martes, 8 de diciembre de 2020

Historia y prehistoria

En mi adolescencia leí, supongo que sin digerirlo adecuadamente, La historia empieza en Súmer, un libro de la biblioteca de mis padres. Ayer, casi cincuenta años después, me topé con la última edición de esa obra y he pasado unas cuantas horas revisándola en lecturas diagonales y a saltos. 
 
La afirmación que titula el libro se basa, claro está, en que fue en Mesopotamia donde aparece la escritura (la cuneiforme, para ser precisos) y en la tradicional convención de que la historia comienza con la escritura. Verdad es que hoy se discute que el término Prehistoria, como si pudiera haber un tiempo previo a la historia. Pero, debates académicos al margen y aunque solo sea por fidelidad a lo que aprendí en el bachillerato, no me parece mal esa división convencional (como lo son todas en la historia) y tampoco disiento de considerar la civilización sumeria como la primera de la historia, y no solo por la invención de la escritura. 
 
Aceptado lo anterior, resulta que llevamos 5.500 años de historia, 55 siglos durante los cuales se han sucedido civilizaciones diversas y miles de millones de personas han pasado un breve intervalo de tiempo sobre este planeta. Todas esas personas pertenecemos a la especie homo sapiens, del género homo, de la familia de los homínidos. Hubo otras especies del género homo pero todas se extinguieron mucho antes de que “empezara” la historia. La historia es la de nuestra especie. 
 
 Pues bien, el proceso de evolución de las especies homo dio origen a nuestra especie hace unos 200.000 años en la actual Etiopía. Esos tatarabuelos nuestros tardarían muchos milenios en salir del continente, pasar por la península arábiga hasta el Cercano Oriente y de ahí a Asia y a Europa. Curiosamente, en los textos se incluyen en la Prehistoria las otras especies del género anteriores al sapiens (por ejemplo, los neandertales, protagonistas del paleolítico europeo). Pero si nos ceñimos a nuestra especie, resulta que del tiempo que llevamos de existencia, el histórico apenas representa el 1,75% del total.
 
Cuando pensamos en la Prehistoria no somos conscientes de lo larguísima que fue, de la inmensa cantidad de generaciones que se sucedieron, sin que sepamos casi nada de las vidas de esos antepasados anónimos. Aunque sí podemos suponer que fueron vidas frágiles, cuyo principal –por no decir único– objeto era sobrevivir y milagrosamente lo lograron (no como el resto de primos homo). 
 
Si nos fijamos en el caso de España (de la península ibérica, para ser más precisos), la Prehistoria empezaría en el Paleolítico Superior hacia el 35.000 aC y duraría hasta el inicio de la conquista romana hacia el 200 aC (en Europa, a excepción de Grecia, la Historia empieza con los romanos). O sea que tenemos 35.000 años de Prehistoria (solo) y 2.200 de Historia. Algo más de porcentaje (porque el sapiens llegó bastante más tarde) pero aun así sigue siendo una desproporción considerable. 
 
En fin, ya sé que no cuento nada nuevo, pero es que me ha hecho pensar.

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