Una batalla (lingüística) perdida
Las oraciones condicionales son aquéllas que plantean una condición y expresan la consecuencia de la misma. Están formadas por dos mitades: la primera es la que contiene la condición, el supuesto, la hipótesis (se llama prótasis) y la segunda la que expresa la consecuencia (se llama apódosis). En los manuales de gramática española las oraciones condicionales suelen clasificarse en tres grupos principales, según la forma verbal de la prótasis. Así, las del primer tipo llevan el verbo en presente del indicativo (si estudias todos los días, aprobarás la oposición); las del segundo en imperfecto del subjuntivo (si estudiaras todos los días, aprobarías la oposición); y las del tercero en pluscuamperfecto del subjuntivo (si hubieras estudiado todos los días, habrías aprobado la oposición). Quiero referirme a las de este tercer tipo, las que suelen denominarse “condición imposible” y que yo llamo “melancólicas”, porque referirse a lo que pudo haber sido y no fue conduce casi siempre a ese estado de ánimo.
En mis años escolares las apódosis de estas estructuras sintácticas llevaban el verbo siempre en condicional, ya fuera simple o compuesto. La diferencia entre ambas formas tiene que ver con el tiempo en que sucedería la consecuencia, porque la condición siempre es en el pasado, algo que pudo suceder y no sucedió. Si esa condición se hubiese cumplido y lo que expresamos es la consecuencia en presente, hemos de usar el condicional simple (si hubieras estudiado todos los días, ahora serías funcionario); en cambio, si la consecuencia también es ya pasado hemos de emplear el condicional compuesto (como el ejemplo que puse antes). Pues bien, todo lo dicho hasta aquí sigue vigente en la forma actual de hablar y escribir el español salvo en este último tipo de oraciones condicionales, las del tercer tipo con la apódosis en pasado. En éstas, es casi mayoritario (al menos en España) el empleo del pluscuamperfecto de subjuntivo en ambas partes de la oración, tanto en la prótasis (como siempre se ha hecho) como en la apódosis (en vez del condicional compuesto).
Estos días, por ejemplo, he estado leyendo un entretenido libro llamado Historia virtual de España (1870 – 2004), cuyo subtítulo reza ¿Qué hubiera pasado si …? Se trata de una colección de ensayos hipotéticos redactados por historiadores serios que elucubran sobre lo que podría haber ocurrido si acontecimientos decisivos de nuestra historia hubiesen sido distintos. Pues bien, algunos de estos “ejercicios” (no todos) repiten la misma estructura sintáctica: ¿qué hubiera sucedido si (el hecho en cuestión) no hubiera ocurrido? (¿Qué hubiera pasado si el general Prim no hubiera sido asesinado en 1870? ¿Qué hubiera ocurrido si los partidos republicanos se hubieran presentado unidos en las elecciones de 1933? ¿Qué hubiera sucedido si Franco no hubiera aceptado el plan de Estabilización?). Pero me refiero a este ejemplo porque es el primero que me viene. Lo cierto es que continuamente leo y escucho frases condicionales con dos hubiera, tanto en la hipótesis como en la consecuencia, de modo que me he convencido de que el habría debe estar en proceso de extinción.
Siempre he pensado que un uso del lenguaje nos parece correcto o no según nos "suene" bien o mal. A mí, las construcciones condicionales con el pluscuamperfecto de subjuntivo en la apódosis me suenan mal y por eso pienso que son incorrectas. Pero parece que a un enorme número de españoles les suena perfectamente, y será por eso que la Academia (desde hace tiempo) considera esas oraciones correctas. Así, en el epígrafe 47.4.2ª de la Nueva gramática de la lengua española se señala que el esquema sintáctico en cuanto al tiempo y modo verbal en las condicionales del periodo irreal (nuestro tercer tipo) es Si {HUBIERA ~ HUBIESE} participio --- {HABRÍA ~ HUBIERA ~ HUBIESE} participio ---. Sin embargo, en el Diccionario de uso del español de María Moliner (consulto la versión en DVD), al tratar del uso del indicativo y el subjuntivo en las oraciones subordinadas circunstanciales introducidas por una conjunción, se nos dice que con la prótasis en pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo la apódosis va en potencial compuesto (Si lo hubiera sabido, no habría venido). Teniendo en cuenta además que prácticamente todos los ejemplos literarios añejos que he encontrado de oraciones condicionales del tipo de las que estoy tratando emplean el condicional compuesto en la apódosis, me inclino por concluir que la RAE ha decidido dar por bueno el uso del pluscuamperfecto de subjuntivo en otra concesión más al habla (y escritura) vulgar.
Así que vale, no es incorrecto decir “qué hubiera pasado si tal hecho no hubiera sucedido” pero han de reconocerme que mucho más agradable al oído es “qué habría ocurrido …”, aunque solo sea por no repetir la misma forma del auxiliar (siempre cabría el mal menor de decir en una parte de la oración “hubiera” y en la otra “hubiese”). Pero me da la impresión que esta apreciación estética mía no es mayoritariamente compartida de modo que dentro de poco el “habría” es probable que haya desaparecido de las frases condicionales y el castellano será un poco más feo. Piénsese que una de las fuerzas que preside la evolución del lenguaje es la simplificación y, ciertamente, es más fácil no entrar a distinguir entre modos verbales. No obstante, aunque sea una batalla perdida (alguien dijo que eran éstas las únicas que valían la pena), me permito animar a quien lea este post a perseverar en la defensa de la construcción canónica de esas oraciones condicionales, a hacer apostolado con los amigos y conocidos, corrigiéndolos sin ofenderlos sino convenciéndolos, a mantenerse alerta y seguir sintiéndose molesto cada vez que escucha la forma admitida y progresivamente dominante (porque, si relajamos la tensión, nos empezará a sonar bien y acabaremos usándola también nosotros). A lo mejor existe aún alguna mínima posibilidad de revertir la tendencia. Y si finalmente no es así, si finalmente la expresión que defendemos se extingue, que no se pueda decir que “si nos hubiéramos esforzado en usarla no habría desaparecido” (aunque, claro, no lo dirían así sino “si nos hubiéramos esforzado en usarla no hubiera desaparecido”).
Nota final: No deja de ser curioso que la evolución del qué habría pasado si ... al qué hubiera pasado si ... no tenga su paralelismo en las oraciones condicionales del segundo tipo, que también combinan subjuntivo y condicional. Nadie dice, por ejemplo, "si tuviera tiempo leyera esa novela" ... De momento.
Es una característica muy propia del norte de España, en especial de las zonas de habla vascuence. Del mismo modo que el leísmo aplicado a varón ("Le conozco" para referirse a alguien), parece haberse extendido fuera de su principal zona de influencia.
ResponderEliminarSí que hay un defecto en el segundo tipo de condicional: emplear el pretérito imperfecto en vez del condicional: Yo que tú le decía que se callara y le cantaba las cuarenta, en vez de diría y cantaría. No deja de tener lógica porque para las conjugaciones segunda y tercera es sumamente parecido e históricamente proviene de una contracción del pretérito imperfecto del verbo haber y el infinitivo, como se ve en el Quijote:
Y si a esto se me respondiese que los que tales libros componen los escriben como cosas de mentira y que, así, no están obligados a mirar en delicadezas ni verdades, responderles hía yo que tanto la mentira es mejor cuanto más parece verdadera y tanto más agrada cuanto tiene más de lo dudoso y posible.
Dicho eso, no tiene tanta extensión entre personas de cultura. No deja, por otro lado, de ser fascinante el concepto de "tiempo condicional", y ni digamos ya los subjuntivos. En francés, el condicional es un modo aparte. En español, se puede usar el condicional de manera no hipotética en textos históricos: Napoleón llegaría a ser emperador de Francia.
Respecto a las segundas, como soy muy aficionado a llevar al límite la lógica de las conjugaciones verbales, me di cuenta pronto del hecho de que varios de los tiempos adjudicados a estas últimas no son literales, pues el presente de subjuntivo puede ser futuro (Que venga cuando pueda) y el pretérito imperfecto puede ser cualquier tiempo (Me ordenó que fregara los suelos).
Dicho eso, estoy de acuerdo con lo que dices.
El ejemplo que pones de oraciones condicionales del segundo tipo, para que se vea más claros, deberías haberlo escrito en la forma "si fuera tú, le decía que se callara". Pero sí, tienes razón, aunque creo que hay dos diferencias entre esta divergencia de la forma canónica en este caso y en el que es objeto del post. En primer lugar, el modo verbal es el indicativo y no el subjuntivo, lo que hace que el paralelismo no sea exacto. En segundo lugar, a diferencia del ejemplo que pongo, el tuyo es claramente un error no aceptado por la RAE y además ni mucho menos predominante.
EliminarEn cambio, la construcción del tercer tipo a la que me refiero (con tu ejemplo sería, "si hubiera sido yo, le hubiera dicho que se callara) no es, como dices, una características muy propia SOLO del Norte de España, sino que se extiende a la totalidad del país (y no sé si en Hispanoamérica) incluyendo las que llamas "personas de cultura". Y por eso (supongo) ha pasado a ser aceptada por la Academia.
Definitivamente necesitas un filólogo o una filóloga o une filólogue, como se tiene a bien decir ahora, en tu vida. ;-)
ResponderEliminarPara nada, si lo tuviera no podría divertirme yo solito con estas especulaciones mías.
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