Lou Reed. ¿Qué hace este flaco sesentón en los prados tejanos, tan lejos de Brooklyn? Los chavales no lo pueden creer: el colega se dedica a embestir vacas. Sí, algo habían oído de eso, un juego o ejercicio de bravuconería entre los rudos ganaderos sureños; tomar distancia y correr hasta impactar por sorpresa contra una vaca dormida y conseguir llevarla al suelo. Una chorrada, otra leyenda urbana más, para entretenerse en la Gran Manzana, para que los palurdos sureños se cachondeen de la ingenuidad ignorante de los yankies. Pero, coño, ahí estaba Lou Reed, echando el bofe, joder tío que te va a dar algo, que ya no tienes edad. Y Lou Reed se para y los mira en silencio. –¿Eres Lou Reed, verdad? Fue Norah la de la pregunta. –Idos a follar, suelta el tío, menudo borde, y se larga a tomar carrera para de nuevo empujar a una vaca, pero la bestia se da cuenta, se aparta con su trotecillo, y el viejo rockero se da la vuelta, va hacia otra, ahora sí la pilla desprevenida, ¿estaría dormida? Por supuesto, la vaca no cae, lo más que hace si acaso es despertar y amagar una cornada. –Venga, Lou, escapa, joder, es alucinante, los chicos tienen la boca abierta ante el surrealista espectáculo, es como si estuvieran en una peli de Fellini dice la chica, a mí me recuerda más a Jim Jarmusch, opina el guitarrista. –Nadie nos lo va a creer cuando lo contemos en Nueva York, grita Norah entusiasmada, dirán que estábamos pedos, aunque juremos por lo más sagrado que es verdad, que hemos visto a Lou Reed en un pastizal del interior de Tejas queriendo voltear vacas. –Y además, añade el bajo, Lou Reed es vegetariano. –Y qué importa eso, no se las está comiendo, sólo pretende voltearlas. –Pues que un vegetariano no hace daño a los animales, capullo! –Tíos, tíos, exclama Norah, hay que hacer algo que si no este pirado puede acabar mal. Y entonces coge el móvil y llama a la policía, le atiende el sheriff del pueblo remoto más cercano. –Oiga, no me va a creer, pero es que aquí está Lou Reed intentando voltear vacas. –Mierda, contesta el madero, otra vez, no parará hasta que lo consiga. Tres o cuatro embestidas después el sheriff y su ayudante aparecen y alzan por los hombros a un derrengado Lou Reed, lo meten en el coche patrulla y se lo llevan. Los chavales siguen conduciendo por Tejas; esa noche escribirán una canción para su primer album.


Lou Reed - The Little Willies (The Little Willies, 2006)

Algo muy parecido al párrafo anterior (de nuevo la traducción libérrima) vienen a contar estos muchachos que a sí mismos se llaman los pequeños Willies, un grupo formado en 2003. Lo descubro este fin de semana ordenando mi discografía de Norah Jones, a la que vi en el Palacio de Congresos de la Castellana madrileña a principios del verano de 2004, cuando ya era bastante famosilla gracias a su primer discazo oficial (Come away with me) y a los grammys consiguientes. Entonces no lo sabía, pero ya existían The Little Willies, con ella como atracción principal, y su novio al bajo (Lee Alexander, pero creo que ya no siguen juntos), y un tal Richard Julian, cantante también de Brooklyn, de quien he oído algunos temas que no suenan nada mal, y un guitarrista talludito (de mi edad, vamos) californiano llamado Jim Campilongo, y a la batería Dan Rieser de quien no tengo ninguna referencia. He estado escuchando su único album hasta la fecha y me gusta: agradable de oír, un country melódico con ligeros guiños jazzísticos. Como no podía ser de otra manera, me llamó la atención que dedicaran una canción a otro ilustre de Brooklyn, el antaño protegido de Andy Warhol, el compositor de algunos temas icónicos del rock sucio neoyorkino y de mi propia banda sonora. Así que me conseguí la letra, la leí y me hizo bastante gracia ese humor absurdo.

Por supuesto, hasta entonces no tenía ni idea de lo que significaba cow tipping. En traducción literal significaba algo así como volcar vacas, lo que se me antojaba imposible hasta que descubro que la wikipedia tiene un artículo sobre el término. Y es que se trata de una leyenda urbana muy difundida en los USA, elaborada sobre la falsa premisa de que las vacas duermen de pie y, cuando están dormidas, es fácil acercarse a ellas sin que se den cuenta y de un fuerte empujón hacerlas caer de costado ya que, pese a su enorme peso, tienen el centro de gravedad muy alto. Naturalmente es una completa chorrada, pero ello no obsta para que haya alcanzado popularidad en la "cultura popular", incluyendo juegos de ordenador y comedias de TV. En todo caso me pregunto cuál es el sentido, si lo hay, de esta divertida y absurda historieta, ¿tendrá algún significado oculto imaginar a Lou Reed empujando vacas en una pradera tejana?

Nota: Para los que les gusten los jueguecitos de ordenador, pueden probar a volcar vacas aquí, aquí y aquí.

6 comentarios:

  1. Como se nota que no has visto la peli de disney "CARS". En ella aparece el "cow tipping", en este caso es un "tractor tipping", cuando Rayo McQueen y Mate van por la noche a la pradera y juegan al tractor tipping

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  2. Sabemos que las vacas pastan y duermen en alineación Norte.Sur por una cuestión de magnetismo terrestre, (como lo hacen también otros animales.)
    Durante el sueño acumulan en el cerebro mayor cantidad de magnetita... que es lo que atrae al pirado Lou Reed - de imagen un tanto sadomaso también.

    Quién sabe: quizás por eso compuso su Rock'n Roll Animal.

    Grillo

    [La cuestión es añadir más confusión al cachondeo.]

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  3. Nada. Un vacile...

    Grillo

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  4. Sí, un magnetismo tan fuerte que no hay quien les de la vuelta, ni siquiera Lou Reed .

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